¿Qué pasa en ‘El Internado’ – 7×15 ‘El fin’?
Con Iván (Yon González) en la máquina y con los ojos en blanco nos despedíamos en el último episodio. En este, la guerra abierta entre los que están en el interior del internado y los militares va a más. El plan de fuga ideado por Fermín (Raúl Fernández) sigue su curso y se enfrenta al peor de los destinos. Por su parte, el resto de residentes en el centro educativo ven peligrar su futuro ante la inmediata actuación de los militares.
En un enclave misterioso en medio de un bosque tenebroso en el que todo puede suceder. Una institución educativa en la que todo lo extraño y lóbrego tiene su espacio. Los escondites de un entramado de pasillos sin fin y la experimentación humana tapada por un internado de élite. Pocas veces una frase ha significado tanto como “primero fue la luz y después empezaron los crímenes”. Si has llegado hasta aquí y no sabes de qué estamos hablando déjame decirte que tienes que ver ‘El Internado’, una de las series más importantes del panorama nacional en los últimos años y que fue un referente audiovisual en todo momento.
El último capítulo de ‘El internado’ pone punto y final a la ficción de Globomedia. Desde los primeros minutos vemos esa luz que tanto nos han hablado en la serie, aunque en este caso fue para salvar a un Iván Noiret (Yon González) que estaba al borde de la muerte tras no tomarse la medicación para el virus que le inyectó OTTOX. Una vez descubierto el funcionamiento de la esperada máquina y que realmente quitaba a los infectados el virus, desde el otro lado de la barrera decidían pasar a la acción tras ver como todo su modelo de negocio se derrumbaba como un castillo de naipes.
Un final cada vez más cercano
Una vez que han comprobado que la maquina finalmente funcionaba María (Marta Torné) y Fermín (Raúl Fernández) dialogan y se imaginan cómo será su vida fuera del el internado “La laguna negra”. Un futuro que cada vez está más cercano y en el que todo puede pasar. Por su parte, dentro de la instalación educativa se preparan para dar el último golpe sobre la mesa y salir con vida de la misma. Por ello, Fermín habla con el teniendo Nicolás Garrido (Iñaki Font) y convoca una reunión con Alicia (Cristina Ramos) y Martín (Ismael Martínez). En ella, decidirán las líneas estratégicas a seguir en los próximos minutos.
La fuga no iba a ser fácil. Desde dentro, las filtraciones de los planes de huida no iban a tardar en llegar. Amaia (Nani Jiménez) le iba informando a su abuela Theodora Raüber (Lola Cordón) de las intenciones que tenían para salir con vida del centro educativo. El teniendo Garrido se entera por sorpresa de la presencia de la famosa nieta de la señora Raüber, manteniendo una fuerte conversación donde le deja caer que es bastante probable que termine como Max, que fue asesinado por ella con una jeringuilla con aire.
Garrido sigue con su función de agente doble y le comunica a el coronel Karl (Joan Massotkleiner) las intenciones de fuga en el Internado. Por su parte, Hugo (Javier Ríos) advierte que ya ha llegado el cargamento para gasear a los 400 niños, siguiendo las dinámicas internas del régimen nazi que tanto daño hizo durante la Segunda Guerra Mundial. Amaia tenía claro que iba a hacer todo lo posible para impedir el proceso de fuga y le comunicaba a Marcos (Martiño Rivas) que ella iba a cuidar de su hermana Paula (Carlota García).
Una fuga arrasadora
El tiempo jugaba en su contra, pero Fermín sabía que se tenía que hacer. El cocinero infiltrado decidía que la mejor solución era quemar el internado, haciendo que todos los recuerdos terminen rodeados por fuego. Fuera del perímetro de seguridad, Hugo seguía torturando a Rebeca (Irene Montalá) que había sido capturada por OTTOX. En el internado, Iván le prometía a Marcos que iban a encontrar a su madre Irene Espí / Sandra Pazos (Yolanda Arestegui) por mucho que intenten esconderla.
En el Internado los alumnos, profesores y trabajadores se disponían a salir del centro educativo. Todos excepto Paula, que había recibido una supuesta nota de su hermano Marcos que le indicaba que iban a irse juntos. Por su parte, Jacinta (Amparo Baró) veía como toda su vida quedaba reducida en tristes pedazos de recuerdos. María, consciente de la situación de Jacinta no dudaba en mostrarle todo el amor, cariño y afecto que ella les había dado y le recordaba que la familia que habían creado dentro del centro seguiría estando intacta fuera.
Una vez que todo el personal había salido supuestamente por la chimenea camino de los pasadizos, Paula se iba camino de su habitación como su hermano le había dicho. Sin embargo, realmente no era Marcos quien se lo comunicó, sino Amaia, que estaba jugando su última carta en el Internado. La infiltrada tenía una clara finalidad y estaba dispuesta a conseguirlo costase lo que costase.
El principio del fin
Con la habitación de Paula entre llamas, la pequeña se escondía en el armario sin saber su futuro. Por su parte, Fermín y el teniente Garrido seguían con el plan como si nada, mientras que Irene Espí y Héctor de la Vega (Luis Merlo) intentaban escaparse. Con la biblioteca a punto de incendiarse, Evelyn (Denisse Peña) avisaba a Marcos que su hermana no estaba con ellos en la fuga por los pasadizos haciendo que todas las alarmas saltasen.
En la otra salida de los pasadizos, Fermín descubría que le habían tendido una trampa. El teniente Garrido seguía con el plan que desde OTTOX le habían marcado y no perdía el tiempo. El cocinero veía como su planteamiento tenía lagunas que el resto no sabía. Sin embargo, Fermín era consciente desde el primer momento de que no se tenían que fiar de Garrido y le tendía una trampa, poniendo así su vida en peligro con tal de salvar al resto.
El plan de fuga seguía su curso, pero en el interior del Internado todavía quedaban muchos cabos sueltos. Hugo encontraba a Amaia, Paula, Marcos e Iván cuando intentaban escapar por la chimenea por los pasadizos y destapaba la verdadera personalidad de Amaia, descubriendo que era la nieta de Theodora Raüber y que su finalidad era llevarse a Paula. Por su parte, Iván plantaba cara a Hugo, permitiendo que sus compañeros se escapasen. Fuera del centro educativo, el teniente Garrido apuñalaba a Fermín, quedando este herido por necesidad, viviendo sus últimos minutos en las inmediaciones del internado.
Un fuego purificador
El internado se quemaba poco a poco y con él todos los recuerdos. Iván luchaba contra Hugo, el cual finalmente se quemaba vivo tras caer en el fuego. Por su parte, Noiret veía como Julia (Blanca Suárez) descubría lo que estaba sucediendo con su compañero sentimental y no se podía despedir de él por el momento.
Los pasadizos del Internado daban para mucho y un claro ejemplo se encuentra en la larga y agonica persecución de Marcos a Amaia y Paula por esa zona. Finalmente, el mayor de los Novoa Pazos encuentra a su hermana, pero Amaia le amenazaba con matar a su hermana. Pese a eso, Vicky (Elena Furiase) le sorprendía por la espalda y le golpeaba con una pala. Tras esta acción, Amaia caía al suelo y se clavaba la jeringuilla que tenía en la mano, la cual estaba cargada de aire, falleciendo en el acto.
Un intento fallido
María corría desconsolada hacia Fermín que estaba dando su último aliento de vida. La pareja veía como el final de sus planes era un hecho. El cocinero infiltrado era consciente de ello y no perdía ni un segundo en decirlo a María lo importante que fue para ella. De fondo con el internado incendiado María intenta evitar que Fermín muera desangrado, aunque ambos dos eran conscientes de que el final era el fallecimiento de él.
Al otro lado de la frontera, Alicia intentaba hacerles ver a los militares que estaban curados y que estaban siendo engañados por sus superiores. Pese a eso, el Teniente Garrido aparecía y les decía que era mentira y una falsa, haciendo presagiar que el final de sus días seguiría estando en ese tenebroso colegio que estaba siendo destruido por las llamas.
En medio de una situación tan siniestra aparecían Héctor de la Vega y Sandra Pazos, que les recordaban a los militares que estaban apuntando al colectivo equivocado y que los niños eran simplemente niños. Por su parte, el teniente Garrido veía como su estrategia se caía y todos sus militares le desarmaban. Tras eso, Paula y Marcos corrían hacia Sandra y Héctor, reencontrándose tras una larga y prolongada esperada. La familia volvía a estar unida, eso que tan complicado parecía al inicio de la serie y que al final pudo hacerse realidad.
Con los residentes en el internado fuera de las instalaciones e inmediaciones, Theodora y Karl se disponían a fugarse, pero no lo tendrían fácil. En el último instante aparecía Rebeca deteniéndolos por crímenes contra la humanidad, haciendo que pagasen por todos los delitos que habían cometido durante años en el internado.
La historia de un mito
Una vez que todos los residentes del Internado estaban fuera y se reencontraban su nueva vida comenzaba. Con un primer plano del Internado incendiándose se ponía punto y final a una serie que sigue estando presente en el corazón y recuerdo de los españoles.
Entre ese humo y llamas se quemaban recuerdos, vivencias, emociones y una larga historia que nos acompañó desde septiembre de 2007 hasta octubre de 2010. Fueron 7 temporadas y 71 episodios apoteósicos, donde el mínimo parpadeo hacía que te perdieras gran parte de la trama.
‘El Internado’ es esa serie que incluso los que no la han visto saben de qué va. La ficción española se hizo con un hueco en la casa de mucha gente. El misterio, la experimentación humana, la terminología nazi, las desapariciones y asesinatos mezclados con historias de amor y adolescentes fueron en líneas generales las bases del éxito que supuso esta ficción nacional.
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