La croqueta. Oh, la croqueta. Ese plato tan español, del que tan orgullosos estamos y del que, por encima de todas las cosas, disfrutamos como niños. Porque, seamos sinceros, ¿quién no se derrite por una buena ración de estas pequeñas bolitas de bechamel (y mucho más)? De jamón, de cocido, de bacalao, de morcilla, de rabo de toro, de arroz negro… Hay tantas recetas de croquetas como queramos imaginar. Y esta no es una exageración fruto de mi amor desmedido por ellas, sino que se trata de una realidad a la que podemos acercarnos a través de ‘Croquetas gourmet’, de Chema Soler.
En este libro de recetas, el chef nos entrega algunas de las recetas que, probablemente, guardaba con más cariño. Desde las croquetas que han formado parte de su infancia, como las croquetas de bacalao homenaje a su madre, hasta las recetas más locas que ha ido encontrando y diseñando por el camino, véase las de sobrasada y chocolate o las de pizza.
En ‘Croquetas gourmet’ hay recetas para todos los gustos, para todos los paladares e incluso para todas las cocinas. Porque, efectivamente, tal y como adelanta el propio título del libro, una importante parte de las recetas que encontramos incluyen ingredientes no demasiado accesibles o comunes en cualquier despensa. Y solo con leer su elaboración y la materia prima a partir de la cual se cocinan, se respira la alta cocina. (Sí, también en una croqueta. Especialmente en una croqueta). Pero también hay otras recetas más tradicionales, perfectas para los que estén sumergiéndose en el mundo de la cocina y de la gastronomía.
Así, en un mismo espacio, podemos encontrar croquetas de pato con salsa de foie, croquetas de gulas al ajillo con huevo de codorniz frito o croquetas korokke de buey con salsa yakiniku, junto a croquetas de jamón con su consomé, croquetas de espinacas con queso azul y nueces o croquetas de gambas al ajillo.
En la variedad, además del gusto, está uno de los principales puntos fuertes de ‘Croquetas gourmet’. Es este rasgo, la inclusión de recetas de todo tipo -a diferentes niveles-, lo que permite que el libro pueda llegar a un público amplísimo. Y lo que, además, invita al lector a probar y a retarse. Porque, efectivamente, hay recetas complejas y con ingredientes que quizá no acostumbramos a tener en nuestra nevera. Pero su dificultad no escapa a las capacidades de ninguna persona que posea unos conocimientos mínimos de cocina.
También hace mucho que las recetas se presenten de manera clara y sencilla, sin olvidar en ningún momento la atención al detalle que tan importante es a la hora de cocinar. Chema Soler va a lo importante, sin perderse entre poesía, pero entregándonos en ocasiones algunas pinceladas personales que otorgan alma al libro. Y aún le sobra espacio para darnos tips en un paso que, generalmente, todos olvidamos. Incluidos los autores de recetarios. El emplatado.
Con este delicioso libro, podemos convertirnos en chefs de alta cocina y, sobre todo, en expertos en croquetas de manera sencilla y entretenida. ‘Croquetas gourmet’ puede ser, y va a serlo, el aliado de todos los foodies, especialmente de aquellos que quieran sorprender a sus conocidos.
No hay nada que gane a una croqueta. Bueno, sí, quizá un menú de croquetas variadas: de carne, de pescado, vegetarianas, viajeras, dulces…
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