Este artículo de ‘Sombra y hueso’ no contiene spoilers de la ficción.
Ya llega. Ya se siente. ‘Sombra y hueso’ aterriza el próximo viernes 23 de abril en Netflix. Es una de las series más esperadas de la temporada, por esas imágenes poderosas que ya han trascendido y también porque, claro, está basada en la obra de Leigh Bardugo. La trilogía Grisha, por un lado, la bilogía de los cuervos, por otro lado. Historias emocionantes, personajes inolvidables, un universo bien construido que se sirve de conflictos bien planteados para funcionar. Cómo no esperarlo.
Fuerzas siniestras conspiran contra la cartógrafa huérfana Alina Starkov cuando desata un poder mágico capaz de cambiar el destino de su mundo, asolado por la guerra. Esto es lo que puede leerse en la sinopsis de la plataforma. Alina (Jessie Mei Li) es, en efecto, la protagonista de la ficción. Junto a ella, Mal (Archie Renaux), que es mucho más que su amigo de la infancia. Es su compañero de vida. Frente a ella, el General Kirigan (Ben Barnes), el Grisha más poderoso de todos, un hombre misterioso con quien Alina se complementara de maneras inimaginables.
Como amenaza a su país, una sombra que se extiende hasta las fronteras de Ravka y que encierra seres sin alma que impiden el paso. Una travesía imposible en la que se han perdido miles de vidas. Lejos de todos ellos, lejos de la oscuridad… Los cuervos. Un país en apariencia libre, pero igualmente oscuro. Esto es ‘Sombra y hueso’.
Algunas consideraciones generales, sin libros de por medio
‘Sombra y hueso’ es el tipo de serie que uno quiere encontrarse cuando se anima con una de fantasía. Hay magia, hay escenas de acción, hay misterios y poderes que deben descubrirse. Todo esto está muy logrado. Se integra muy bien en el mundo presentado y no es difícil, no a medida que vas tomando el pulso a la ficción, entender las particularidades de ese mundo.
Es, además, una serie emocionante que presenta varios conflictos bien argumentados. La mayoría de ellos giran en torno a Alina, que debe descubrir quién es mientras se enfrenta a la amenaza que ha caracterizado su vida y la de todos. También debe enfrentarse a deseos que surgen en ella, a una corte real de la que nunca hay que fiarse, al miedo a perder a los seres amados, a las dudas que conviven con una persona que ha abrazado un reciente poder. Al sentirse desconocida, insegura, sola. El espectador seguirá a Alina en este viaje con emoción y con interés, porque en este viaje hay misterios que deben resolverse y emociones que pueden llegar con facilidad al público.
No hay torpeza en la dirección de las escenas, ni hay torpeza en la construcción de los personajes. Quizá sí se pueda sentir que queda algo descolgada la historia que llega del otro lado del mar, la historia de los cuervos, pero la irresistible personalidad de sus protagonistas acaba fácilmente con cualquier tipo de duda al respecto.
Hay, en ‘Sombra y hueso’, una buena historia que se divide en otras muchas, todas alimentándose entre sí. Un buen reparto que ha sabido ponerse el traje de estos personajes carismáticos. Una interesante dosis de magia. Intrigas palaciegas, elementos clásicos de la fantasía y la promesa de una segunda temporada que puede ampliar todo esto.
‘Sombra y hueso’, para los amantes de los libros
Sin spoilers.
Es necesario hacer una distinción entre la existencia de ‘Sombra y hueso’ como serie, que funciona, de la existencia de ‘Sombra y hueso’ como adaptación de unos libros muy queridos, también por una servidora. Bien, tranquilidad: funciona también como adaptación. Sobre todo, en lo que respecta a los personajes, pero porque los personajes son el alma de todo.
Hay cambios en la historia. Era evidente. Tenían por delante la difícil tarea de unir la trilogía Grisha con la bilogía de los cuervos, que no solo siguen dos historias diferentes sino que, además, están ambientadas en dos escenarios diferentes. En fin: lo hacen bien. La unión es buena. Se prioriza la fidelidad a la trilogía, pero la historia de los cuervos gustará de igual modo. Como digo, puede quedarse un tanto descolgada para quien no tuviera esta sed de poner rostro a Kaz y los demás, pero es una buena historia que no se aleja, en ningún momento, de la esencia de los personajes ni del mundo en el que existen.
Y al final son estos personajes quienes se imponen a lo demás. Kaz (Freddy Carter) e Inej (Amita Suman) son un sueño, Jesper (Kit Young) se convierte en la estrella del show en cada intervención. Si empiezo a hablar de Nina (Danielle Galligan) y Matthias (Calahan Skogman), creedme, no lo dejo hoy. Me limitaré a decir que ciertos diálogos son reconocibles y que siempre, siempre, siempre, reconocemos a los personajes que amamos. A todos ellos. También en lo que respecta a Alina, Mal y el Oscuro, que en manos de Ben Barnes me ha hecho replantearme mi posición en esta guerra. Otro sueño. Secundarios de lujo como Genya (Daisy Head) o Baghra (Zoë Wanamaker) saben lo que hacen.
Rescato esa palabra tan importante, esencia, para hablar de lo que siempre hablo cuando se trata de una adaptación. Lo más importante no es convertir las páginas en imágenes: lo más importante es conservar la esencia que vive en esas páginas. ‘Sombra y hueso’ tiene un sobresaliente en este sentido, porque convierte en serie con mucho acierto las sensaciones que uno tiene leyendo los libros. Se ve con claridad, además, lo que se ve con claridad en cada libro: que son buenas historias. Y que son buenos personajes. Leigh Bardugo tiene buena mano para esto último y esta serie de Netflix ha respetado bien su trabajo. En general.
‘Sombra y hueso’, a modo de conclusión
Tanto si has leído los libros como si quieres acercarte por primera vez a estas historias, a este mundo, vas a disfrutar de una buena serie que no flojea en ningún aspecto. Es entretenida y emocionante, tiene misterio y conflictos emocionales, magia, rivalidades y amistad. Devorarás ‘Sombra y hueso’ en una tarde y querrás para ayer la segunda temporada. Todavía no está confirmada, pero recemos a los Santos.
‘Sombra y hueso’ se estrena en Netflix el próximo viernes 23 de abril.
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