Ahora, mirando por nuestra ventana y observando la vida en las calles, nos parece imposible que se produzca una invasión alienígena o que los muertos regresen en los cuerpos de otros muertos. Diciéndolo así hasta suena algo macabro y desagradable. Pero cada jueves por la noche, cuando empieza el capítulo de ‘Estoy Vivo’, nos olvidamos de nuestras certezas y convicciones acerca de los paranormal y nos entregamos a una realidad que Daniel Écija ha construido con inteligencia y acierto.
En la Vallecas que nos presenta la serie de Televisión Española, todo es posible. Y todo es creíble. Por eso estamos sufriendo con el embarazo extraterrestre de Iago, con la llegada de las luciérnagas a la Tierra y con el pasado del traje de Laura, que ahora es otra amenaza. Además de su unión de géneros y de sus constantes sorpresas, uno de los puntos fuertes de esta ficción es lo creíble que le resulta al espectador y lo fácilmente que entramos en cada uno de sus capítulos. Incluso en esta tercera temporada que tanto se está enredando.
Precisamente en el último capítulo emitido, hemos vuelto a ver cómo las tramas y subtramas han continuado enredándose. Pero en esta ocasión, además de hacerlo, nos han preparado para lo que viene después, para esa entrada definitiva en acción. Hace unas semanas, dije que no estábamos teniendo descanso en esta entrega de ‘Estoy Vivo’, y lo reafirmo. Pero en esta ocasión nos han dado un semi-respiro, han sentado bien las bases de lo que puede ser la gran traca final y han preparado el terreno para la locura que nos espera a la vuelta de la esquina.
¡Cuidado! Spoilers a partir de aquí.
Un secreto a voces
En los primeros compases de temporada, cuando supimos que Laura, Susana y Bea habían regresado en otros cuerpos, pero no se nos mostró cuales eran, fueron muchos los espectadores que descubrieron por sí solos la verdad. Sólo hay que observar con atención y con el corazón, no con los ojos, para encontrar los rasgos de esas personas que conoces, pero que no ves. Parece enrevesado, pero es tan sencillo como mirar en el interior. Eso es lo que ha hecho Sebas desde hace mucho tiempo y lo que le ha llevado a conocer la verdad.
Ahora que María ha abierto su mente al toparse con la realidad de frente y comprender que aquello de salvar el mundo no era una malísima excusa, parece que ha aprendido a mirar con el corazón y no con los ojos. Y con esa mirada, que sólo puede llegar desde el amor, en este caso el de una amiga, puede haber encontrado a Laura dentro de Verónica. Un secreto que cada vez es más público.
Con esto, una vez más, ‘Estoy Vivo’ nos habla de amor, de sentimientos y no tanto de aspectos. Como ya ocurriera con Andrés y con Sebas o incluso con Andrés y con Laura, en medio de esa locura que es Vallecas y de todo lo paranormal, cuando dos personas están destinadas a estar juntas siempre se encuentran. No importa el físico, ni importan las circunstancias. Y, honestamente, estamos deseando ver lo mismo con unos Iago y Susana que cada vez están más cerca.
Lo que viene
Como digo, este episodio 35 ha servido para sentar las bases de lo que viene, para preparar al espectador para un estallido en el que no sabemos qué va a pasar. Hemos visto cómo el equipo formado por Márquez, Sebas, Iago y Carlota se fracturaba por culpa de una Pasarela que continúa presionando a esta última. Y quizá también por culpa de su confusión y de su soledad. No termina de sentirse parte de nada, no encuentra pistas sobre su pasado y su identidad y se aferra a lo único que verdaderamente conoce, que es obedecer a la Pasarela. Esta decisión ha truncado los planes del resto del equipo cuando creían estar a punto de sacar a la luciérnaga del cuerpo de Iago. Pero yo nunca me olvido de que en ‘Estoy Vivo’ nada es lo que parece.
Por otro lado, Márquez, siempre resolutivo, tiene la mente dividida entre este conflicto y el de Laura, a quien se le está acabando el tiempo. Debe acabar con una invasión extraterrestre y conseguir 2 millones de euros en menos de un día si quiere que sus seres queridos sobrevivan, esta vez de verdad. Un reto complicado, quizá el mayor al que se ha enfrentado desde el comienzo de la serie, y que puede acabar fácilmente en un doble fracaso.
Esta vez, los protagonistas de ‘Estoy Vivo’ tienen demasiados frentes abiertos, con enemigos demasiado variopintos y con demasiadas preocupaciones. El caos acaba de estallar, como vemos a través de la amenaza de David, y aunque Márquez y compañía se mueven bien en él… La cosa se complica.
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