El quinto episodio de ‘Escenario 0’ es ‘Vania’, dirigido por Carla Simón con un guion de Álex Rigola basándose en una idea del autor ruso Antón Chévoj. Mientras que Álex Rigola ya había dirigido diversos espectáculos de teatro y ópera, esta es la primera vez que Carla Simón dirige algo para la televisión. Pero ni si quiera se trata de una serie convencional, sino que es un proyecto mucho más novedoso y diferente. Pero no hay nada que se le resista y dirige de forma magistral esta obra de teatro en formato audiovisual.

‘Vania’ nos sitúa en un caluroso verano y nos presenta una conversación entre amigos. Con la relajación de quien no tiene prisa por ir a otra parte, con la tranquilidad de quienes están con personas a las que quieren y conocen muy bien. Mientras hablan de todo y de nada, juegan distraídamente. La velada fluye con naturalidad, entre risas, miradas y una complicidad con el espectador al que hacen partícipe desde el primer momento. Los personajes comenzarán poco a poco a desnudar sus sentimientos en un episodio muy sentimental. La tristeza parece aflorar en el ambiente. No hay culpa ni reproches, solo aceptación.

Este episodio es posiblemente el más entrañable y tierno de todos. ‘Vania’ va sobre seguro, sin arriesgar más de lo necesario, pero con eso es suficiente. Es un capítulo muy entretenido y amigable con unos diálogos muy interesantes que te harán pararte a pensar y reflexionar. El espectador se sumergirá en la historia de estos amigos y se sentirá parte del grupo, creyendo suyas las conversaciones. ‘Vania’ es muy emotivo, íntimo y personal. Todo está cuidado al detalle para no dejar ningún cabo suelto.

Una adaptación sencilla pero muy bien hecha. Parte del éxito de ‘Escenario 0’ reside en que no hay dos historias iguales. Ninguna de las obras tiene nada que ver con las demás. Aquí hay personajes, diálogos, escenarios y tramas para todo el mundo. ‘Vania’ es un capítulo lleno de luz, armonía y mucho amor y cariño que repartir. Un episodio muy especial por los temas que se plantean en la conversación, por el desarrollo de los personajes y porque va poco a poco desentrañando una buena historia.

Una historia cercana y real

Cada personaje representa algo diferente y resulta curioso y muy bonito ir descubriendo a cada uno de ellos. Sus sentimientos, sus ideas, los miedos, la tristeza y la inseguridad a través de distintos tipos de amigos. Conversaciones personales en una reunión de amigos para explorar diversas facetas y rincones de la vida.

Un viaje emocional protagonizado por Ariadna Gil, Gonzalo Cunill y de nuevo Luis Bermejo e Irene Escolar. Una oda al desencanto existencial y a la crisis de los 50 en medio de un relevo generacional. Un episodio cercano y natural que se presenta al espectador como la vida misma. El reparto está estupendo y cada papel parece haber sido escrito a medida para ellos. Todos hacen suyos sus personajes para sacar sus sentimientos y pensamientos desde lo más profundo de sus corazones y almas.