Manu Vega acaba de estrenar ‘Fragmentos’, un drama íntimo y emocional dirigido por Horacio Alcalá con guion de Frank Ariza. Hemos hablado con él sobre su personaje y la carga emocional de la película así como su visión del amor y sus próximos proyectos.
MEW Magazine (MW): ¿Cómo llega a ti ‘Fragmentos’?
Manu Vega: Es curioso porque en este proyecto he estado involucrado desde el principio, desde otro lado, desde la parte creativa. Este es un proyecto que está basado en una película muy chiquitita que tenía una premisa muy parecida a esta. Eran dos parejas que se iban a un lugar apartado y se enfrentaban. Y de esa idea, de esa inspiración, hablando con Frank Ariza, el guionista, le decía, “tío, ¿por qué no contamos esta historia?” Y a él le motivó muchísimo y se embarcó en el guion. Y ya llegó después Horacio Alcalá, el director.
Él llega cuando vimos nosotros ‘Finlandia’ y nos pareció que podía encajar. Esta historia es un drama contemporáneo y queríamos ver de qué manera lo podíamos elevar y hacerlo un poco más especial para que no fueran cuatro personas peleándose constantemente, ¿no? Queríamos ver cuál era ese giro para darle un punto más artístico y creativo. Y Horacio lo tenía. Entonces así es un poco como llegué yo al proyecto, me enganché muy pronto con la historia de él y con la historia en general y me involucré con mucho amor, básicamente.
MW: ¿En el guion participaste algo o esto ya fue todo cosa de Frank?
Manu Vega: No, o sea, participé, pero yo no firmo el guion. Mi participación fue ir leyendo y comentando.
MW: En el caso de tu personaje, ¿qué es lo que dirías que es lo mejor y lo peor que tiene?
Manu Vega: Bueno, el personaje como tal, yo creo que justo todos tienen lo mejor y lo peor del mundo en general. Al final son personas extremadamente impulsivas, son con un gran dolor, que no tienen la capacidad de expresar sus sentimientos, ni las herramientas, ni lo referentes para haber aprendido a entender cómo comportarse en una relación romántica. Creo que tiene una cosa muy bonita Diego, que es el compromiso y la voluntad de sacar algo adelante. Que al mismo tiempo es lo peor, ¿no? Que tiene esa voluntad y ese compromiso de sacar algo adelante que quizás debería abandonar y empezar de nuevo.
MW: Y siendo un personaje así tan intenso y emocional, ¿crees que hay algo de ti en él o te has quedado tú con algo?
Manu Vega: Muchísimo, desgraciadamente (risas). Porque yo creo que estas historias tan emocionales a veces nos conectan de una manera especial y yo en mi caso he conectado. No quiero decir que, porque yo haya vivido algo parecido, porque no es verdad, yo no he tenido una relación tan extrema con mi pareja. Pero sí que hay cosas en la adolescencia, comportamientos, que yo cuando leí el guion y cuando pensé en esa historia, me recordaban mucho a todos esos. De crecer con una energía y con unas emociones que lo desbordan todo por encima de la razón y creo que eso es algo con lo que la gente podrá empatizar.
Yo creo que sobre todo el objetivo era contar esto porque dudo que no haya alguien que con algo de alguno de esos personajes empatice o conecte. Definen muy bien muchos de los elementos primarios de cómo nos comportamos en algún momento o cómo se han comportado con nosotros en algún punto en una relación.
MW: Sí, es verdad que por suerte o por desgracia es muy fácil sentirse identificado con algo, por pequeño que sea.
Manu Vega: Exacto. Y ese es un poco el debate, ¿no? Porque hay gente que no entiendo cómo se comporta ella u otros que sí. Al final, de alguna manera, ese debate es lo interesante y es lo bonito. Porque en realidad el objetivo de la película es que no juzgues ninguno de los personajes porque ninguno sabe hacer las cosas mejor. Ese no saber les quita también muchísima responsabilidad. Aunque por otro lado la tienen, porque todos son dueños de sus acciones. Es una contradicción constante.
MW: No son perfectos, pero tampoco se busca eso...
Manu Vega: Claro, claro. Al final hay gente que está convencida de una cosa y están completamente errados no solo en lo que están convencidos sino en cómo enfrentarlo. Y el resultado es desastre absoluto. Yo si me quedara con algo de la película podría eliminarla toda y dejar la secuencia de la comida, que define exactamente cómo son cada uno de estos personajes, cuáles son sus objetivos, cuáles son sus motivaciones, qué les interesa. Al personaje de Emma Suárez le preocupa únicamente ayudar a la gente, porque es la gran salvadora. Y el de Asia Ortega que es simplemente la destrucción, porque es una persona dolida.
MW: ¿Crees que realmente hay algo de amor entre ellos?
Manu Vega: Creo que lo hay. Creo que lo define mi personaje en un momento que dice “yo creo que me quiere, pero que me quiere mal”. Yo creo que eso es así. Estos personajes tienen esa idea del amor de por encima de todo nos queremos, ¿no? Que eso pasa mucho sobre todo cuando eres más joven. Pero el amor no lo es todo. Entonces ellos no entienden esa segunda parte de que el amor no lo es todo. Yo creo que se quieren, pero también que es un amor fruto de la desesperación de cuando eran pequeños. Y al final acaban siendo dos personas que lo que tienen es un miedo absoluto a estar solos. Pero que tienen claro que juntos tampoco es el camino.

MW: Porque para ti, ¿qué dirías que es el amor o cómo tiene que ser?
Manu Vega: Sinceramente no tengo una visión nada utópica del amor. Creo que el amor tiene lo mejor y lo peor de las personas. Viene con el dolor, viene con el sufrimiento y que por ello también es bello. El tener la posibilidad y la capacidad de sufrir por otra persona es una de las cosas que nos separan de los animales, ¿no? Hay un instinto que nos conecta muchísimo y otro que es racional y hay muchísimas cosas que juntas hacen algo inexplicable.
En ‘Interestelar’ el personaje de Anne Hathaway decía que el amor era un elemento que podía traspasar las dimensiones del espacio y del tiempo sin deformarse. Y yo creo que es algo que nos une, que es bellísimo, pero que al mismo tiempo es muy doloroso. Y si no fuera doloroso, no sería amor. Creo que el amor tiene que ser respeto, tiene que ser un plan de futuro y un entendimiento mutuo. El amor al final tiene que ser un equilibrio donde uno idealmente no sufra más de lo que disfruta.
La película coge un tema muy común y lo cuenta de una manera muy diferente y especial
ME: Y volviendo a la película, ¿qué es lo que más destacarías? ¿Qué tiene diferente a otras para que la gente vaya a verla?
Manu Vega: tiene un guío, tiene unos diálogos, tiene una manera de enfrentar los personajes muy especial. El objetivo principal de la película, que era coger un tema muy común y contarlo de una manera muy diferente, lo cumple. Y lo hace sin alejarte del verdadero mensaje de la película y del debate que genera. Y yo creo que poner a la gente en una sala a ver esta película y luego tener una charla, es muy enriquecedor. Hay muy pocas películas que de verdad sean tan honestas en ese sentido, a día de hoy, de parejas. Hay muchísimas películas sobre parejas discutiendo, pero yo creo que aquí es desde otro punto de vista.
MW: ¿A vosotros os dio también para debatir sobre ella?
Manu Vega: Constantemente. De hecho, en las entrevistas cuando vamos juntos o en un coloquio, es que alucinas. La gente te cuenta unas cosas y unos puntos de vista que cada uno lo ve de una manera. Y cuando son distintas generaciones también se nota o distintas clases sociales. Eso es lo interesante.
MW: Hemos hablado de Asia Ortega y de Emma Suárez. Cuando pensabas en esta historia, ¿tenías claro que querías trabajar con ellas?
Manu Vega: Asia fue la opción desde el principio. Porque tiene una energía como la vida misma. Es increíble, es una fuerza… Y yo creo que el personaje le va al pelo. Y Emma también. Porque Emma es al final un espíritu libre que vive en esa parte espiritual, pero al mismo tiempo tiene una sabiduría terrenal, es etérea, en muchos sentidos. Sí, eran el ideal. Y José Luis García Pérez, es horrible decirlo, porque el personaje es muy cínico, pero es que lo hace tan bien que a mí me fascina. Aquí es un cínico, pero al mismo tiempo es un cara dura e infantil. Para mí eran las mejores opciones siempre desde el principio. Lo que pasa es que fue un proceso complicado porque cada uno tiene sus fechas y sus agendas.

MW: ¿Y cómo fue ese rodaje en la isla?
Manu Vega: Pues la isla es idílica hasta un punto, te diré. Hay muchísimo viento en Lanzarote y tiene una energía súper fuerte. Es complicado, te vuela la cabeza. Yo creo que ha influido muchísimo en la película, tanto el viento como esa energía. Y es verdad que cuando se pensó y se fue a buscar ese lugar, está perdido en medio de ninguna parte. El tiempo asfixiaba. La isla es un personaje más. En esta película el espacio tiene que ser importante, tiene que ser relevante y se convierte en un quinto personaje. No valía cualquiera cosa. No hubiera sido lo mismo meternos en un hotel en Cádiz. No creo que tenga el mismo impacto que un lugar así en el que no hay un árbol, pero al mismo tiempo hay vida que sale de la tierra. Es mucho más metafórico.
Lanzarote es el quinto personaje de la película
MW: Y ahora que estamos ya en diciembre, ¿qué es lo que dirías que has aprendido de este 2025? ¿qué balance podrías hacer?
Manu Vega: La verdad que es la confirmación de la locura que es el cine, que te cuesta toda la vida trabajar y de repente haces tres películas en un año. Es un balance muy bueno, pero muy surrealista. Estoy muy contento, pero bueno, también pensando en el ahora y lo siguiente. Pero ha sido un año muy bueno.
MW: Y el 2026, ¿cómo se presenta?
Manu Vega: Se va a estrenar ‘Islas’ con Ana Belén en febrero y luego tengo otros proyectos para rodar. Me hace mucha ilusión. Yo lo que quiero es continuar trabajando, la verdad. O sea, lo único que me interesa. Más allá de eso, mis aspiraciones, mis ambiciones, es que no existen. Solo me interesa continuar currando, que es lo que disfruto. Y ojalá le guste a la gente ‘Islas’ también, que es una historia totalmente distinta. Este año ha sido más de estrenar, el año pasado fue de rodar.
MW: ¿Te verías trabajando en otro campo dentro del audiovisual?
Manu Vega: Como actor y como productor, hay proyectos en los que conecto y poder estar involucrado desde otro lado, te da una perspectiva brutal y es enriquecedor. Y eso me gusta. Pero vamos, la dirección o la escritura, no. Yo lo respeto muchísimo y yo no creo que sea mi lugar.
MW: Y ya para terminar, a nivel profesional has tocado bastantes géneros, pero ¿algo que todavía no hayas hecho y que te gustaría?
Manu Vega: He hecho alguna comedia, algún drama y he hecho un thriller… pues sí, es verdad, he hecho de todo (risas). ‘Reversión’ ha sido una película extremadamente loca donde hay muchísimas caras distintas de un mismo personaje y un personaje que no tiene nada que ver contigo está tan alejado y me lo he pasado muy bien. Eso mola también. Con ‘Fragmentos’ he conectado tanto emocionalmente… Va un poco con la parte de la tortura del artista, que le encanta sufrir. Y yo te diría que el drama al final es con lo que me quedo.






























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