Esta crítica no contiene spoilers de ‘Catalina la Grande’ y está basada en el visionado del primer capítulo de la mini-serie.
El papel de reina no le es ajeno a Helen Mirren. Tampoco el de mujer poderosa. Digamos que se siente cómoda cuando se pone la corona y los vestidos pomposos. Y esto vuelve a ser más que evidente en ‘Catalina la Grande’, mini-serie que se estrena este martes 12 de octubre en COSMO. Vuelve a ser evidente desde la primera secuencia, en la que su majestuosidad vuelve a hacerse con todo. Pero va siéndolo más y más conforme vamos conociendo a su Catalina. Conforme la vamos viendo moverse por su corte, relacionarse con unos y con otros y gobernar, tejer y jugar con los hilos del poder.
‘Catalina la Grande’ nos traslada a la Rusia de mitad del siglo XVIII, concretamente a la corte de su reina. Una reina extranjera que, cuando nadie lo esperaba, logró meterse en el bolsillo al pueblo ruso. La serie, lejos de narrar su llegada a Rusia y su ascenso, nos lleva directamente al momento cumbre de la reina. Nos encontramos con ella dos años después de haber apartado a su marido, Pedro III de Rusia, del trono. Y la acompañamos en su camino hasta su muerte, que tuvo lugar en 1796. Más de 30 años de reinado en los que se granjeó tanto enemigos como admiradores. Algo que podemos ver desde el primer episodio de la mini-serie.
Con un solo episodio, es complicado ofrecer un veredicto final. Pero lo cierto es que, ya desde el inicio, parece claro que lo mejor de la producción es la interpretación de Mirren. Sobria cuando tiene que estarlo y excesiva cuando toca, parece haber captado a la perfección la esencia de Catalina. Mirren está divertida, está soberbia, está poderosa. Su Catalina tiene esa fuerza que tan bien sabe otorgar a sus personajes. Y es la combinación perfecta de fiereza y carisma.
Los escenarios son igualmente majestuosos. Y se llevan casi más miradas que los potentes ojos de Mirren. No es para menos. Palacios, opulencia, más palacios y más opulencia. Escenarios que nos invitan a viajar directamente a esa Rusia que, personalmente, imagino dorada y roja. Esa Rusia poderosa y regia, de la que sigue quedando, de nuevo, la esencia, esa que tan bien se ha captado en ‘Catalina la Grande’.
La interpretación de su protagonista y su ambientación es tal que, por momentos, la historia en sí se pierde. Se pierde porque nos centramos en otros aspectos. Y porque, quizá, ante tanta opulencia, esperamos una complejidad en el guion que, al menos en el primer episodio, no llega. Y se echa en falta un poco de emoción, aunque a veces haga acto de presencia. Un conflicto mayor o mejor construido. Y una presentación algo más eficaz de los personajes, pese a que en algunos casos no resulta del todo insatisfactoria.
Entonces, ¿es el primer episodio de ‘Catalina la Grande’ un buen piloto? Podríamos decir que sí, para una serie histórica que no busca atraparte de la misma manera que lo haría un thriller. Lo es porque construye bien los lugares y los ambientes, porque nos presenta a unos personajes verosímiles y lo suficientemente interesantes como para llamar nuestra atención y porque ya nos muestra el conflicto principal y hacia dónde puede desarrollarse. Pero no es el capítulo inicial perfecto, quizá porque pone demasiado peso en su protagonista y con ello deja medio vacío todo lo demás.
‘Catalina la Grande’ se estrena este martes 12 de octubre, a las 22:00h, en COSMO.
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