Esta crítica no contiene spoilers de ‘Invincible’ y ha sido redactada tras el visionado de los dos primeros episodios. 

El público general tiene una relación amor-odio con la animación, es hora de admitirlo. Y en torno a ella existen numerosos prejuicios que, pese al paso del tiempo y al constante goteo de proyectos notables, continúan ahuyentando a un importante porcentaje de espectadores. La animación no es para niños. Y también podemos encontrar historias profundas, maduras y sorprendentes dentro de este ‘género’, que es más bien un cajón desastre. 

Esto es precisamente lo que encontramos en ‘Invincible’, serie adaptación del cómic homónimo de Robert Kirkman, que se estrena este viernes 26 de marzo en Amazon Prime Video. En una época en la que las historias de superhéroes no escasean precisamente, pero en la que son equivalentes a la demanda del público. La plataforma es consciente de ello, en parte por el empuje de ‘The Boys’, y ha acertado estrenando esta afilada serie justo ahora. 

Efectivamente, ‘Invincible’ es afilada. Es divertida y es adulta. Rompiendo con dos prejuicios en uno. Una ficción animada de superhéroes puede estar pensada para adultos y destinada principalmente a los mismos. Puede generar reflexiones, acabar con la imagen del superhéroe perfecto de valores inamovibles y atreverse con el gore. Y, lo que probablemente sea más sorprendente, el resultado de todo esto puede funcionar. De hecho, funciona. Vaya si funciona. 

Con la pluma de Kirkman detrás, una parte del éxito estaba garantizada. La historia en sí es uno de sus puntos fuertes. Lo es por lo que cuenta, pero sobre todo por cómo y cuándo lo hace. Y es que Robert Kirkman y Cory Walker han optado por desvelar el gran giro de guión en el primer episodio. Y eso… Eso genera un magnetismo del que, personalmente, aún no he logrado desprenderme. 

Otro punto positivo de la serie es esa ruptura del molde tradicional de superhéroe, sin llegar a destrozarlo del todo. En los protagonistas encontramos a todos los héroes que hemos conocido desde niños, pero con una vuelta de tuerca que los hace más humanos y más reales. Y que, en cierta manera, los acerca un poco más a nosotros. 

Digo en cierta manera porque la conexión entre ellos y el público seguramente no sea todo lo satisfactoria que cabría esperar. Y he pensado mucho en esto. En por qué no he terminado de conectar con Mark Grayson, el gran protagonista de esta historia. Y todo me ha llevado, por doloroso que haya resultado para mí, a la animación. Es ésta la que impide a la serie que pase del notable raspado. Porque no es sublime, porque no está del todo lograda y eso, para los que quizá no estamos demasiado acostumbrados a ella, puede ser una importante barrera. 

Sin embargo, la imagen de estos superhéroes, sin llegar a ser tan disruptiva como la que encontramos en ‘The Boys’, ejerce de contrapunto perfecto. También lo hace un reparto de voz cargado de estrellas, de nombres conocidos en Hollywood que otorgan parte indispensable del alma de estos personajes, empezando por Steven Yeun.

Junto a esto, las escenas de acción y los toques cómicos generan un buen equilibrio y convierten a ‘Invincible’ en una serie disfrutona. De esas que gusta ver en el sofá, en días cansados y en días activos, para dejarse llevar y volver a esos momentos en los que creemos y queremos creer que los superhéroes existen. Incluso cuando no son todo lo perfectos que siempre habíamos imaginado. 

‘Invincible’ se estrena este viernes 26 de marzo en Amazon Prime Video.