Una vez más David Bisbal ni falló ni defraudó. Sus dos conciertos de este pasado fin de semana en Málaga y Toledo volvieron a convertirse en una arrebatadora sucesión de emociones, gracias a las vibrantes canciones y coreografías con las que el artista almeriense está haciendo de su gira HIJOS DEL MAR TOUR una de las más potentes e innovadoras del año. En la Plaza de Toros de Toledo ante más de 5.000 fieles y con el Auditorio de Málaga totalmente lleno, David Bisbal ofreció 2 de los conciertos más intensos y emocionantes de esta gira, ante un público que en ambas ciudades no dejó de cantar y bailar con sus temas de ayer y sus éxitos más recientes.

Comenzó en ambas ciudades cantando tres temas seguidos, sin interrupción (“Mi norte es tu sur”, “Antes que no” -primer single de su último disco- y “Esclavo de tus besos”), para continuar luego con el público ya totalmente entregado con una sucesión de baladas combinando temas de su último disco con otros más clásicos (“Quiero perderme en tu cuerpo”, “Culpable”, “Lo tenga o no” y “Tu y yo”). Hubo espacio también para el acústico, como en cada show, y a continuación, acabada esta parte más íntima, apareció el David Bisbal maestro de ceremonias que puso a bailar a Toledo y Málaga, con la parte central del espectáculo, esa en la que se ve en todo su esplendor la innovadora y atractiva puesta en escena de HIJOS DEL MAR TOUR. Un espectáculo en el que la parte visual y la musical se unen en una producción absolutamente moderna, propia de grandes eventos internacionales. Así fueron cayendo temazos como “Lloraré las penas”, “Torre de Babel” o el perenne “Ave María”

David Bisbal ha conseguido llegar a una etapa de madurez artística en la que combina la osadía del artista que sorprende con cada nuevo trabajo con la energía de un artista que sobre el escenario muestra la pasión de un principiante, y eso se refleja en cada uno de los conciertos de HIJOS DEL MAR TOUR. En Toledo y Málaga, como en el resto de la gira, todos sus fans pudieron disfrutar de más de 2 horas de música con el ritmo frenético de un artista con un repertorio tan amplio que puede permitirse el lujo de no repetir canciones. A no ser que esa repetición suponga el climax final, con el público cantando, bailando, disfrutando y ya exhausto con el medley que incluye “Fiebre”, “Antes que no”, “Diez Mil maneras”, “Esclavo de tus besos” y “Ave María” en versión electrónica.