Esta crítica de ‘Tribus de Europa’ no contiene spoiler.

En los últimos años se ha observado como existe un elevado interés en la creación de un futurista mundo apocalíptico. Las series cada vez se adentran más en este terreno pantanoso de suposiciones sobre un mundo destruido. Bajo estas premisas nace ‘Tribus de Europa’,  una serie de los productores de ‘Dark’ que llegó a Netflix el pasado viernes y que se ha rodado íntegramente en República Checa.

La serie se sitúa entorno a la segunda mitad del Siglo XXI, cuando misteriosamente sucede algo que hace que el viejo continente estalle. En ‘Tribus de Europa’ nos muestra como un el avance social y tecnológico de la humanidad ha quedado en un simple recuerdo. Con países completamente destruidos volvemos a varias eras atrás. Desde entonces, la sociedad está dividida en varias tribus o comunidades que luchan con tal de conseguir la supervivencia.

Dirigida por Philip Koch y Florian Baxmeyer, ‘Tribus de Europa’ la protagoniza Henriette Confurius (‘El año que dejamos de jugar’), Oliver Masucci (‘Dark’), David Ali Rashed, Emilio Sakraya (‘La monja guerrera’), Melika Foroutan, Igor Pecenjev, Klaus Tange y James Faulkner. Ambientada en 2074, nos muestran un deteriorado mundo donde las tecnologías conocidas han desaparecido hasta el momento, generando una batalla por hacerse con el control del planeta.

Adoramos el cubo

En un momento en el que cualquier tecnología es digna de ser admirada, la tribu de los Atlantes va un paso por delante del resto. Así lo confirman en ‘Tribus de Europa’, cuando misteriosamente un habitante de la tribu Arca, cae en la zona de los Orígene. El superviviente es buscado por los Cuervos, una de las tribus más peligrosas que existen en una Europa prácticamente devastada.

Con el ataque de los Cuervos a la tribu de los Origene la familia de hermanos formada por Liv (Henriette Confurius),  Kiano (Emilio Sakraya) y Elja (David Ali Rashed), son obligados a separarse con tal de hacerse con el control del cubo de los Atlantes, uno de los elementos más poderosos por la tecnología que todos están interesados. Se trata de una de las civilizaciones más poderosas y la que podría dar la respuesta a muchas de las dudas que ahora mismo están surgiendo sobre lo sucedido en el diciembre negro de 2029.

El mayor enemigo son los Cuervos, una tribu despiadada que lucha por el control del planeta sin importarle como conseguirlo, donde la violencia está en un primer plano. Por su parte, en la serie nos indican que existen varias tribus más, como la República y Femen, que se encuentra en una de las zonas más peligrosas del planeta.

Muchas referencias y pocas cosas claras

Al ver esta serie te viene continuos flashbacks a otras series. Por un lado, ‘Juego de tronos’ está presente en una lucha sin precedentes con tal de hacerse con el control del viejo continente. A todo ello, la imagen apocalíptica es bastante similar a la de ‘The Walking Dead’, donde los paisajes son realmente desoladores.

Uno de los aspectos que más nos chirrían es que en cada capítulo de la serie hay numerosas referencias a la poca energía eléctrica que existe, pero en cada elemento de la ficción nos encontramos escenas, ya sean de interior o exterior, donde las luces artificiales están presentes. Se trata de un aspecto que carece de sentido, puesto que es inviable que sin manufacturas que generen energía eléctrica se pueda seguir disfrutando de este tipo de recursos.

En líneas generales nos encontramos con una serie que atrapa pero no enamora. El hecho de dividir la trama en diversas historias personales te permite conocer las características de cada tribu, pero no profundiza y dan pequeñas pinceladas. Ese aspecto hace que se desconecte de la historia y cueste conectar.  De este modo, es muy complicado llegar a comprender el modo de actuación de los personajes.

La recreación en ‘Tribus de Europa’ es bastante fidedigna a lo que quieren expresar, con un aire bastante futurista pero desértico. Bien es cierto que el mayor clamor de la serie se encuentra en ese mundo futurista, pero no tiene un argumento realmente fuerte que te permita conocer como es tiempo. No tiene sentido que te muestren unos aparatos electrónicos de ultimísima generación cuando están residiendo en un mundo de la era de piedra.

‘Tribus de Europa’ es una serie que no entusiasma, pero engancha. Es una serie que sus capítulos duran menos de 40 minutos y es rápida de ver. Tiene esos elementos de acción que están en el momento oportuno para no dormirte al verla. No es una serie que pasará a la historia, hay muchas similares, pero tampoco pierdes el tiempo al verla.