¿Qué es “ser una persona normal”?

– ‘La hija de un ladrón’

Con un apellido tan común como Fernández puede que todavía no te suene el nombre de esta actriz, pero recuérdalo bien porque su enorme potencial hará que no dejes de escucharlo. A sus 24 años ya empieza a despuntar en el mundo de la interpretación, con una carrera que aunque todavía es corta, si sigue así no dejará de crecer. La clave en muchas de las películas y series que se estrenan últimamente es apostar por rostros hasta ahora desconocidos pero que merecen tener la oportunidad de hacerse un hueco en este complicado mundo del arte. Rostros jóvenes como el de Greta Fernández que ya ha demostrado ser todo un diamante en bruto que solo necesita buenos papeles en los que lucirse y demostrar todo su potencial. Papeles como el de Sara en ‘La Hija de un ladrón’, ópera prima de Belén Funes que se estrena el 29 de noviembre y que ya es uno de los estrenos más sorprendentes de este año. Pese a que Greta Fernández protagoniza ‘La hija de un ladrón’ junto a su padre Eduard Fernández, consigue alejarse totalmente de esta etiqueta para crearse su propio nombre.

De pequeños papeles a grandes mujeres protagonistas

Su debut en el cine fue en 2006 con un pequeño papel en ‘Ficción’, de Cesc Gay. Desde entonces no dejó de participar en otros muchos proyectos. En los últimos años ha tenido papeles en películas como ‘La próxima piel’ de Isaki Lacuesta, ‘No sé decir adiós’ de Lino Escalera, ‘Amar’ de Esteban Crespo, o ‘La enfermedad del domingo’ de Ramón Salazar. Aunque en todos ellos ya podía intuirse a una actriz dispuesta a abrirse camino, aún eran papeles pequeños en los que, aunque daba tiempo a fijarse en ella, no podías apreciarla del todo. Su primer gran papel protagonista le llegó este año de la mano de Isabel Coixet y el gigante Netflix, con el estreno de ‘Elisa y Marcela’. En este drama basado en hechos reales, que protagoniza junto a Natalia de Molina, ambas se ponen bajo la piel de dos mujeres que a finales del S. XX son duramente criticadas y juzgadas por su condición sexual. Pero, como ya he dicho anteriormente, el papel que le servirá para darse a conocer del todo es el de Sara en ‘La hija de un ladrón’.

Esta brillante interpretación, tan cargada de emoción y en la que solo su mirada es capaz de transmitir los sentimientos de un personaje tan actual y real como el de Sara, ya le ha servido para obtener varios premios. En esta última edición del Festival de San Sebastián, Greta Fernández logró alzarse con la Concha de Plata a Mejor Actriz, y lo mismo ocurrió en el Festival CIBRA. Además, de momento está nominada a Mejor Actriz en los Premios Forqué y estoy segura de que no será su última nominación.

Por otra parte, en la televisión comenzó en series catalanas hasta que participó en la exitosa ‘Sé quién eres’ o en ‘Cuéntame cómo pasó’. Por si fuera poco, gracias al esfuerzo, a la constancia y, por supuesto, al talento, también podremos verla en la serie que Álex de la Iglesia está grabando para HBO.

Dejando a un lado la actuación…

Pero además de dedicarse al mundo de la interpretación, la actriz es toda una apasionada de la fotografía, algo que nos muestra siempre que puede en su cuenta de Instagram que es de lo más colorida. Pero más allá de su envidiable trayectoria tanto cinematográfica como televisiva, algo que hay que destacar y sobre todo valorar de Greta Fernández es que es una mujer auténtica y llena de naturalidad y sinceridad. En numerosas ocasiones ha demostrado tener las ideas muy claras en temas como el feminismo o la defensa de los derechos LGTBI. Y es que estos temas tan importantes y de los que es necesario que se hablen más todavía siguen siendo tabú o polémicos. Casualidad o no, en las dos películas que ha protagonizado y estrenado este año, ‘Elisa y Marcela’ y ‘La hija de un ladrón’, Greta Fernández se pone en la piel de dos mujeres fuertes y valientes. En la primera, luchando por ser libre y no tener que ocultar su condición sexual. En la segunda, una madre joven y luchadora que tiene que tiene que hacer frente a una serie de problemas a los que alguien tan joven no tendría por qué enfrentarse todavía.

Greta Fernández, siendo totalmente fiel a sus principios, no tiene pelos en la lengua para hablar de ello y aprovecha siempre que puede para alzar la voz y que sus seguidores, que no son pocos, la escuchen. Porque por desgracia todavía sigue siendo necesario que personas como ella sean el altavoz de temas tan importantes como estos. Greta Fernández se moja siempre que puede y no tiene miedo, lo que la hace una persona real, huyendo de los estereotipos establecidos. Es por eso por lo que su compromiso con todo tipo de temas sociales hace que sea mucho más fácil identificarse con ella o querer seguir las huellas de un camino que no ha hecho más que empezar a recorrer. Se nota -y se agradece-, además, que ama esta profesión y que la respeta.