La audición (2019)
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La audición

Lo mejor
  • El final, en el que comprendes hacia dónde te estaba conduciendo la película en todo momento
  • La exploración, a través de una óptica personal y por tanto diferente, de las obsesiones de un ser humano cualquiera
  • Nina Hoss, todo en ella
Lo peor
  • Antes del clímax final, puedes empezar a preguntarte qué es exactamente lo que quieren contarnos y eso puede sacar a un espectador inquieto de la película

La audición‘ llega este viernes 15 de noviembre a los cines de España. Llega después de que su protagonista, Nina Hoss, se hiciera con la Concha de Plata en San Sebastián, por lo que su nombre tal vez os suene. En los últimos meses, esta película alemana ha tenido recorrido.

La firma Ina Weisse, reconocida actriz alemana que nos ha prestado sus ojos en este paseo por una obsesión retratada en imágenes pausadas diseñadas con calma. El trabajo de Nina Hoss es escalofriante; sus gestos, su mirada, su voz. El trabajo de Ina Weisse es, sin embargo, pausado, corriente, cercano, casi agradable. Esta dualidad es uno de los puntos fuertes de la película, porque lo uno te hace olvidarte de lo otro. Parece que nunca llegan a juntarse, y darse cuenta de eso revaloriza la película.

‘La audición’ gira en torno a Anna Bronsky (Nina Hoss), una violinista que ha abandonado los escenarios para dedicarse a la enseñanza en una prestigiosa escuela. Anna acepta en sus clases a Alexander (Ilja Monti), un joven en el que advierte un talento que debe trabajarse y explotarse. Su objetivo inicial: que apruebe un examen final, la audición final. Lo que se nos presenta como una simple persecución de un éxito comprensible, que su alumno triunfe y por tanto ella lo haga como maestra, termina resultando un paseo por las obsesiones, amarguras y otras emociones de esta mujer fría y distante, que se mueve entre tantos arquetipos diferentes de personajes que cuesta encajarla en uno. Aquí reside parte del interés de la película.

‘La audición’ es una película incómoda, porque no comprendes, ni apruebas, ni toleras ciertos comportamientos, actitudes y pensamientos, pero es al mismo tiempo agradable de ver, por las imágenes corrientes con las que nos cuentan una vida que parece desarrollarse de forma normal pero que va retorciéndose a medida que avanza. En varios momentos me acordé de ‘Whiplash‘ (2014), la premiada película de Damien Chazelle. La obsesión por la música y el éxito está ahí, la sentimos, lo impregna todo, aunque en la cinta de Weisse tome perspectivas y visiones diferentes.

Como en ‘Whiplash’, en ‘La audición’ hay música. Como en ‘Whiplash’, la música no lo es todo. Anna tiene una familia y tiene conflictos personales que también se retuercen, perjudican e invaden esta obsesión. Anna tiene diferentes caras, y vamos descubriendo cada una de ellas a través de imágenes con las que se comprende que no había ninguna prisa por contar la historia que aquí nos cuentan. Y hay una historia que contar, aunque quizá tardemos en descubrirlo. Esa rutina que se nos impone al espectador a través de escenas cotidianas tiene un porqué; no importaría aunque no lo tuviera, porque está lo suficientemente bien rodada e interpretada como para que asistas a ello sin necesidad de buscar una acción, pero es que además lo tiene. No llega en forma de sorpresa, llega como todo lo demás: con su propio ritmo, de manera natural, como una consecuencia directa de lo que hemos estado viendo.

La audición - Anna, Alexander y Jonas

‘La audición’ es una película muy personal, que cuenta una historia muy concreta de una manera muy sencilla, dejando que cada espectador juzgue por sí mismo lo que está viendo. Y la interpretación de Nina Hoss hace que cualquier planteamiento inicial, que por sí solo resulta atractivo para quien busque una película que hable de seres humanos intranquilos, cobre más valor. No creo que defraude a quien esté abierto a ver algo diferente.

Judith Torquemada
Periodista, feminista, marvelita, Taylor Swiftista. Escribo sobre cine, libros y música. Se me da bien aprenderme letras de canciones y enamorarme de personajes ficticios. Aragorn dijo: por Frodo. Lo suscribo y lo amplío: por Ned Stark. Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa, desde aquí, desde mi casa. Tomorrow there'll be more of us.

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