‘Siempreviva’ ha llegado al teatro. Las Naves del Español en el Matadero siguen apostando por ofrecer una cultura segura y de calidad. En una de sus salas encontraremos ‘Siempreviva’, escrita y dirigida por Salva Bolta. Para ello se ha basado en ‘Sangre de amor engañado’ de Don Delillo, un novelista estadounidense. El reparto de ‘Siempreviva’ está formado por Marina Sala, Felipe García Vélez, Mélida Molina y Carlos Troya.

Seguro que te estarás preguntando qué es siempreviva, porque no se trata solo de una obra de teatro. Aquí es el nombre común de la flor a la que hace referencia el autor original en su novela. Desde su título pretende lanzar un guiño con un punto macabro al tema más recurrente de la obra del autor: la muerte hoy en día.

Lo principal que sacamos en claro de ‘Siempreviva’ es que abre un debate muy presente en nuestra sociedad actual. La muerte asistida y el momento en el que la vida parece que deja de tener sentido. ¿Qué pasa en ese momento? ¿quiénes tienen el derecho a decidir esto por otra persona? ¿con qué dolor se espera terminar una vez tomada la decisión?

La historia confluye alrededor de Alex Macklin, un artista de éxito que a los 70 años se encuentra en estado vegetal permanente. Es por eso por lo que los otros tres personajes protagonistas tendrán que decidir su destino por él. La obra nos presenta a varios miembros de la familia que podrían servir de ejemplo para extrapolarla a cualquier otra. Lia es su joven esposa actual y ella tiene la intención y el deseo de permitirle una muerte natural.

¿Es un pecado correr a la casa secreta de la muerte antes de que la muerte se atreva a venir sobre nosotros?

Ella ha estado cuidando de él todos los meses y no cree tener derecho a decidir así sobre su vida. En el lado contrario encontramos a su exesposa Toinette y a su hijo Sean. Ambos quieren ayudarlo a que deje este mundo con dignidad porque su cuerpo ya no tiene prácticamente vida. Ellos creen que él no hubiera querido pasar sus últimos días entubado de esta manera así que este es su deseo.

Los tres protagonistas tendrán que afrontar un dilema muy difícil para tomar la decisión más importante y dura de su vida. Un tema que está más que nunca a la orden del día. Un debate moral que se mantiene y del que muchos han participado. El espectado se pondrá bajo la piel de los personajes para experimentar sus sentimientos y su dolor. Se trata de una decisión complicada que no puede tomarse de cualquier manera.

La sala en la que se desarrolla ‘Siempreviva’ se convierte en un espacio de reflexión para los espectadores. Poco a poco iremos comprendiendo lo que mueve a cada personaje a actuar de la manera en la que lo hace. Cada uno tiene sus motivos y sus pensamientos, que irán revelándose a medida que avanza la obra.

Lo que se presenta en ‘Siempreviva’ es una historia reflexiva muy dura. Personajes cansados y desencantados con la vida. Una obra de teatro incómoda por lo que trata y la forma en lo que hace que hará a todos pensar y ponerse en el lugar del resto. La escenografía de Paco Azorín y Alessandro Arcangeli es sencilla y muy sobria. Logra crear un espacio frío y casi sin alma ni sentimientos. Un lugar alejado de todo en el que los personajes llegan hasta sus límites.