‘La madre de Frankestein’, una adaptación de Anna Maria Ricart Codina de la novela de Almudena Grandes, llega al Teatro María Guerrero de la mano de Carme Portaceli. La obra está protagonizada por Ferran Carvajal, Jordi Collet, Pablo Derqui, David Fernández “Fabu”, Gabriela Flores, Belén Ponce de León, Blanca Portillo, Macarena Sanz y José Troncoso.
En 1954, tras haber pasado más de la mitad de su vida exiliado en Suiza, Germán Velázquez vuelve a España para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Allí se reencontrará con Doña Aurora Rodríguez Carballeira, una mujer inteligente y brillante pero que está paranoica. Él la conoció en la clínica de su padre a los 13 años y le fascinó tanto que por ella decidió convertirse en psiquiatra.
Sin embargo, a su regreso a España se encontrará con un país que ya ni reconoce: la rotundidad del sol, la humillación de las mujeres, la falta de libertades, otras banderas y nombres en las calles. Miedo, silencio, miseria y soledad es lo que descubre cuando aterriza de nuevo en su país de origen.
‘La madre de Frankestein’ nos sitúa en los años 50 en España en pleno franquismo. En esta época nos trasladamos a un manicomio de mujeres que se convierte en el reflejo de un país en el que las diferencias sociales e ideológicas son lo que determinará las relaciones humanas. Un retrato de una época, de un momento concreto que vivió nuestro país en unos años que todavía nos son cercanos.
Se trata de una adaptación de una extraordinaria novela de Almudena Grandes. Destaca que la visión protagonista es precisamente la de una persona que no se ha criado en España en los años 50. Cuando Germán vuelve a su país se encuentra con un entorno desconocido y que no le gusta. Un personaje a través del cual se critica la falta de derechos y la desigualdad en comparación con otros países europeos.
Todo el texto tiene una intención retorcida y nos presenta un contexto muy concreto. Una representación crítica y fiel a un momento de nuestro país que sigue siendo desconocido para muchos de nosotros. Una manera de saber de dónde venimos y cómo hemos llegado hasta donde estamos. ‘La madre de Frankestein’ es una obra fascinante por el contexto, por todo lo que tiene que decir y, por supuesto, por su brillante personaje Doña Aurora Rodríguez Carballeira.
Un adaptación impecable con interpretaciones brillantes
La adaptación de una novela como esta requiere es un trabajo complicado y requiere mucha precisión y lecturas de guion. Anna María Ricart Codina lleva a las tablas un texto magnífico que Carme Portaceli dirige con maestría. ‘La madre de Frankestein’ es cautivadora por la forma de narrar un texto difícil e intenso.
Sin embargo, pese a lo que pudiera parecer -y a su larga duración- se trata de una representación dinámica, activa y de lo más entretenida para el espectador. En ocasiones cómica y en otras un poco más trágica.
Un trabajo impecable que se sustenta gracias a unas excelentes interpretaciones de un reparto muy coral encabezado por Blanca Portillo, Pablo Derqui y Macarena Sanz. Junto a ellos, cabe destacar también el gran trabajo de Ferran Carvajal, Jordi Collet, David Fernández “Fabu”, Gabriela Flores, Belén Ponce de León y José Troncoso.
Asimismo, cabe destacar también la parte decorativa con un espacio escénico espléndido diseñado por Paco Azorín y Alessandro Arcangeli y la iluminación de David Picazo. En su conjunto todo ayuda a entender mejor la obra de teatro y a disfrutar aún más de lo que estamos viendo.
Comments