Ya sabéis que esto de las inspiraciones es complicado, y más cuando hablamos de pueblos franceses. Hace tiempo que empecé a pensar que tal vez, quizá, y aunque con serios competidores, Francia sea el país de Europa que puede presumir de tener los pueblos más encantadores. Y el ejemplo más claro lo encontramos en Alsacia, donde están ubicados muchos rincones de ensueño, de esos que parecen sacados de un cuento de los de toda la vida. Uno de esos rincones, se dice, sirvió de inspiración para crear el escenario en el que se desarrolla ‘La Bella y la Bestia’.
Ahora bien: no nos ponemos de acuerdo. Sí de manera general -ese pueblo está en la región de Alsacia-, pero no de manera concreta. Son tres los pueblos más citados a la hora de hablar de esta inspiración y de este cuento de hadas francés que ha circulado por todo el mundo. Colmar, Eguisheim y Riquewihr son los pueblos que reúnen todas las características apropiadas para ostentar este honor. Antes de seguir, vamos a localizarlos en el mapa:

Los tres pueblos de ‘La Bella y la Bestia’
Empezamos con Colmar que está considerado uno de los lugares más bonitos de Francia. En realidad, Colmar es bastante grande; tiene 70.000 habitantes, así que, como veis, es más ciudad que pueblo. Lo ideal para conocerlo es olvidarse de los mapas y dedicarse a pasear, como sucede con la mayoría de los lugares con encanto. Sus construcciones (algunas se remontan al siglo XIV) de estilo gótico germánico y los canales que caracterizan muchas de sus calles le confieren un aspecto romántico ante el que es imposible no caer rendido. Son varios los puntos turísticos que pueden visitarse; por destacar alguno en estas líneas: la Casa de las Cabezas, que se remonta a 1609 y tiene un total de 111 cabezas y máscaras adornando su fachada. Colmar, en cualquier caso, está para pasearse.

Son muchas las voces que opinan que en realidad es Eguisheim el responsable del encanto de pueblo de Bella. Eguisheim es un pueblo con todas las de la ley; uno de los más bonitos de Francia, además. Tiene algo menos de 2.000 habitantes, está muy cerca de Colmar y su arquitectura es muy similar. Sus calles forman una especie de anillo a partir de la muralla; una especie de círculo protector que recorrer de la misma manera que la anterior localidad: sin mapa y sin prisa. Rodeado de viñedos y especialmente bonito en Navidad, Eguisheim es el sueño de todo turista que busque paz y belleza. Por resumirlo de alguna manera: Eguisheim es tan bonito que parece más un decorado de película que un pueblo real.

Riquewihr apenas llega a los 1.000 habitantes, pero es uno de los pueblos franceses más visitados. Dos murallas protegen sus calles; una se remonta al siglo XIII, mientras que la otra se construyó tres siglos más tarde. Como Colmar, como Eguisheim, es un pueblo con muchísimo encanto que se disfruta recorriendo sus calles empedradas y disfrutando de su arquitectura gótica propia de la zona. Recorrer todo el pueblo no ocupa más que una mañana, incluso aunque cuente con varios puntos que visitar, como la Torre Dolder o la fuente de Sinne. Lo mejor de Riquewihr es que parece continuar viviendo en siglos pasados, aunque evidentemente está más que adaptado a los tiempos que corren. Pero la sensación de adentrarse en un cuento es constante, y es fácil querer quedarse a vivir una temporada entre sus calles.

El sur de Francia tiene algo que decir
Colmar, Eguisheim y Riquewihr se encuentran a apenas unos kilómetros los unos de los otros, en plena región de Alsacia, pero el sur del país tiene también algo que decir en este asunto de pueblos franceses inspiradores. El pueblo de Conques, de menos de 2.000 habitantes y situado en la región de Occitania, también ha sido señalado en muchas ocasiones por su encanto, aunque tanto su arquitectura como su historia siguen otro camino. Es un pueblo típico medieval, precioso de ver, con unas vistas, además, impresionantes. Y, en los últimos tiempos, ha sido una inspiración real. Sarah Greenwood, diseñadora de producción de la última adaptación de ‘La Bella y la Bestia’, explicó a ‘The Hollywood Reporter’ que había puesto su mirada en Conques para recrear el pueblo de Bella. Nosotras siempre nos quedaremos en Alsacia, por tradición y por arquitectura, pero Conques puede incluirse en esta ruta por méritos propios.

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