La Trilogía del Baztán llega a su fin y hemos tenido oportunidad de hablar con Imanol Arias, que desde ‘Legado en los huesos’ (2019) es uno de los protagonistas de esta historia, tan local y tan universal a la vez. ‘Ofrenda a la tormenta‘ aterriza en Netflix el próximo viernes 24 de julio, y lo hace con la ilusión de poner fin a un proyecto de una dimensión enorme, visto pocas veces en nuestro cine. Imanol Arias hace referencia a esta gran obra, y también habla de su personaje, el Padre Sarasola, uno de los personajes más inquietantes, también uno de los más atractivos, de esta saga.

Me cuenta que lo ha sentido como un trabajo muy bonito, y se nota que ha disfrutado tanto del rodaje, como de la historia misma, como de las posibilidades de conversación y reflexión que surgen a partir de ella. De todo esto hemos hablado. Disfrutad de la entrevista, y disfrutad de ‘Ofrenda a la tormenta’.

MEW Magazine (MW): Cuéntame, ¿qué va a ver el espectador en ‘Ofrenda a la tormenta’?

Imanol Arias: ‘Ofrenda a la tormenta’, en su trilogía, tiene como un mundo que desarrolla por tiempos, que va acompañado mucho de la edad de la protagonista, de Amaia. Yo creo que lo que va a ver el espectador es un paso del tiempo. Amaia con una madurez enorme, y una fragilidad: que tiene un hijo. Tiene algo pequeño que cuidar. Y eso además la conecta mucho con todo el problema de la saga, con lo cual va a enfrentarse no solamente con todo lo que se enfrentaba antes sino con su propio yo, con su propia esencia. Es una película muy dinámica, pero también muy de introspección hacia uno mismo.

MW: ¿Qué crees que caracteriza esta película que supone un punto de diferencia con las anteriores? Tanto con ‘Legado en los huesos’ como con ‘El guardián invisible’.

Imanol Arias: No sé, me da la impresión, ¿eh? Pero cuando hay una trilogía las diferencias no se marcan tanto, como que se constituyen con los tiempos. Las diferencias son los puntos de vista que hay en cada entrega, o el propio desarrollo de la historia que haga que cada entrega centre la atención en algo que la haga diferente. La primera era una película muy misteriosa, policial; la segunda entra más en lo místico, al definir el mal; y esta tercera, si en algo se diferenciara, es en la relación estado tiempo con respecto al asunto, a la trama. Es diferente, y las circunstancias, pero es el mismo ambiente, es la misma historia contada en el tiempo final.

MW: Marta Etura me habla de esta película como un thriller; Fernando González Molina me habla de ella como un drama. ¿Cómo la sientes tú?

Imanol Arias: Bueno, es un thriller dramático (risas). Me voy a explicar. Yo creo que a la hora de generalizar géneros la narrativa cinematográfica, hasta hace muy poco, hasta la incursión de nuevas tecnologías, solía responder, salvo los innovadores que hacían mezclas o transformaban todo, solía responder mucho a lo que era un drama, un drama policial… Un thriller, por lo que hay de investigación, un drama por lo que hay de personal… Creo que hay algo en las nuevas formas de contar que acercan más la forma de trabaja al relato que a la novela, como hacíamos antes. Antes había un desarrollo, nudo, desenlace, ¿sabes? Ahora, yo creo que con la nueva forma de narrar, hacia adelante, hacia atrás, recuerdos, visiones… Todo se enriquece mucho más para llegar mucho más adentro, y creo entonces que el thriller, visto desde ahí, seria una definición corta.

Es una película de nueva trama, de nueva escritura, en el sentido de que recorre tiempos y espacios, y es muy personal, del protagonista, y sin embargo el problema general es enorme fuera. Creo que es una mezcla de géneros muy interesante, como es la propia novela, que crea un estilo de narrativa con respecto al Norte y a las ficciones vascas y navarras.

MW: Recuerdo que hablando contigo sobre ‘Legado en los huesos’, allá por diciembre, reflexionaste con mucho acierto sobre los temas que recorría la película; sobre todo, con lo que tenía que ver con el bien y el mal. En este sentido, un poco de forma reflexiva o analítica, ¿cuáles son los temas que, sientes, sustentan ‘Ofrenda a la tormenta’?

Imanol Arias: Habría una confrontación entre tradición y modernidad. Curiosamente, en estos tiempos, ahora mismo, esa confrontación se extiende a muchos ámbitos. Cómo transformar lo vivido, cómo atender a las señales de los problemas que han surgido, por qué y cómo afrontarlos, y de alguna manera también en lo personal. Cuando uno se enfrenta a algo que lleva dentro y que puede cambiar el rumbo de su vida, y que hereda.

De alguna manera la película narra esa parte. Hay una herencia intrínseca. Uno puede vivir su historia, puede transformarla, pero no puede huir del karma histórico, de todo el antecedente que tiene detrás. De tu sangre, de los cuentos que contaron a tus antepasados, de las leyendas que te entran por el oído cuando eres pequeño, de las misiones, de los olores, de los cariños que tienes. Y esta película habla del brutal descubrimiento del mal en esos contextos más personales.

MW: Si te pones un poco en la piel del espectador, ¿por qué sientes que esta Trilogía del Baztán puede ser atractiva para el espectador? ¿Qué ves tú como espectador en ellas?

Imanol Arias: Dentro de las múltiples o de las variadas formas que tiene uno de ver el cine, esta película se verá fundamentalmente a través de algo que es universal, que es una plataforma. ¿Por qué es interesante? Porque entra dentro del nuevo cine en el que las historias tienen que ser buenas historias como eran antes, pero los ámbitos en los que se ven han aumentado mucho su exigencia. La tecnología aplicada al arte y la creación, el dibujo, el 3D, la realidad casi virtual en algunos planos, permite al cine recrear en espacios relativamente pequeños. En tres calles recreadas increíblemente te hacen ‘Peaky Blinders’.

Esta película tiene mucho de ese trabajo. Xavi Giménez hace una fotografía que abunda mucho en crear espacios de realidad reales, pero que sean muy oníricos. El espectador no tiene que escuchar palabras para entender muchas sensaciones en estas películas. En este sentido hay una cámara brillante, moderna; en el sentido de que entran por todos los sitios, nunca por el lado más frontal ni el más cómodo. Creo que las otras dos han funcionado muy bien, y esta tiene esa característica. Son películas de una gran calidad pero que también piensan en el espectador. Hay algo de divertimento del espectador; el que asista a algo entretenido y bien hecho es muy importante en esta película. El director es uno de los buenos en eso, es un ser especialmente dotado para eso.

MW: Con respecto a tu personaje, ¿qué viste de atractivo en él y cómo quisiste empezar a trabajarlo?

Imanol Arias: En primer lugar, que me ofrecieron un personaje en una segunda entrega de una trilogía después de haber visto la primera, que me gustó mucho. Yo soy de muy cerca de por allí, entonces había cosas de ambiente, de sonido, de lenguajes, de símbolos… que yo tengo muy cerca. Ya de entrada me pareció un enorme regalo. Yo hago mucha televisión, me toma mucho tiempo, así que cualquier posibilidad de disfrute, ni siquiera de necesidad vital… Es un disfrute que me puedo dar hacer tipos de trabajo en el cine, pequeños, grandes, de dos días de colaboración, de tres…

Porque la televisión me está ocupando de momento mucho tiempo, y cada vez que surge una cosa que me ayuda a trabajar como actor, que me tiene tenso en el mejor sentido, que me gusta asistir al rodaje, que pido ir más días de los que ruedo para ver un poco… Porque me gusta mucho esto, me gustan mucho las cosas bien rodadas.

Esta película cuadró. La relación con Fernando ha sido maravillosa, me he llevado muy bien con él. Me ayudaba mucho, le gustaba mucho charlar conmigo sobre el bien y el mal, y lo que podríamos dar al margen en cada plano, el miedo… Ha sido un trabajo, en ese aspecto, muy bueno. Estoy muy contento. Ha sido un regalazo. Trabajar así está muy bien.

MW: ¿Y por qué tu personaje es importante en esta trilogía? ¿Qué papel sientes que desempeña?

Imanol Arias: El personaje no es el mal, pero arrastra toda la culpa de la institución que haya podido tener con respecto al mal. Es verdad que la institución, en un momento determinado, quema los libros, quema el conocimiento y da paso al mal. Y siempre queda un estigma. Con respecto al mal, el demonio, los ángeles, la iglesia siempre ha estado en medio, en el pensamiento popular, ¿eh? Yo no soy un experto ni nada, pero tengo la sensación de que en el acervo popular siempre había una delgada línea entre el bien y el mal dentro de esos próceres de la iglesia, lo demoníaco…

Este personaje, lo interesante, es que es muy científico, y que es un personaje que parece que lleva encima la culpa de la institución, que es lo que le da esa sobriedad, esa seriedad y ese dolor. Él trabaja en un lado, pero sabe que eso se produjo hace mucho tiempo y que está muy arraigado. Y que ellos fallaron. Por eso tiene esa especie de autoridad con cara de miedo, ¡él mismo tiene miedo! O al menos esa es la impresión que me daba a mí. Sarasola las pasa canutas también.

MW: Y con respecto a la relación de Sarasola con Amaia, ¿cómo trabajaste con Marta?

Imanol Arias: Tengo mucha admiración por Marta, desde que la conocí en ‘AzulOscuroCasiNegro’, que yo era miembro del jurado en Málaga; creo además que me acerqué en un momento y le dije: me encantas como actriz. Desde entonces siempre que nos saludábamos, nos saludábamos cariñosamente, como una persona que conocí muy joven y que me gustaba mucho su trabajo. Cuando tuve la posibilidad de trabajar con ella… Se lo dije abiertamente: oye, estoy feliz, te admiro muchísimo. Y empatamos: dos actores del Norte, afincados en Madrid, hablando de una historia del Norte.

Ha sido una relación como estas que se dan en el cine: no he visto a Marta mucho después del rodaje, creo que hemos comido una vez, pero sin embargo hay algo en ese trabajo que nos ha hecho que yo me interese mucho por lo que le pasa. Ha sido muy interesante. Es una actriz poliédrica, con una intensidad interna y una verdad muy especial. Y es una persona entregada, que le gusta ser exigente y no hace de eso un sufrimiento. Y eso es una gloria en el trabajo, porque a veces la exigencia o las presiones que tienes te hacen ser peor, menos abierto, como más reconcetrao, como defendiendo un poco tu incapacidad. Con ella es maravilloso.

MW: Haciendo como una especie de balance de todo el recorrido, de las tres películas, de este viaje, ¿qué sientes que habéis creado?

Imanol Arias: Es un producto que se ha ido adaptando a las circunstancias de la longitud de su rodaje y de su promoción. Es una película que ha tenido un enorme éxito en una plataforma mundial, que cuida mucho sus contenidos, y que ha hecho que tenga una resonancia. Y ahora es una película que sale en un momento, en Netflix, donde el uso de esa plataforma ha aumentado muchísimo, con lo cual se considera un estreno a nivel mundial. Es muy interesante que las cosas se vayan produciendo así, es lo que hay, se ha podido adaptar y al ser una trilogía ha vivido los tres tiempos.

‘Ofrenda a la tormenta’ está disponible en Netflix a partir del viernes 24 de julio..