La lista de los deseos
Lo mejor
- Lo amable, vitalista, colorista y esperanzadora que es; los mensajes que envía a este respecto
- El reparto, encabezado por una María León que nunca me cansaré de ver
Lo peor
- En ocasiones, el ritmo se vuelve irregular y puede hacer que el espectador desconecte
‘La lista de los deseos‘ es una película llena de colores, pero predominan dos: rosa y morado. Escrita y dirigida por Álvaro Díaz Lorenzo (‘Los Japón’, 2019), la protagonizan María León, Victoria Abril y Silvia Alonso. Bien acompañadas por otro trío interesante: Salva Reina, Boré Buika y Paco Tous. Todos estos nombres propios van y vienen en una película que, creo, busca dos cosas: concienciar y hacer sonreír.
Eva (María León) es una joven veterinaria de Sevilla que descubre, de un día para otro, que tiene cáncer. Acompañada de Mar (Silvia Alonso), su mejor amiga y su única familia, comienza a someterse al tratamiento necesario para superarlo. En el hospital, durante las sesiones de quimioterapia, conoce a Carmen (Victoria Abril), una mujer de edad avanzada que ha pasado por esa situación hasta tres veces. Carmen llama al cáncer “ese cabrón”, pero no se amedrenta ante él. Lo combate, lo desafía y lo vence. Está segura de esto último, y también está segura de que Eva, como ella, lo conseguirá.
La amistad entre ellas surge de manera natural, espontánea, con el paso de los días y compartiendo ese escenario común, indeseado, pero que también trae cosas buenas. Por ejemplo: el nacimiento de otra familia, una familia diferente. Y con el nacimiento de esa familia entre Eva, Carmen y Mar surge un plan: un viaje de siete días en el que cada una tiene que cumplir tres deseos. Todo lo anterior -el descubrimiento de la enfermedad, el tratamiento, los primeros días de asumir lo sucedido- está presente en ‘La lista de los deseos’, pero pronto nos encontramos en una segunda parte de la película que es en realidad la importante. Tiene que ver con vivir la vida.
Sobre vivir
Así que ‘La lista de los deseos’ va, sobre todo, de vivir. En un momento determinado pensé que en esta película están todas las ideas buenas y bonitas del mundo, aunque sea tirando de clichés, aunque sea en contextos extraños. No importa, porque lo que busca ‘La lista de los deseos’ es hacer sonreír al espectador, y quizá decirle un poco: la vida se está yendo y no has cumplido esos tres deseos. Y la vida se nos puede ir en situaciones de amenaza, pero también en condiciones normales. Así que lánzate, parece decirnos, sobre todo con el personaje de Mar. Lánzate y vive lo que quieres vivir. Lánzate y cumple esos tres deseos, y cumple muchos más. Vive.
‘La lista de los deseos’ es alegre, por sus colores y por la música, por el tono, por el vocabulario empleado, por el propio guion. Ya lo he dicho en más de una ocasión: a mí me cuesta bastante reírme con las películas, y aunque ‘La lista de los deseos’ no me ha hecho reír a carcajadas sí me ha sacado esa sonrisa cómplice de quien está disfrutando de lo que ve. Las historias que giran en torno a enfermedades tampoco son mi fuerte, pero esta propuesta tan amable y tan vitalista puede hacerle bien a muchas personas. Y aunque a veces el ritmo pueda adormecer un poco, no tarda en recuperarse.
Vive concienciado
‘La lista de los deseos’ es también, como digo, conciencia. Conciencia con la realidad que sufren millones de personas en todo el mundo. Con el dolor, la impotencia y quizá la pérdida. Al fin y al cabo, dos de sus protagonistas padecen cáncer, y aunque todo esté teñido de ese rosa y ese morado de las mujeres, no deja de haber dudas, miedos, preocupaciones y momentos en los que tirar la toalla parece lo más lógico cuando no te quedan fuerzas. Nos acercan a todo esto, con las palabras justas y la emoción en esos ojos de María León que a mí siempre me han parecido de una fuerza brutal.
El mensaje, en cualquier caso, es de esperanza, y tiene que ver con lo ya comentado: vive. Todo lo que puedas, tanto como puedas. También contiene otro mensaje muy importante: no estás sola. Se siente en cada segundo, entre las miradas de complicidad y los abrazos tan sentidos. Y esto nos lleva a otro lugar seguro: el de las familias, que pueden surgir en cualquier parte y que pueden salvarnos incluso cuando creemos que nada puede.
‘La lista de los deseos’, en definitiva
Es una película amable, colorista y vitalista que lo tiñe todo de rosa y de morado, que nos invita a espiar conversaciones entre amigas que viven realidades diferentes pero que han construido una misma realidad para ellas. Que nos manda un mensaje de esperanza, y de no estás sola, y de encuentra tu lugar y tu familia. Y de ¡vive!, sobre todo este. Conciencia, hace sonreír, puedes disfrutarla. ‘La lista de los deseos’ es agradable de ver, y deja buen sabor de boca.
Se estrena el próximo viernes 3 de julio.
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