Vale, si no quieres ver nada, no veas nada. No tienes que sentirte obligado a ver millones de series solo porque sea la tónica de esta sociedad. Pero creo que todos conocemos esa sensación: sí que queremos ver algo, pero no que nos lleve demasiado esfuerzo, ni que tenga demasiadas temporadas y lo más importante de todo, que sus capítulos no duren una hora. En este artículo os traemos esas joyas que cumplen todos esos requisitos y, además, son buenas series.
‘Brooklyn 99’
Es una de las series de moda y con razón. Se trata de una sitcom fresca, divertida y que no necesita tirar de humor rancio. Todo lo contrario, tiene zascas a este tipo de humor y es una serie con personajes del colectivo LGTBI muy bien desarrollados.
En Netflix están disponibles cinco temporadas y cada una de ellas cuenta con unos 20 capítulos que no pasan los 20 minutos. Puede que incluso te parezca larga, pero merece la pena. Te encariñaras con todos los miembros de la comisaría. El único inconveniente es que en Estados Unidos ya se han estrenado las temporadas seis y siete.
‘Paquita Salas’
No importa que ya la hayas visto, ‘Paquita Salas’ merece todos los revisionados del mundo. Tres temporadas de un máximo de seis capítulos de no más de 25 minutos. Cuando la estas viendo por primera vez, se queda hasta corta. Pero en eso está su magia. Sus momentos divertidos, disparatados están en perfecto equilibrio con los dramáticos (porque sí, también tiene momentos de lagrimilla). La tercera temporada es posiblemente la mejor de la serie gracias al protagonismo de personajes como Magüi (Belen Cuesta) y Noemí Argüelles (Yolanda Ramos).
‘The end of the fun***in world’
Es gamberra, gore y frenética. Y se trata de una gran apuesta para verla en una sola tarde. Dos temporadas de ocho capítulos de no más de 20 minutos cada uno. La segunda temporada llega a superar incluso a la primera. Si te gusta el humor negro, las series con estética de los ochenta y un todo indie, esta serie es perfecta para ti.
‘Esta mierda me supera’
De los creadores de la serie anterior, mantiene esos rasgos: humor negro, la estética indie ochentera y las escenas locas y sangrientas. Pero a todo esto se le suma los poderes psíquicos de Sydney (Sophia Lillis) que además de lidiar con los problemas de cualquier adolescente y la muerte de su padre, también tiene que aprender a controlar estos poderes.
‘Queridos blancos’
Samantha White (Logan Browning) es una estudiante negra que comienza a hacer el programa “Queridos Blancos” donde denuncia el racismo que sufren sus compañeros negros y ella en una universidad de élite. Mediante la sátira, la serie denuncia todos estos comportamientos que se dan en el día a día de las personas negras. Es una gran forma de reflexionar y darnos cuenta de cuáles de estos comportamientos podemos estar reproduciendo sin darnos cuenta y corregirlos. La serie tiene tres temporadas de ocho capítulos cada uno, los más largos de 30 minutos.
Además, la serie se estrenó con polémica porque mucha gente la acusaba de ser racista con los blancos (sí, hay gente que afirma que la opresión y el racismo a los blancos existe). Divertida, instructiva y polémica, ¿Qué más necesitas para verla?
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