Escasas 48 horas para que la vida vuelva a rodar en ‘#Luimelia’. Una tercera temporada de la cual ya vienen avisando que será una auténtica montaña rusa de emociones. Pero antes de llegar hasta ahí, de ver todo lo que Luisita y Amelia crecerán a lo largo de la nueva temporada, queremos detenernos a hablar de esa escena que nos gustó. Esa escena que nos llamó más la atención dentro de cada capítulo de la temporada presentación. Porque viajar al pasado y analizar es una de esas cosas que aquí, en este medio, nos encantan.

Así que… ¡Ahí van! 

Estas son nuestras seis escenas de la primera temporada de ‘#Luimelia’. 

1×01 – La escena final

El camino individual y solitario que realizan ambos personajes, por las calles de Madrid, es aquel en el que nuestra mente está ganando la batalla. En el que parece que todo se está desmoronando alrededor. Llenando la cabeza de fotografías de deseos incumplidos. O anhelos a punto de ser enterrados. Porque parece que la vida no está dispuesta a entregarles aquello que buscan. Hasta que, de pronto, el destino te muestra que, cuando menos lo esperas, te planta frente a quien será. Pero es bonito ver ese proceso. El desasosiego que se genera cuando algo que se quiere se aleja de forma inequívoca. Y cómo cambian las facciones de su rostro cuando una se planta delante de la otra. Y todo vuelve a empezar. Desde cero.

1×02 – La charla después de la cita

La primera cita es una locura. Un equilibrio perfecto entre la comedia y lo real. Pero, me quedo con esa conversación posterior. Con una hamburguesa entre las manos. Sincerándose. Abriéndose la una a la otra. Reconociendo sus ‘puntos flacos’ entre mejillas sonrojadas. Por eso de que a una siempre le gusta gustar. La primera conversación real. Donde la copla les quita el sentido y ‘Jose Balvin’ se queda en lo anecdótico. Cantar en mitad de la calle porque ya nada te importa. Porque de perdidas al río…pero un río que desemboca en mostrar quién eres. Y a quien no le guste que arreé. Y así, tal cual, debería ser la vida. Ser y quien quiera serlo contigo, que lo haga con todas las consecuencias. 

1×03 – Lo necesario de una escena erótico-emocional festiva

En este capítulo, Luisita y Amelia juegan con sus fans en cada guiño. Nos divertimos viendo cómo se generan los fenómenos. De qué forma inesperada llegas a un público.  Y todo lo que una ficción puede o no puede llegar a transmitir en una única escena. Por ejemplo, ir a negro antes incluso de que dos mujeres empiecen a arrancarse la ropa la una a la otra. Como si ver algo así fuese atroz, fuera de lugar…mientras somos testigos, en primera línea, impertérritos, de bombas estallando frente a viviendas de civiles, maltrato animal por el gusto de golpearlos o escenas crueles de violaciones…pero el gran problema de la televisión es mostrar, en horario de tarde, a dos mujeres amándose.

Así que aplaudimos esa última escena, donde ambos personajes exigen terminar el capítulo como se haría con una pareja heteronormativa. Una escena donde lo cotidiano (esos calcetines) se equilibra con la sensualidad.

1×04 – Seguir con la lucha

La verdad es que en esta primera temporada #Luimelia sirvió para dar muchos golpes sobre la mesa. Poner a voz en grito muchas realidades silenciadas. Lo importante que es “tocar los cojones” al machismo, agarradas de la mano.

En este cuarto episodio lo que nos queda claro es que la lucha debe de seguir estando presente. Y esa conciencia que adquiere, en esos últimos segundos, Amelia, con esa mirada de Luisita de fondo, lo resume todo a la perfección. Porque no estaríamos aquí, en 2021, sin actitudes como las que muestra la propia Luisita. Porque hay banderas que deben seguir estando presentes para no retroceder al pasado, ni para coger impulso.

1×05 – El capítulo perfecto

Aquí no podemos elegir una escena. O hacer hincapié en escasos segundos. El capítulo es perfecto. La evolución de una relación en lo que dura el trayecto en coche hasta casa. Donde el amor es irrefrenable. Para, posteriormente, tropezar en el desacuerdo. Observar que terceros dicen estar mejor. Con lo odiosas que son las comparaciones porque nunca somos conscientes que, lo que te muestra el de enfrente, es, siempre, lo que brilla. Y, nunca, sus sombras. Para dejar espacio al miedo… Porque no hay nada peor que ver el fracaso en amigos, para que nos tiemblen las piernas. Y los cimientos. Para saltar del coche, casi en marcha, y huir. Porque, de pronto, la vida te muestra que el amor no es un un fanfic. Ni una novela rosa. O aquella novela erótica del momento. Y huir, esconderse, siempre lo hicimos mucho mejor.

1×06 – Dos naranjas independientes

Lo lógico sería…que la escena favorita fuese esos segundos finales. Donde vuelven a coincidir en el mismo punto de partida. Una frente a la otra. Como en ese primer episodio.  Pero, prefiero quedarme con la valentía de decirle a esa persona, después de todo, que la sigues queriendo. Una en la cama y la otra en el sofá. Una provocando la tos y la otra escribiendo aquello que le quema por dentro…sin la seguridad de seguir siendo correspondida.

Me gusta la valentía que entraña esa escena. Las ganas de pelear, de no abandonar, de abrir el corazón. Y puede que esa misma escena sea el resumen perfecto de una temporada que quiso identificar las luchas pendientes. Pero destacando, con luces chispeantes, lo conseguido. ‘#Luimelia‘.