Ana Torroja, la voz del pop español, repasó la banda sonora de la vida de muchos de los que abarrotaron anoche la cantera de Starlite, en su primera visita a este Festival con un show en solitario. Con un pop pegadizo y baladas contundentes, la que fuera vocalista del trío Mecano, cautivó en su actuación de anoche, donde repasó los temas de su último disco Conexión.
“Estoy que reboso de estar feliz aquí anoche, en España, en Starlite. Quiero darle las gracias a Sandra (García-Sanjuán) y a este Festival, que cada día es más grande”, aseguró una emocionada Ana Torroja, cuyo propósito fue llevar al auditorio de la cantera “a hacer un viaje por el tiempo”.
Y así, la artista se ganó al público de Starlite, arrancado el espectáculo con La fuerza del destino y Hoy no me puedo levantar, dos grandes temas de Mecano, para seguir con dos de sus grandes éxitos como intérprete solista, A contratiempo y Disculpa.
Y poco a poco fue Ana Torroja jugando al escondite con El 1, el 2 y el 3; y lloró y lloró por él, con Naturaleza muerta; y se reencarnó en lápiz o en papel con Dalí; y se marchó a Nueva York con la navaja de explorador con No hay marcha en Nueva York…
La artista, que atesora en su haber más de 25 millones de discos vendidos en todo el mundo, tuvo también un hueco en su repertorio para canciones que han ido marcando puntos de inflexión en su carrera en solitario como Ya no te quiero, No me canso, Cómo sueñan las sirenas, Sonrisa o Corazones.
“Hay canciones que envejecen bien, que cada vez tienen más sentido y que uno las canta, porque todavía queda mucho por hacer”, explicó la artista antes de cantar Mujer contra mujer, a la que sucedió con El 7 de septiembre y otros temas como Ay qué pesado, Un año más o Hijo de la Luna.
Ana Torroja se sintió muy cómoda anoche en Starlite, y quiso que cada asistente encontrara la canción de su vida en su repertorio. Y cantó Un año más, y Barco a Venus y Me cuesta tanto olvidarte… para luego acceder a las peticiones del público como Una rosa es una rosa, El cine…
En definitiva, una noche única e inolvidable que quedará en la retina de todos los asistentes a la cantera de Starlite.
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