Ana, interpretada por María Castro, es una mujer al límite. Divorciada y atormentada por su pasado, pide ayuda a su mejor amigo para prepararse a testificar en la que sin duda será la declaración más importante de su vida. De su coartada dependerá no solo la custodia de su única hija sino también su propia libertad. A lo largo de la noche, el enfrentamiento descarnado con sus propios demonios revelará hasta dónde es capaz de llegar para evitar el peor de todos sus miedos: el silencio.
Gracias a un juego escénico que mezcla la intriga y el drama, el espectador entrará en la mente de Ana que, presa de la desesperación y de un pasado que la atormenta, hará todo lo que esté en su mano para no perder a su hija. ¿Qué coartada ideará para evitarlo? Conociendo su historia entenderemos de lo que es capaz con tal de que el silencio no la engulla. “Esta obra supone un reto dramatúrgico: meter al espectador en la mente de la protagonista para que la acompañe a lo largo de toda la función. Para que no la juzgue sino que conviva dentro de ella. Para que entienda el por qué de unas decisiones a las que esta madre se ve abocada fruto de unas circunstancias que la superan y contra las que se rebela”, comenta el director.
Un thriller psicológico lleno de suspense
Bernabé Rico dirige a María Castro, Dani Muriel y Miguel Hermoso, quienes conducirán al espectador por este thriller psicológico lleno de suspense que orbita alrededor de la lucha de una mujer por solucionar un doble conflicto: el legal y el interno generado por la culpa. Una intrigante obra que le mantendrá en vilo hasta su conclusión.
“La coartada juega a modo de suspense policíaco una historia que se va desvelando progresivamente a medida que nos vamos haciendo cómplices de su personaje principal. Pero como las grandes obras esa no es más que la forma para ahondar en un contenido de altos vuelos, dando paso la narrativa a un thriller psicológico y este a un drama romántico de creciente intriga hasta su emotivo e impactante final”, destaca Bernabé.
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