Si reconocer una debilidad es el primer paso para combatirla, hay que admitir que BOYE se está erigiendo como un auténtico maestro en la materia. En su nuevo single, ‘PETER PAN’, el polifacético artista catalán hace un ejercicio de reconocimiento y aceptación de lo que somos y del mundo en el que vivimos, de nuestra fragilidad y vulnerabilidad, de nuestras partes más oscuras, de lo flojos y cojos que somos si nos miras con atención. En definitiva: de lo mucho que cuesta ser adultos en este mundo tan hostil. Y si asumir lo que somos es el primer paso, el segundo, ya que todos estamos igual, es unirnos: unirnos los de abajo contra los del piso de arriba, como decía Cortázar. Que nos tendrán sumidos en la mierda, pero no nos van a engañar.

En un nuevo llamamiento a la concienciación socio-identitaria tras ‘VAMOS A TRABAJAR’ y ‘HEMOS VENIDO A JUGAR’, BOYE nos vuelve a apelar como comunidad para que, unidos en la vulnerabilidad y en nuestras miserias, nos hagamos más fuertes y resistentes ante quienes peor nos quieren. Es por eso que en este nuevo single, el tercero de su álbum de debut, refleja seguramente su versión más melancólica e introspectiva, la más humana y sensible, a la que más falta le hace un abrazo. Porque en el fondo, aunque todos queramos volar alto como Peter Pan, es en la caída cuando nos damos cuenta de que nos necesitamos mutuamente.

Producida como es habitual por Arnau Vallvé, ‘PETER PAN’ es una balada en forma de trap, contundente pero envuelta en un aire místico e introvertido, donde impera lo melódico y lo melancólico. Llega, además, acompañada de un videoclip, obra de Clàudia Serrahima, que muestra al BOYE que hay tras la careta del personaje: al más humano y más desnudo, cantándole a la cámara sin artificio ni efecto alguno. Es la forma que tiene de capear la tormenta y regatear a los de arriba para encontrar su propia tranquilidad y felicidad. Si todos hiciéramos lo mismo veríamos que somos un ejército; de flojos y cojos, sí, pero un ejército.