· FICHA ·
Título: ‘Los chicos de la Nickel’
Autor: Colson Whitehead
Traductor: Luis Murillo Fort
Editorial: Literatura Random House
Fecha de publicación: septiembre de 2020
Sinopsis: Desde pequeño, Elwood Curtis ha escuchado con devoción, en el viejo tocadiscos de su abuela, los discursos de Martin Luther King. Sus ideas, al igual que las de James Baldwin, han hecho de este adolescente negro un estudiante prometedor que sueña con un futuro digno. Pero de poco sirve esto en la Academia Nickel para chicos, un reformatorio que se vanagloria de convertir a sus internos en hombres hechos y derechos, pero que oculta una realidad inhumana respaldada por muchos y obviada por todos. Elwood intenta sobrevivir a este lugar junto a Turner, su mejor amigo en la Nickel. El idealismo de uno y la astucia del otro les llevará a tomar una decisión que tendrá consecuencias irreparables.

En este libro encontrarás: un relato crudo de una realidad que forma parte de nuestra historia y, en cierta manera, de nuestro presente. Una historia que habla de muchas cosas, pero, sobre todo, de injusticias.

‘Los chicos de la Nickel’ me ha dejado con mucho que contar. Pero también con la extraña sensación de no saber cómo hacerlo, por dónde empezar para que mis palabras hagan justicia a este brillante relato. También ha aumentado exponencialmente mis ganas de saber, que nunca han sido pocas, sobre todo si hablamos de temas como el racismo, la segregación y el odio que ha bañado y continúa bañando nuestras sociedades. Y ha generado en mí tantos sentimientos que, en según qué pasajes, me he visto obligada a detener la lectura para procesar todo lo que estaba creando en mi interior. Sabía que la obra de Colson Whitehead sería una delicia en cuanto a estilo narrativo y era estaba al tanto de que su historia lo tenía todo para marcarme. Pero, aun siendo consciente de esto, ha logrado sorprenderme de la mejor manera posible.

El autor firma aquí un fiero análisis de la historia de violencia y racismo de Estados Unidos. Y viaja en el tiempo para ello, pero también tiene la inteligencia de mostrar, con elegantes pinceladas, cómo ese odio del que nace todo lo anterior sigue presente. También en ciudades cosmopolitas y aparentemente globales, como es el caso de Nueva York. En ‘Los chicos de la Nickel’, Whitehead también nos habla de cómo nuestros orígenes, nuestro entorno o el simple color de nuestra piel nos pueden condicionar de por vida. Y del amor, a los demás y a uno mismo. De la amistad, la lealtad y la valentía, que a veces reside en pequeños detalles, como la entrega de una carta.

La historia en sí me parece una joya, que además el autor ha sabido cuidar con mimo. También me lo parecen los personajes, sobre todo Elwood y Turner, de los que he terminado completamente prendada. Y esos secundarios, que a veces sólo aparecen en una especie de flash de un par de páginas, pero cuyas vivencias son imprescindibles para comprender la verdad de la Nickel. Para entender lo que ocurre entre sus muros y también lo que hay detrás, motivaciones, odios y un enorme desprecio hacia la vida.

Es la narración detallada, pero clara y sencilla, de Colson Whitehead la que lo redondea todo. Con descripciones vívidas de los escenarios y también de los diferentes acontecimientos que va repasando, el autor logra trasladarnos a ese lugar que, por suerte, no hemos conocido. Ni siquiera lo hemos visto de cerca. Y, sin embargo, a través de sus palabras somos capaces de reconocerlo sin esfuerzo. Como también somos capaces de reconocer olores, sensaciones y sentimientos. En parte por esa narración detallada de la que hablaba, pero también por el inteligente ejercicio de inmersión en el protagonista que realiza el autor. Desde las primeras páginas, nos convertimos en él, sentimos su ilusión infantil y más tarde su ambición. E, inevitablemente, sentimos su miedo, su angustia y su dolor.

Con ‘Los chicos de la Nickel’, el autor logra que nosotros mismos realicemos un viaje a un pasado que no es el nuestro. Un viaje de descubrimiento, que nos permite abrir los ojos ante una realidad que aquellos que hemos tenido la suerte de caer en el lado bueno de la balanza hemos ignorado durante siglos. El realismo y la cruda honestidad del relato ayudan a que este viaje, aunque oscuro y doloroso, resulte enormemente satisfactorio. Revelador y sorprendente, con un clímax inmejorable que termina confirmando que lo que tenemos entre nuestras manos es una maravilla que debería pasar por millones de manos más.

¿Te va a gustar ‘Los chicos de la Nickel’?

Rotundamente sí. Sobre todo si no le temes a las historias reales que hablan de dolor, de odio, de heridas incurables y de la oscuridad que vive entre nosotros. Te va a gustar si disfrutas de narraciones cuidadas, que requieren atención y tiempo y que arañan sin dificultad el alma de los lectores. Te gustará si buscas un relato que deje algún tipo de huella en ti, que te invite a mirar a tu alrededor y hacia el pasado, que encienda tu rabia, pero también tu necesidad de saber. Esta es una lectura perfecta para aquellos a los que les preocupa de verdad lo que ha ocurrido y ocurre en el mundo. Para quienes se interesan por las injusticias y por las luchas que continúan vivas a día de hoy.  

También es una lectura ideal para quien disfrute de una historia bien planteada, bien desarrollada y finalizada con maestría. En la que no falla ni falta absolutamente nada, una lectura redonda en todos los aspectos. En el qué y en el cómo. Incluso en el cuándo, porque parece llegar en el mejor momento posible.