Además de Adriana Ugarte, este trepidante thriller cuenta con la participación de Iván Massagué, Blanca Portillo, Javier Albalá, Antonio Dechent, Patricia Vico, Michel Brown y Nicole Wallace. La trama de Parot está ambientada en la España de 2013. Exactamente, tras la anulación de la doctrina judicial “Parot”. Cuando decenas de presos fueron puestos en libertad. Y pocos días después, esos mismos excarcelados empiezan a aparecer asesinados de la misma forma en que lo fueron sus víctimas. Isabel Mora (Adriana Ugarte), su protagonista, es una policía íntegra y perseverante que tendrá que asumir la investigación de los asesinatos mientras se enfrenta al intento de venganza por parte de uno de los excarcelados. 

Recordemos que la doctrina Parot es el nombre con el que se conoce la jurisprudencia establecida tras la sentencia del Tribunal Supremo de España del 28 de febrero de 2006 (resolución a un recurso presentado por Henri Parot, miembro de ETA). Por la cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios (trabajo, estudios, etc.) se aplica respecto a la pena total. Y no respecto al máximo legal permitido de permanencia en prisión. Que, según el ya derogado Código Penal de 1973, es de 30 años.

En 2013 la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) resolvió, en un recurso presentado por una condenada de ETA, que la aplicación de la doctrina Parot, con carácter retroactivo, vulneraba los artículos 7 y 5.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Por lo  tanto, las reducciones comenzaron a ser aplicadas sobre el máximo tiempo de permanencia en prisión legal permitido. Esto trajo como consecuencia la puesta en libertad inmediata de muchos condenados. Y así se refleja perfectamente en los primeros minutos de la serie. Además del choque frontal que sufrió la sociedad que se debatía entre la desinformación, el desconocimiento y lo que supuestamente era ético o no.

‘Parot’, entre lo que marca la ley y lo que sientes

‘Parot’ nos narra una realidad compleja y dura. Un enfrentamiento total entre condenados y víctimas. Un cuerpo de policía que se ve atrapado entre lo que deben y quieren hacer. Sumergiéndonos de lleno en la boca del lobo y en lo complicado que es permanecer en esa fina línea que, supuestamente, debería mantener nuestra cordura a flote. Pero la realidad es bien contraria a las propias sensaciones que se van generando cuando todo lo que se va gestando alrededor se nutre de la injusticia. De ahí iremos analizando el desarrollo que cada personaje. Los que intentaron integrarse con el dedo acusador de fondo y los que volvieron a ser lo que siempre habían sido, unos delincuentes, asesinos o violadores.

‘Parot’ se compone de historias individuales que se van entrelazando. Historias duras y que van generando, internamente, un remolino de incertidumbre. Esa extraña sensación de incomodidad que te revuelve en el sofá de tu salón. Porque identificas la injusticia al instante mientras de fondo te van contando que es de ley y que no se puede hacer nada más que esperar a que vuelven a cometer un delito. Esa sensación de impunidad absoluta y de que como víctima has de tener mucha más empatía que el condenado hacia ti.

Adriana Ugarte y Blanca Portillo, entre el bien y el mal

Adriana Ugarte, en la piel de Isabel Mora, te va envolviendo en una realidad a la cual no querrías pertenecer nunca. Y vas bebiendo de su misma sed de venganza por la sencilla necesidad de dormir en paz por las noches. Ugarte borda un papel letalmente complejo y las escenas junto a Blanca Portillo, que hace de su madre, son una auténtica delicia. Una dupla maravillosa que te presenta lo cruel que es la vida y como se trazan los sinsabores a nuestro alrededor al mismo tiempo que las oportunidades llaman a tu puerta. El bien y el mal siempre a la par.

Iván Massagué, Javier Albalá, Antonio Dechent, Patricia Vico, Michel Brown y Nicole Wallace completan un reparto que no deja, nunca, de provocarte sensaciones. Donde las contradicciones fluyen para resquebrajarte al mismo nivel que su propia protagonista.