Cada año, a medida que nos alejamos más de Halloween y diciembre se empieza a acercar peligrosamente, nuestro Corte Inglés de confianza y los mantecados de los supermercados nos recuerdan que cada vez está más cerca la Navidad, y las televisiones y plataformas audiovisuales varias empiezan a programar y estrenar sus clásicos y apuestas navideñas del año.

Sin embargo, entre toda esta vorágine de abetos, renos y copos de nieve con ‘Love Actually’, ‘Solo en casa’ y ‘The Holiday’ como protagonistas, cada año se cuelan en nuestra televisión otro tipo de clásicos navideños, esas que me gusta a mi denominar “Películas navideñas, sin ser ellas nada de eso”.

Las “Películas navideñas, sin ser ellas nada de eso” no son otras que las que rescatan Telecinco, Antena 3 y La 1 para programar en Navidad año tras año y que se han convertido ya en otro tipo de clásico. Es curioso como gracias a la interrupción de la programación habitual por las fiestas y la adaptación de la parrilla a un público más heterogéneo a todas las horas del día propician que comedias románticas de sábado por la tarde o películas para todos los públicos se hayan convertido ya en clásicos habituales de estas fiestas, sin tener ni árboles decorados, ni renos, ni gorros de Papá Noel ni nada por el estilo.

No puedo empezar sino por el más evidente: Harry Potter. Cada mes de noviembre empiezan las promos para anunciar un nuevo maratón de la mágica saga basada en los libros de J.K. Rowling para acompañarnos en navidades. Y aunque bien es cierto que en varias de las entregas se refleja la época navideña y varias de las películas fueron estrenadas a finales de noviembre para copar las pantallas mundiales en estas fechas de vacaciones, las aventuras de Harry y compañía no podrían ser en ningún caso denominadas una “película navideña al uso”.

Dejando la magia a un lado, mis películas favoritas convertidas en clásicos navideños son sin duda las protagonizadas por Anne Hathaway, Sandra Bullock, Meryl Streep, Julia Roberts, Reese Witherspoon y, como no, Hugh Grant. Un día de Reyes sin ‘Princesa por Sorpresa’ es menos día de Reyes. ‘Miss Agente Especial’, ‘El Diario de Bridget Jones’, ‘Una Rubia Muy Legal’, ‘Elle Enchanted’, o ‘Notting Hill’ son ya obligatorias par sentir que la Navidad está completa. ‘Yo la letra y tú la música’, ‘El Bar Coyote’, ‘Mamma Mia’, ‘Sweet Home Alabama’, todas estas comedias románticas de sábado por la tarde se reinventa en estas fechas para pasar a ser comedias de por la tarde a secas o incluso comedias de primetime, algo que no sucedería en cualquier otra época del año.

Como ya he mencionado antes de pasada, los cambios en el público son los que propician que estas películas que pasan desapercibidas el resto del año de repente se conviertan en el programa más visto del día. Las cadenas se ven en la obligación de adaptar su programación a un público que no está segmentado, a una familia al completo delante de la televisión durante todos los días de la semana. Estás condiciones que se dan a lo largo del resto del año solo en los fines de semana se convierten durante dos semanas completas en la norma general a seguir. Las películas de PIXAR de repente son la joya de la programación de un jueves noche, los magos nos acompañan todas las tardes y las comedias románticas clásicas como ‘Pretty Woman’ y no tan clásicas como ‘La Proposición’ hacen máximos de share.

Así que estas navidades cuando os sentéis frente a la televisión y anexada a la clásica película de renos y nieve os aparezca una de estas “películas navideñas sin ser ellas nada de eso”, pensad en lo que sería una Navidad sin ellas, sin las grandes olvidadas de esta época del año que hacen que el tiempo de los mantecaos y el frío sea lo que es: la época de estar acurrucado en el sofá en familia viendo una película mientras intentas bajar los langostinos, las tostadas con paté, el guiso de la abuela, los canapés de tus tíos y el polvorón de chocolate que te has comido de postre.