Sara Vidorreta llegó en un momento extraño y confuso a ‘Amar es para siempre’. Cuando más incertidumbre y nostalgia había a nuestro alrededor. Y lo hizo para dar vida a uno de esos personajes que ha ido ganándose el corazón de los espectadores día a día. Pasito a pasito. De los que van dejando su esencia de forma lenta pero segura. Poniendo todo su empeño en soñar. Que de eso va la vida. De vivir en libertad.

Saber perfectamente que no eres ese físico, sino ese talento.

MEW Magazine (MW): ¿Cómo consigue una descubrir que lo suyo es esto de la interpretación?

Sara Vidorreta: Creo que en realidad es algo que siempre llevas dentro. Especialmente me di cuenta cuando hice mi primera clase de improvisación. En mi escuela de Zaragoza. Salí tan feliz, me divertí tanto que me dije “quiero repetir esto hasta que aguante”.

MW: ¿Y cómo está siendo toda esta aventura?

Sara Vidorreta: Está siendo súper bonito el viaje. Estoy disfrutando mucho. Soy muy joven y me queda mucho por delante. Soy muy feliz haciendo lo que hago. No quiero que se acabe. Ojalá sea un viaje muy largo.

MW: Dentro de la interpretación, ¿hay cierta necesidad de forjarse una buena autoestima?

Sara Vidorreta: Sí, estás de cara a público. En una pantalla. Salen todas tus inseguridades. Tienes que estar muy segura de ti misma. Saber perfectamente que no eres ese físico, sino ese talento.  Tienes que crearte bastante autoestima.

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