‘Silencio Radio’, dirigido por Juliana Fanjul, es un documental necesario que llega con el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Y más en los tiempos que corren. Estamos en el mes en que se celebra el Día Mundial del Periodista, día en que también se condenan los ataques contra este cuarto poder. No todos los países han avanzado en el mismo sentido, y por ello es necesario ver ‘Silencio Radio’: México está atrás. En Europa, es improbable ver asesinatos a periodistas, por mucho que sí pueda producirse la censura en algún momento. Sin embargo, en los países de habla hispana es común la persecución a los informadores.

El documental está presentado bajo el contexto del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, donde se muestran largometrajes y cortometrajes producidos al otro lado del océano. La producción está ejecutada por Philippe Coeytaux, Nicolas Wadimoff y José Cohen, y el guion está firmado por Juliana Fanjul.

‘Silencio Radio’

En ‘Silencio Radio’, la historia tiene su punto de interés en el golpe de censura experimentado en 2015 por la periodista virtuosa Carmen Aristegui. Su labor en la radiotelevisión mexicana es asombrosa, siendo una de las principales figuras del periodismo en México; Aristegui ha abordado temas tabúes y ha hecho uso de información que, posteriormente, ha causado gran revuelo. Se la puede encontrar en el medio de comunicación digital Aristegui Noticias, así como en la CNN y en el rincón de opinión del periódico ‘Reforma’.

‘Silencio Radio’ cuenta el despido de la periodista de la radio mexicana en la que trabajaba diariamente. A raíz de este hecho, se provocaron múltiples manifestaciones en apoyo a Carmen Aristegui, y cuya repercusión fue la lucha continua contra la desinformación.

Lo que gusta

Los documentales suelen pasar desapercibidos para aquellos que no están familiarizados, eso es así. No obstante, ‘Silencio Radio’ es un buen primer contacto con este formato cinematográfico. Tiene un ritmo lleno de dinamismo, y un montaje de lo más atractivo por lo bien que se incorporan los paisajes con las imágenes de la propia periodista.

Además, algo a destacar es la historia que se narra. El poder acercarse lo máximo posible a una periodista como Carmen Aristegui no solo es un regalo, sino algo de mucho valor: es conocer el testimonio de primera mano, poder comprobar cómo se sentía y cuáles son sus intenciones. De este modo, la dirección de Fanjul consigue hacer un dibujo acertado y completo de la periodista, dibujándola en una gama de grises aceptable. No es fácil mantener enganchado al espectador durante una hora, y más si se trata de un documental en que se muestran hechos que quizás no interesan a todo el mundo; sin embargo, en ‘Silencio Radio’ eso se consigue: el espectador quiere saber más, conocer más a fondo lo sucedido con la periodista y ponerse a investigar en los hechos. Sin duda, una consecuencia a valorar, y digna de aplaudir.

No es perfecto el documental, claro. Pero el cómo humaniza a la periodista y el tratamiento de unos temas de lo más atractivos y llenos de valor informativo, provoca que ‘Radio Silencio’ sea entretenida y deje buen sabor de boca, no solo a periodistas ni a fieles de Aristegui, sino también a todos aquellos que se atreven a conocer su historia y condenan las desigualdades e injusticias.

Lo que falla en ‘Silencio Radio

Eso sí, es importante señalar que no todo es perfecto, pero la visión general es que el documental se disfruta sin dificultad. Algo que falla, en primer lugar, es que, en ocasiones, se carece de la información necesaria para que todo se siga con facilidad. El espectador no llega a tener un conocimiento amplio del tema, solo con las pinceladas que se le dan; paulatinamente, sí va comprendiendo lo sucedido con la periodista y su repercusión, pero a veces existen más preguntas que respuestas.

A mitad del documental, este se torna algo más lento, más pausado. Una de las causas puede ser la cantidad de información que se da para la comprensión, a la adhesión de los testimonios de la periodista o cómo era su profesión. Ante todo, esto es un sí y un no: gusta porque se consigue que la periodista esté bien dibujada y sea cercana al espectador, pero tanta información, además siendo política, puede llegar a entorpecer el visionado y puede desenganchar al espectador.

En definitiva: ¿sí o no?

Vayamos por partes. Sí, ‘Silencio Radio’ merece ser vista por el tema que trata, por lo bien que está reflejada la periodista Carmen Arestegui. Y por el movimiento social que provoca, ese apoyo inexorable, la justicia. Esa parte es espléndida, es lo que gusta y hace que ‘Silencio Radio’ sea un documental de visionado recomendado. En especial, si eres periodista, o ejerces alguna de las profesiones peligrosas del mundo, y estás sometido a la censura o te atacan. No se puede permitir eso; y Juliana Fanjul lo ha hecho perfecto en esta lucha contra la injusticia, en dar voz a los problemas. Es un sí rotundo.

La negativa es a veces su ritmo irregular, que puede provocar el aburrimiento. Sobre todo, si no estás familiarizado con los documentales. O bien el cómo la información se va presentando, y no se llega a conocer del todo desde un principio, sino que se desglosa lentamente hasta obtener un conocimiento aceptable. Pero, atento, que merece la pena por su mensaje, por lo bueno del montaje, con esos planos tan asombrosos y esa humanización de la periodista que muy pocas personas podrían conseguir.

¿Qué hacer contra la censura? Ver ‘Silencio Radio’. Una hora y media de entretenimiento, de actualidad y, ante todo, de movimiento social.