· FICHA ·
Título: ‘El bosque de los cuatro vientos’
Autora: María Oruña
Editorial: Destino (Planeta)
Fecha de publicación: 25 de agosto de 2020
Sinopsis: A comienzos del siglo XIX, el doctor Vallejo viaja de Valladolid a Galicia junto con Marina, su joven hija, para servir como médico en un poderoso monasterio de Ourense. Allí descubrirán un mundo y unas costumbres muy particulares y vivirán la caída de la Iglesia y el fin definitivo del Antiguo Régimen. En nuestros días, Jon Bécquer, un inusual antropólogo que trabaja localizando piezas históricas perdidas, investiga una leyenda. Nada más comenzar sus indagaciones, en la huerta del antiguo monasterio aparece el cadáver de un hombre vestido con un hábito benedictino propio del siglo XIX. Este hecho hará que Bécquer se interne en los bosques de Galicia buscando respuestas y descendiendo por los sorprendentes escalones del tiempo.

En este libro encontrarás: una novela de misterio en dos tiempos, una Galicia mágica perfectamente plasmada en la pluma de la escritora, un personaje al que admirar, un personaje al que querer, una leyenda que querrás descubrir, un monasterio que querrás visitar

María Oruña ha vuelto al mundo literario con ‘El bosque de los cuatro vientos’. Tenía muchas ganas de leer este libro porque, quien me conozca lo sabe, todo lo que esté ambientado en tierras gallegas me interesa. No solo porque me parece la tierra más bonita de nuestro bonito país, también, quizá sobre todo, porque me parece que ese lugar de leyendas, esa tierra embrujada, está llena de posibilidades. Con esta novela, no solo he vuelto a comprobar que llevo razón, además he explorado esas posibilidades y las he disfrutado como en pocas ocasiones. Porque María Oruña, gallega, sabe bien cómo escribir de todo esto.

Y de paso me ha regalado una historia en la que, es cierto, me costó un poco entrar, pero con la que, una vez dentro, he disfrutado. ‘El bosque de los cuatro vientos’ es una novela de misterio que se mueve por la historia. Nos la presenta y la explota para crear ese misterio que, además, protagonizan dos personajes que me han gustado mucho. Ha sido una buena lectura. Vamos punto por punto.

‘El bosque de los cuatro vientos’ se compone de capítulos escritos con varias voces, no excesivamente largos, que van saltando de un punto a otro. Por eso, cada uno recibe un título: algunos están encabezados por un simple número, otros nos señalan cosas más concretas, cuando nos encontramos con el nombre de Marina sabemos que estamos viajando al pasado. Esto fue precisamente lo que provocó que me costara entrar; por alguna razón, se me atragantó tanto salto al que daba una explicación lógica, pero que no terminaba de pasar ante mí con fluidez. No me duró mucho, en cualquier caso. Y una vez que me acostumbré a esto, el resto fue muy sencillo.

Hay dos espacios temporales en esta novela. Con Marina viajamos a comienzos del siglo XIX para repasar parte de nuestra historia, y para aprovecharla. Como digo, María Oruña explota muy bien las posibilidades de ese siglo de revolución. Las cosas ficticias suceden en torno a los acontecimientos reales, que no parecen un simple dato histórico, ni una excusa para meter algo más, ni tampoco parecen rebuscados, simplemente se sienten como parte de la historia. Como si todo fuera un todo, como si Marina hubiera existido realmente y todo lo narrado no fuera más que una crónica de la época. Hay una sensación de realidad muy bien conseguida, y el clima que se describe nos sumerge por completo en ese monasterio gallego apartado del mundo.

Por otro lado, Jon Bécquer es nuestro protagonista del futuro. Vive en nuestro tiempo, y se topa con ese monasterio gallego y sus misterios por casualidad, quedando allí atrapado de manera inevitable, movido por ese embrujo de la tierra que tanto me hace a mí soñar. Con Bécquer, respiramos la nostalgia por ese tiempo perdido, la melancolía por un pasado que observamos desde una perspectiva romántica, también ese deseo que cada vez más sentimos por acercarnos a la naturaleza, a los orígenes y a las costumbres, tradiciones y leyendas que nunca han muerto del todo. Con Bécquer perseguimos un misterio, y vemos la misma Galicia que vio Marina pero con el peso de los siglos sobre ella, para bien y para mal.

« En Galicia tengo la sensación de que lo extraordinario se acepta de manera natural, como si todo atendiese a una lógica sabia y misteriosa, completamente desconocida para los forasteros. Tras cada paso hay una leyenda, un duende inasible que tiene algo de verdad »

Ese misterio interesa, sobre todo a medida que avanzan las páginas. Bécquer busca arrojar luz, acompañado de otros personajes, sobre la leyenda que habla de nueve anillos mágicos, milagrosos, que desaparecieron del monasterio siglos atrás. El protagonista está convencido de que algo pasa con esos anillos; tiene un pálpito, y decide investigar. Y yo también investigo, y pienso, imagino, sospecho, saco mis propias conclusiones y al final quiero saber. Me parece importantísimo querer saber.

Además, Bécquer me ha caído muy bien. Es un tipo majo, y este es otro de los aspectos a destacar de ‘El bosque de los cuatro vientos’. Jon Bécquer es un antropólogo y profesor de universidad que tiene también una empresa, con un colega suyo, con la que se dedican a investigar el paradero de objetos históricos robados o perdidos. Está inspirado, además, en un personaje real, lo que ha terminado de ganarme. Y me cae muy bien porque es prácticamente lo contrario a lo que solemos ver en este tipo de personajes; es preguntón, ingenuo y despierto a la vez, no tiene miedo a decir “no lo sé” (salvo cuando lo ha reconocido veinte veces, entonces le da un poco de vergüenza) y dentro del lujo en el que puede que viva, dentro de su evidente inteligencia y modo de vida, transmite humildad y cercanía. Me ha gustado mucho.

También me ha gustado mucho Marina, a quien conocemos poco a poco y en otro siglo. Marina es una joven que tiene las ideas claras, y lucha por ello. Y la escritora no ha construido aquí un personaje rebelde de carácter complicado, que puede estar bien pero que es cierto que hemos visto mucho últimamente. Como también es cierto que hay otras formas de luchar. Se puede ser dulce, obediente y responsable, y luchar de otra manera, y Marina lo demuestra. Me ha gustado que su perfil sea este, y me encanta que sigamos construyendo personajes femeninos de todo tipo.

Pero sobre todo, ¡sobre todo!, lo que más me ha gustado de este libro es su final. No sé si gustará a todo el mundo, a mí me ha encantado. Me parece la explicación más coherente para toda esta historia, para ese misterio y para esa leyenda. La más sencilla, la más corriente, la que no exige de grandes entramados ni de trampas; la que se desprende de la más pura emoción, de esos orígenes y ese pasado que abrazamos con nostalgia y con pasión en estas páginas, como sus protagonistas.

« Aquellas reliquias custodiaban la memoria del lugar, su esencia y significado »

Y no querían que se corrompieran. Las contradicciones que te deja ese final, además, son muy interesantes, porque puedes comprender sin necesidad de tener que compartir. Porque puedes, seguramente lo hagas, poner distancia con las motivaciones de los implicados, pero también puedes reconocerte un poco en todos ellos si has estado dentro de este libro.

¿Te va a gustar ‘El bosque de los cuatro vientos’?

Creo que ‘El bosque de los cuatro vientos’ puede gustar a cualquier lector. El grado en que guste, dependerá precisamente de los gustos de cada uno y también (creo que esto es fundamental en cualquier lectura) del momento en que coja el libro. Creo que puede gustar si apetece enredarse con leyendas reales, que viven a día de hoy en esa mágica tierra que nos espera en el Norte, y creo que puede gustar a quien le suela gustar ese andar entre el pasado y el presente.

Como dije hace unos días, me parece un libro fantástico para leer en una tarde de lluvia con un café caliente. María Oruña sigue demostrando que es una voz a tener en cuenta en nuestra literatura.