Bajocero
0
7

'Bajocero'

Lo Mejor
  • El dilema que plantea
  • El reflejo del ser humano llevado al límite
  • Buena construcción inicial de la tensión
Lo Peor
  • Que esa tensión se diluye medianamente a partir de cierto punto

Esta crítica no contiene spoilers de ‘Bajocero’.

Noche, frío, oscuridad. Tres elementos que, juntos, forman un escenario de terror inmejorable. Si a esto le sumamos un traslado de presos conflictivos, un misterioso villano y una amenaza aparentemente infalible, tenemos como resultado un punto de partida magnífico. Efectivamente, en ‘Bajocero’ el punto de partida invita al visionado. Sin tratarse de una historia especialmente original, la película, dirigida por Lluís Quílez y guionizada por el mismo junto a Fernando Navarro, es atractiva desde la distancia. Y esa atracción se confirma y se aumenta durante los primeros compases de la misma.

En ‘Bajocero’ conocemos a Martín, un policía nacional que debe trasladar a una serie de presos conflictivos durante una fría noche de invierno. Junto a su compañero, emprende un viaje que se presenta tranquilo. Y que, sin embargo, termina convirtiéndose en una pesadilla. En mitad del viaje, el furgón tiene un accidente y queda aislado en medio de una carretera desierta. Todo parece, valga la redundancia, accidental, hasta que el compañero de Martín es atacado. El siniestro forma parte del plan infalible de un misterioso villano, cuyo objetivo es llegar a uno de los presos trasladados y ejecutar su venganza.

Como decía, la premisa es buena. No es enormemente original, pero es lo suficientemente llamativa como para invitar al espectador a sumergirse en esa noche fría y oscura. La escalada de tensión está bien conseguida sobre todo en el arranque, durante los primeros compases del viaje. Y en los instantes posteriores al accidente. Sin embargo, lo que apuntaba a ser un thriller tenso y agobiante, se pierde por momentos tras ese potente arranque. Esa escalada de la que hablaba, se frena cuando parece que va a estallar, y da paso a otros aspectos que Lluís Quílez y Fernando Navarro deciden explotar en detrimento de la casi ansiedad que parecía iban a hacernos sentir.


Bajocero
Foto: Netflix

Así, se da un interesante espacio a los personajes. No tanto para que se desarrollen como para que conozcamos sus bases. Es difícil establecer la línea que separa a buenos de malos en ‘Bajocero’. Y creo que esa era precisamente la intención, una de las principales metas de sus guionistas. Que seamos capaces de empatizar con la mayoría de ellos, aunque muchas veces nos parezca imposible. Y que decidamos nosotros mismos quiénes son más malos y quiénes lo son menos. O quiénes tuvieron motivos para serlo.

Lo mismo ocurre con el propio villano, al que da vida un Karra Elejalde que siempre acierta. Conforme vamos conociendo más sobre su plan y sobre su por qué, la palabra villano se va desvaneciendo. Comprendemos, en parte, el punto en el que se encuentra. Su motivación y, sobre todo, la ira que le posee y que le corroe. Y podemos vernos reflejados en su mirada ardiente o en el dolor que desprenden sus palabras. Con ello juegan Quílez y Navarro. Con la parte humana de todos estos personajes y de sus circunstancias, que quedan lejos del espectador. Pero que a la vez podemos sentir cerca.

Junto a ellos, hay un tercer eje, un personaje que llega con una forma diferente, invisible. La ira es tan protagonista como los presos, como Martín o como ese peculiar villano. Y el efecto de la misma en el ser humano es el principal campo de estudio de la película. ¿Cómo reaccionarías si te vieras en la posición de los presos? ¿Y en la del policía? ¿Y si hubieras vivido lo que ha vivido el personaje de Karra Elejalde? Estas preguntas representan algunos de los dilemas a los que nos enfrenta ‘Bajocero’, camuflados en medio del thriller.

La principal pega que se le puede poner a la cinta es precisamente la pérdida de la tensión. Si bien ese análisis del ser humano llevado al límite y de nuestros principios puestos a prueba está bien pensado y ejecutado, la película habría ganado mucho si hubiera seguido siendo tan tensa y misteriosa como al principio. El equilibrio se sacrifica en pos de una de las espinas dorsales del largometraje, lo que puede decepcionar a una parte del público. A aquellos que busquen un thriller emocionante, en el que prime más la intriga que la profundidad.

Lo que no falla en ningún momento, y me gustaría cerrar con ello, es el trabajo del reparto. Todos los actores firman interpretaciones notables y se mantienen muy bien en la cuerda floja, sin sobrepasar nunca los límites de la intensidad. Personalmente, me quedo con Karra Elejalde y con un Patrick Criado que no firma una actuación mala.

‘Bajocero’ se estrena el próximo viernes 29 de enero en Netflix.

Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

Crítica de ‘Los espabilados’: una serie amable e importante

Previous article

Crítica de ‘La excavación’: una buena sorpresa narrativa para esta amable historia

Next article

You may also like

Comments

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

More in Cine