‘L.A.’s Finest’ está de regreso. Y con un inicio de temporada de alto voltaje.  Syd y Nancy vuelven a demostrar que la química entre personajes es algo que existe o que no. Y, entre estos personajes, hay de sobra. Por eso, nuestras miradas se fijan inmediatamente en lo que nos cuentan. Da igual la escena que sea y como empiece. Y es que, en este inicio de temporada, la acción comienza en los primeros compases. La acción y los disparates. Esa combinación que tan bien hilaron en su primera temporada y que siguen manteniendo. Incluso, un poco más efectiva.

Quizá, lo que más me guste de esta serie policiaca es que las tramas no son simplemente tramas para pasar el trago, de un capítulo más. Mientras seguimos soltando detalles ínfimos sobre esa historia principal que debe mantenernos alerta. En este caso, son capaces de dar la importancia que hay que dar, a lo que estás viviendo, en modo presente. Enredando todo lo que hay que enredar. Y dando mucha más profundidad a cada uno de los personajes. Aunque solo vayan a estar 5 minutos en pantalla. Pero siempre te dejan este poso de saber mucho más que cualquier otro personaje en situaciones similares. Y en series similares.

Empezamos con Syd y Nancy metidas en un nuevo jaleo. Una fiesta. Apuestas. Alcohol como bebida hidratante y sexo. Todo ello para dar con una documentación necesaria y que es más dura de roer de lo pensado. Así que la acción, los golpes y la huida es mucho más rápida de lo que pensamos. No sin antes dejar claro que hay límites que no se han de pasar.

Y, tras este exquisito comienzo, donde las dos protagonistas nos dejan claro que vienen curvas, nos adentramos en el caso de la semana. Junto a sus compañeros Walker y Baines. Para carganos a risas y cierta melancolía. Porque en sus capítulos, no lo olvidemos, nos van a tocar, donde más duele, aunque siempre nos dejen con una sonrisa en la boca.

‘L.A.’s Finest’ viene mejor. Con más realidad. Y una mezcla necesaria entre el drama y la comedia. Porque toda sombra tiene su luz.

Jessica Alba y Gabrielle Union, perfecta pareja

Hay un engranaje perfecto en esta historia. Y la clave está en hacernos ver cómo espectador que esta pareja, junta, en pantalla, es una necesidad. Pero, al mismo tiempo, están dando vida a Syd y Nancy. Mujeres que no solo trabajan y que tienen vida más allá de esa justicia que persiguen. Y mucho pasado. Muchísimo. Donde también han de perdonarse para continuar. Sino que también es importante que nos cuenten su día a día. Que veamos a Syd en su casa, con sus problemas. Y a Nancy peleando con los suyos. La necesidad no ose centra, en exclusiva, como esa pareja de amigas que tienen una química infinita. La necesidad también se centra en ellas, como personajes independientes y únicos.

El trabajo de Jessica Alba con Gabrielle Union me parece perfecto. Y cómo han abordado y construido sus propios personajes y la historia en conjunto, es excelente.

Con personajes imperfectos…

Es importante que las heroínas que nos muestran no sean ni cándidas ni perfectas. Es importante que nos muestren errores. Incluso errores que nos cuesten asumir. Situaciones complejas y hechos que no resulten agradables digerir. Es la única forma de ser transparentes y cercanos con la realidad. Provoca que el público pueda empatizar mucho más. Porque si nos muestran personajes que nunca han roto un plato, ya no tienen cabida en nuestra percepción de cómo es la vida.

¿Me choco el pasado de Syd y de Nancy? Sí, claro que me chocó. Y tuve que abordar cierta inquietud interna por eso de ver a dos protagonistas, que me gustaban, bajando a los fondos más oscuros y haciendo cosas que, bajo mi mirada, rompían su integridad. Pero en ese juego, encuentras el equilibrio. Y la verdad. El hecho de entender que todos tenemos derechos a fallar. Y que cualquiera puede hacerlo.

‘L.A.’s Finest’ ha conjugado con mucha exactitud.