Cuidado, artículo repleto de spoilers. 

Uno de los puntos más controvertidos de esta sexta temporada de ‘Vikings’ está siendo la evolución de Hvitserk. Este había sido hasta ahora uno de los personajes más luminosos de la serie, siempre preocupado por sus hermanos, siempre dispuesto a divertirse y a enrolarse en una nueva aventura. Un contrapunto a la oscuridad de otros, como el propio Ivar, que ahora se aleja completamente de lo que era en un principio. El Hvitserk que estamos viendo en esta última entrega es un Hvitserk atormentado, atrapado por el alcohol y las drogas y por un miedo que se ha apoderado de él en cuanto la adrenalina ha desaparecido. Como ocurre generalmente, cuando las guerras terminan, las consecuencias más horrorosas y más silenciadas -también desconocidas- aparecen. 

Después de haber luchado junto a sus hermanos -y en solitario- para derrocar a Ivar y después de haber perdido al amor de su vida de la manera más cruel posible, el dolor se ha apoderado de la luz, y la oscuridad ha hecho lo propio. Hvitserk se ha convertido en un personaje paranoico, dominado por el miedo y por unas adicciones que ni siquiera encuentra como tal, sino como vía de escape. Y su comportamiento le ha alejado de todas las personas de su entorno, que, si bien han intentado sacarle del profundo pozo en el que la tristeza le ha metido, han terminado rindiéndose al encontrar todos sus esfuerzos en balde. Una dura situación que está a punto de empeorar. 

En lo que llevamos de sexta temporada, hemos visto cómo todos entendían el miedo de Hvitserk como parte de la paranoia que sufre. Parecía imposible, por todo lo que había ocurrido, pero se han olvidado de un Ivar que lleva demasiado tiempo desaparecido. Aunque creo que todos han tenido claro que el pequeño de los Lothbrok siempre será una amenaza, el tiempo ha hecho que se diluya. Pero no por eso la ha hecho más real. Curiosamente, el paranoico estaba más cerca de la verdad que cualquier otro miembro de su familia. Y esa verdad está a punto de estallar. 

Que vienen, que vienen

Los últimos compases de este quinto capítulo han revelado a Übbe y compañía esa amenaza real que supone Ivar, que no está perdido en un rincón cualquiera, sobreviviendo, como podrían haber imaginado, sino armando un ejército. Junto a los rusos, no ha perdido el objetivo de regresar a Kattegat y vengarse de su familia y de todos aquellos que le traicionaron, obligándole a dejar un trono que, según él, le pertenece. La paranoia se ha hecho real y, aunque de momento la amenaza no se encuentra a las puertas de la ciudad, este aviso también invita a los espectadores a pensar que la batalla está cerca. 

El simple hecho de saber que Ivar está preparando su esperada revancha, por mucho que tarde en llegar, va a terminar de desestabilizar a Hvitserk y puede suponer el comienzo de la catarsis de Kattegat. Con Übbe a los mandos, llegará el momento de tomar decisiones y de adelantarse a los pasos del hermano al que ya se enfrentó en su día y que ahora amenaza con acabar con todo lo que ha construido junto a Torvi. La tensión aumenta, también en un capítulo de transición como este. Y no sé si quiero pensarlo o lo creo realmente, pero siento que el estallido está cerca y que va a ser más fuerte que nunca. 

Más amenazas

La de Ivar, si bien parece la principal y la más preocupante, no es la única amenaza que podría acabar con el orden en ‘Vikings’. Está claro que los bandidos que atacaron a Lagertha y mataron al hijo mayor de Björn suponen otro problema al que se debe prestar atención, pero mis años de espectadora me dicen que debemos mirar en otra dirección. Concretamente hacia el lugar en el que se encuentra el propio Björn, a punto de ser coronado rey de toda Noruega. Un hito nunca visto y que está resultando demasiado sencillo y tranquilo como para ser verdad. Conocidos por su tenacidad y, no vamos a negarlo, por su terquedad, no parece realista que los reyes de toda Noruega entreguen sus tierras y su poder a un solo hombre porque al rey Olaf le ha parecido buena idea. 

Ya en este quinto episodio, menos emocionante que los anteriores, hemos visto miradas que delatan una posible traición oculta detrás de los votos hacia Björn. Puede que al hijo mayor de Ragnar se le acumulen las amenazas y que, además, no esté identificando ninguna, metido de lleno en una burbuja de poder que no le pega demasiado.