La música es más música cuando es en directo. Cuando se escucha el roce de los dedos en las cuerdas de una guitarra y cuando la voz del cantante se desgarra, emocionado por lo que hay detrás de la letra que reproduce y que él mismo escribió tiempo atrás. Es más música incluso cuando todos nos confundimos al cantar una canción, incluido su autor, y cuando casi ni escuchamos la voz por la que hemos pagado una entrada entre los coros de la gente. La música es más música cuando miramos a los ojos, cuando nos cuentan la historia que hay detrás de un tema, cuando la emoción se apodera de todo. Y la música fue más música el pasado jueves 26 de diciembre en la sala La Riviera, donde Dani Fernández se entregó a un público también entregado

El Tour Incendios hizo una de las paradas más esperadas para terminar el año, llenando una de las salas históricas de Madrid, en la que han tocado todos los cantantes y grupos míticos de nuestra música. Allí los conciertos siempre están envueltos por un aura especial, que en este caso se multiplicó en el momento en el que el alcazareño comenzó a cantar sobre el escenario. Él mismo reflejó la magia de la sala en uno de sus discursos, en el que recordó cómo hacía años la había visitado para disfrutar de un concierto de Supersubmarina, casi sin atreverse a fantasear con verse en el futuro en el lugar que ocupaba el grupo. 

Estos discursos, personales y sinceros, fueron unos de los protagonistas de la noche, en la que se vio a Dani Fernández muy emocionado en todo momento. El cantante no dudó a la hora de hablar de los momentos más complicados de su carrera profesional y de su vida personal, como tampoco lo hizo al agradecer -en incontables ocasiones- a todas las personas que han puesto su granito de arena para que él cumpla su sueño. Un sueño que aún tiene mucho recorrido, pero que en parte se vio cumplido en la Riviera, bailando y saltando, tocando la guitarra y dejándose la voz, susurrando y contando historias suyas y nuestras. 

Dani Fernández
Dani Fernández en un concierto anterior de su gira. | Foto: Ana Márkez

La música en directo sigue viva

Durante la hora y media larga que duró el concierto, Dani Fernández repasó todas sus canciones y, además, versionó algunos temas míticos de nuestra música, como ‘Emborracharme’ de Lori Meyers, ‘Estrella Polar’ de Pereza o ‘’En la casa de Inés’, de Guaraná. No sabría quedarme con un solo momento de la noche, porque en todos ellos la energía estaba por las nubes, con un público que se habría quedado un par de horas más escuchando el directo del cantante y de su banda. Y un cantante y una banda que tampoco querían dejar el escenario. 

Sé que personalmente disfruté mucho de ‘Soldadito de hierro’ y de ‘Y te diré’, pero porque esas canciones me tocan de una manera especial, igual que a mi alrededor vi ojos emocionados con ‘6 de septiembre’ o con ese ‘No te pido que vuelvas’ que compartió con Marta Soto. Cada uno tiene sus historias propias que conectan con las que cantaba Dani sobre el escenario, con los ojos inundados de emoción y de felicidad. Esa es la fuerza de la música (en directo)

También sé que me quedo con lo mucho que me gustó su directo y el de su banda, compenetrados como si fueran partes de un único ser. Y, sobre todo, me quedo con lo que dijo el propio cantante en uno de los descansos entre tema y tema. La música en directo, tal y como siempre la hemos conocido, en auténtico directo, sigue viva. Gracias a los que la consumen, por supuesto, pero también gracias a quienes se atreven a hacerla tal y como la sienten y luchan por que sea escuchada. Y ahí el bueno de Dani Fernández tiene mucho que decir. 


Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

Viendo ‘The Witcher’ (parte II): dentro del Continente

Previous article

5 canciones de Cepeda a las que recurrir para hablar de desamor

Next article

You may also like

Comments

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.