Creo reconocer haber vivido diferentes etapas de lo que un fandom es capaz de conseguir. Entiendo que es algo que se da por ciclos. Que viene por etapas. Momentos en los que tiene un mayor o un menor poder. Puede que también sea por las otras personas que estén al otro lado. La empatía o la comprensión que se ejerza sobre una necesidad o no.
Hoy en día, en nuestro país, tenemos dos casos muy claros y concisos. Por un lado el efecto Luimelia y por otro, el efecto Maitino. Ambos vienen a saldar una cuenta. Esa buena visibilidad que siempre ha faltado entre el amor de dos mujeres.
No son la primera historia. Ya ha habido tramas con dos chicas que se amaban o se deseaban o donde estallaba la pasión. Pero esa parte final, la pasión, se quedaba en un segundo lugar. Había como una obsesión por contar algo bonito sin ser capaces de encajar dicha parte bonita con la sexual. Era como miedo a provocar algo erróneo. Las escenas quedaban frías. Un querer y no poder. Por lo tanto, el público, terminaba sintiendo la misma frialdad y lo que podría haber cuajado mejor, quedaba, siempre, a medio camino.
Ahora, Luimelia y Matino han realizado el camino contrario. Dos historias, en épocas diferentes, donde dos mujeres se enamoran y no se esconde ese amor sexual. Ni tampoco se sobre ejecuta. La clave está en ser sutil. En mostrar sin perder dulzura ni la historia que de verdad se quiere narrar.
Ambos proyectos se han plantado con honestidad. Sin esconderse ni mirar a otro lado. Han ido ejecutando, lentamente, los propósitos. No se han fijado en nadie ni han intentado hacer un símil. Y la consecuencia ha llegado en un ejército de fans dispuestas a defender la historia y a sus actrices. ¿Por qué a estas últimas también? Porque Paula Usero, Carol Rovira, Aria Bedmar e Ylenia Baglietto han sido, han estado, son y están para el personaje. En una comunión demencial. Comprendiendo qué significa una buena representación y visibilización. Acercándose al público y mostrando determinación.
Luimelia podría haberse quedado en ‘Amar es para siempre’. Y haberse perdido en el olvido con el paso de los años. O Maitino, exactamente igual, en ‘Acacias 38’. Pero estamos en ese ciclo de lucha y pelea. De conseguir propósitos. Y #Luimelia salta a Atresplayer y #Maitino llega, de momento, en formato de podcast a RTVE. Dos logros por ese ejército de personas que han visto reflejado un amor de la forma en la que necesitaban verlo. Y con profesionales dispuestas a sentir los personajes como pocas veces. Cuando todo esto se une en un mismo cóctel, ¿quién puede frenarlo?
El poder del fandom, para una mejor visibilidad, es sumamente importante y no debería morir nunca. El público ha demostrado que las historias, los personajes, pueden seguir teniendo vida si se hace ruido. El silencio nunca ha traído buenos resultados.
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