Cuando te sientes a ver ‘Paraíso’, si has visto ‘Stranger Things’, notarás cierto regusto a esta última. Y, en momentos, sentirás que estás viendo una versión a la española. Sobre todo, cuando la música haga acto de presencia. Pero, llegará un momento en el que te olvides de esas referencias y disfrutes enormemente de esta historia que nos traen Fernando González Molina junto a Ruth García y David Oliva. Una desaparición, un hermano en busca de su hermana, motivos paranormales que no te dejarán indiferente y un auténtico alegato a los amigos de siempre. La fórmula perfecta para pegarte al sofá.

¿De dónde parte ‘Paraíso’?

Levante, 1992, final del verano en un pueblo de la costa. Sandra, Eva y Malena, de 15 años, desaparecen en una discoteca sin dejar rastro. La policía no parece estar buscando en la dirección correcta, por eso Javi (Pau Gimeno), el hermano pequeño de Sandra, comienza una investigación junto a Quino (León Martínez) y Álvaro (Cristian López), sus mejores amigos, y Zeta (Héctor Gozalbo), el matón de la clase. Juntos descubren que quienes tienen a su hermana no son de este mundo. Y comienza una carrera a contrarreloj. De esas que te erizan la piel y te dejan mil preguntas revoloteando por tu cabeza.

Una pelea contra las evidencias y lo que nadie puede llegar a imaginarse. Y es que a veces no somos capaces de ver lo que está pasando frente a nuestras narices. Tendemos puentes hacia mil teorías y conspiraciones ajenas a nuestro contexto. Y omitimos lo que tenemos al alcance. Porque, quizá, a veces, hay que buscar mucho más cerca de lo que nos hacen creer.

Un buen grupo de amigos

Javi, Quino, Álvaro y Zeta se meten al barro desde los primeros minutos con la seguridad de que todo tiene que tener una explicación mucho más contundente de lo que los adultos están mostrando. Y nos metemos de lleno con ellos. Porque hace tiempo que no tenemos un buen grupo de amigos que nos hagan disfrutar de lo imposible. Con la nostalgia de los años 90 y su banda sonora como bandera. Una época donde, si echas la mirada atrás, todo parecía un poco más auténtico. Más de verdad. De mucha más piel. Unas bicicletas cogiendo velocidad luz, en un verano cualquiera, buscando mil aventuras.

En ‘Paraíso’, el suspense y la aventura se dan la mano con la emoción y el misterio como fieles acompañantes. González Molina junto a Ruth García y David Oliva tejen una trama que a veces se cae, pero porque no encontramos las respuestas que estamos esperando. Porque a ratos vemos personajes innecesarios trazando líneas que no nos convencen. Y es que los jóvenes protagonistas se comen la pantalla y esperas y deseas que solo ellos sean los héroes de un mundo creado a medida, para un grupo de adolescentes que deciden enfrentarse al miedo. Ellos son los valientes. Los que ponen todas las cartas sobre la mesa. Y te invitan a ser un fiel escudero.

‘Paraíso’ consigue tu atención capítulo a capítulo. Y eso es mucho más de lo que otras propuestas son capaces de conseguir. En un momento en el que la ficción nos inunda y nos arrolla, ‘Paraíso’ es de esas ficciones que sí se quedan en el recuerdo. Ya sea por Mecano, por OBK, por las líneas que traza el propio Lucas Vidal para erizarnos la piel o porque la historia, tenga las lagunas que tenga, nos toca en lo más profundo que se pueda tocar. En la familia. La amistad. Lo importante que ser leal con quien siempre cuidará de ti.

La amistad, como eje de todo

Amigos. Javi, Quino, Álvaro y Zeta. De los que lo aguantan todo. Hasta lo más ilógico. De los que te acompañan, aunque tu propuesta sea una locura y no tenga ni pies ni cabeza. Incluso, de esas etapas insufribles cuando uno quiere tirar la toalla a costa del resto. Pero donde siempre prevalece la lealtad. Y ese es el eje de la historia que tendrás entre manos. 

A pesar de todo, a pesar de los problemas y de los tropiezos, siempre hay un motivo por el cual no dejar que gane el miedo. ‘Paraíso’ habla de la amistad de la buena. Y de lo importante que es no dejar que el mañana nos de la oportunidad que tanto estamos buscando. Que el presente es todo lo que necesitamos.

Iñaki Ardanaz, en la piel de un padre coraje

Iñaki Ardanaz encabeza el reparto adulto con convicción. Un personaje oscuro y plagado de sombras que solo es capaz de despertar cuando ya todo está perdido. En una búsqueda que tiene un claro final, pero por el que lo apuesta todo. Es el equilibrio perfecto para los cuatro adolescentes que sostienen la historia. Un tipo sombrío que irá dando destellos cuanto más se acerque a la verdad.