Amaia es un sople de aire fresco. Un torrente de música que consigue algo muy difícil actualmente: enmudecer a un teatro entero de fans que se conocen sus canciones de pe a pa. Porque ese es el efecto que tiene la joven de Pamplona. Cuando canta solo quieres escucharla a ella. Dejarte guiar por su voz. No hay nada más. Se te olvida acompañarla, se te olvida grabarla, se te olvida todo lo que tenías en la cabeza antes de entrar en el recinto. En ese momento, eres tú y Amaia. Amaia y tú.

Pero además de su indudable talento, otra de las cosas que hacen que la noche en un concierto de Amaia sea inolvidable es su conexión con el público. Su naturalidad. No tiene ningún tipo de problema en confesarte que tiene problemas con las tiras de su vestido, aunque este “sea precioso”. Ni que tiene muchas ganas de cantar un chotis que ha escuchado pero que le da algo de vergüenza. O que ha tocado la última canción con la que se examinó en el conservatorio “para hacerse la chula”. Se ríe con la audiencia, se pasea por el escenario con una sonrisa de oreja y consigue arrancar carcajadas tan solo con sus ocurrencias.

Algo que también ayudó a la frescura de este concierto es el repertorio reinventado. No solo por tener ya fuera su disco, si no también por dejar atrás covers como ‘Miedo’, la cual solía cantar en anteriores shows. Es la ganadora de OT, pero también es momento de dejar el programa atrás.

Pero desde luego, el plato fuerte es verla cantar sus propias canciones. Desde la intima ‘Un nuevo lugar’, que interpretó ella sola junto a su guitarra, hasta la divertida ‘Nuevo verano’ que interpretó con un micrófono de ambiente con sus músicos. Porque a pesar de que todos los ojos se van a ella, Amaia no está sola y ella misma se encarga de recordarlo, nombrando y dando reconocimiento a la banda que le acompaña durante todo el concierto. Con ‘Quedará en nuestra mente’ animó a la audiencia que cantara con ella, despertando al teatro del trance que ella misma había causado.

También se animó con una canción propia que ella misma explicó que tenía por casa, pero todavía no había ni si quiera grabado. Pero teniendo en cuenta lo mucho que parece que disfrutó al cantarla y la reacción del público, posiblemente sus fans sepan pronto algo de ella.

Pero donde Amaia consigue sacar toda su esencia es sin duda en ‘El Relámpago’. Junto a su piano y su poderosa voz, da fuerza a una canción que se crece con ella. Uno de los momentos estrella de la noche.

Ver a Amaia en concierto es algo que todo el mundo debería hacer una vez en la vida, por muy exagerado que suene. Tantos sus fans desde que era un triunfito hasta los que son reacios a los artistas salidos de este formato. Porque Amaia es Amaia, y no hay más.