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Málaga, la ciudad perfecta para empezar de cero

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Málaga
Foto de Fondo creado por mario_luengo - www.freepik.es

Hace algo más de un año, la vida nos daba un vuelco de 180 grados. Nuestras prioridades se recolocaban de forma autónoma y la consciencia nos indicaba aquello realmente importante y lo no tan trascendental. Quizá porque habíamos entrado de lleno a vivir la vida con cargas y obligaciones, dejando a un lado aquello más esencial. Tanto es así que desde la llegada del COVID-19 a nuestras vidas, muchas personas han optado por hacer un cambio radical en su vida. Dejar la vorágine de las grandes ciudades a un lado y buscar un lugar perfecto donde vivir y disfrutar del tiempo que tenemos por delante. Una de las ciudades o provincias que se ha visto más valorada para este cambio de vida ha sido Málaga. Y es que la Costal del Sol siempre ha sido el primer destino de los españoles para viajar. Ahora, también lo es para vivir.

Málaga es una de esas ciudades desconocidas, por lo que supone ser parte de la Costa de Sol, pero que alberga grandes raíces históricas y que cuenta con una inmensa oferta de importantes atractivos artísticos. Todo ello con un desarrollo en alza en los últimos años. Y es que no estamos sólo ante una bellísima ciudad, repleta de monumentos de un pasado rico y variado, estamos ante una ciudad abierta, activa y cargada de vida.

Málaga, la gran desconocida

Málaga, durante muchos años, ha vivido en la sombra a pesar de ser una ciudad grande. Todo ello debido al importante empuje turístico de toda la provincia en sí. Lo que acarreó que la Costa del Sol estuviese por encima de la propia capital. Ha sido esa ciudad que ha vivido oculta durante décadas. Perdida tras otras ciudades de Andalucía que mostraban sus monumentos como referencia. Como, por ejemplo, Sevilla (su Giralda y sus Alcázares) o Granada (la Alhambra).

Málaga era el aeropuerto desde el cual se desperdigaban millones de turistas hacia el resto de localidades de moda. Cuando ella es la sexta ciudad de España por población (570 mil habitantes) y la quinta área metropolitana (1,4 millones de habitantes). Además de ser uno de los principales puertos del Mediterráneo español y el centro de una gran región agrícola y turística. Pero a pesar de todas sus virtudes, durante años, ha sido incapaz de encontrar su lugar en el mapa turístico del país. 

Los motivos, quizá, han estado relacionados con la promoción y el modelo de desarrollo turístico marcado o, incluso, por las decisiones tomadas a razón de la buena explotación del mercado de la vivienda en Málaga. Pero, ¿y el éxito actual de dónde viene? ¿Cómo se ha llegado a este punto? Por la modestia. Por la humildad. El trabajo bien hecho y las decisiones tomadas con cautela. Donde Málaga no ha buscado ser referente de nada sino trabajar a destajo para mejorar tanto la ciudad como el patrimonio. Y eso ha hecho su fortaleza. Porque viendo el panorama actual del turismo, aquellas ciudades que se mantendrán en boca de todos y que permanecerán como destinos predilectos para vivir o disfrutar, dependerán de su carácter. De cómo han forjado su atractividad alejándose del turismo fácil y low cost.

Málaga es interesante porque tomó la decisión de diversificar su desarrollo. Una ciudad equilibrada que posee un tejido social y económico diverso. Flexible y capaz de evolucionar manteniendo con el único objetivo de buscar el bienestar de la gente que la vive y que la sostiene.


Málaga
Foto de Árbol creado por wirestock – www.freepik.es

Las 9 razones por las que debes vivir en Málaga

  1. Una ciudad viva con unos habitantes que disfrutan de sus calles y de su día a día.
  2. El tiempo. Porque puede gritar bien alto que tiene más de 300 días de sol al año. Y con una temperatura media de 19º.
  3. Precios asequibles. Porque mientras no te metas en la milla de oro de Marbella, tu bolsillo está sano y salvo. El precio de la comida y del alcohol te sorprendan favorablemente, así como su gastronomía, que es impresionante.
  4. Una ciudad tranquila y serena. Olvídate del estrés y el agobio de la gran ciudad. Porque Málaga está hecha para vivirla y no para sufrirla. Con amplias avenidas, con su apuesta por una maravillosa decoración floral, sus vistas al mar o sus cielos azules.
  5. El mar. Con playas que son la envidia de Europa. Málaga tiene todo un sistema de ocio preparado para exprimir hasta la última gota del Mediterráneo.
  6. La montaña. Perderte por la Sierra de las Nieves es algo fascinante y recomendable, con sus infinitos bosques de pinsapos. O por los muchos ríos de la región mientras recorres alguna de sus numerosas rutas senderistas.
  7. Una ciudad construida desde la tolerancia. Como buen puerto marino, desde tiempos inmemoriales, ha dado lugar a una población mezclada y abierta. Como Torremolinos, uno de los primeros puntales del movimiento gay.
  8. Las virtudes de una gran metrópolis. Cines, museos, salas de concierto con una programación variada, restaurantes con todos los sabores del planeta, galerías, arte urbano, comercios de todo tipo y un gran aeropuerto internacional.
  9. La belleza. Porque Málaga es preciosa. Y puedes tener el mejor paseo del mundo frente al Teatro Romano, con la Alcazaba al fondo y respirar profundamente en el Paseo del Parque. O contemplar esa luz naranja que baña un atardecer frente al mar como la mejor de las postales que puedas imaginar.

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