Tras más de un año del comienzo de la pandemia del coronavirus el uso obligatorio de mascarilla ha sido y es una de las soluciones más efectivas para no contagiarse. Un uso que se vuelve mucho más complejo cuando las altas temperaturas del verano hacen su aparición. Una combinación nada apetecible en esta época del año. Aunque sigue siendo la más responsable y necesaria para proteger nuestra salud y la de las personas que nos rodean. Al menos hasta que la vacunación, que sigue aumentando su ritmo de forma exponencial, se haya hecho efectiva a toda la población. Pero hasta que llegue ese momento no debes olvidar elegir esa mascarilla que más te proteja y que más se ajuste a tus necesidades. Teniendo en cuenta que las más efectivas y cómodas son las mascarillas FFP3. Ya que es recomendable optar, siempre, por una protección donde los materiales tengan un equilibrio perfecto entre comodidad, frescor y transpiración.

Recuerda que las mascarillas FFP3 filtran las partículas, aerosoles líquidos y patógenos presentes en el medio ambiente. Impidiendo de esa forma que sean inhaladas por el usuario. Con un 98% de eficacia filtrante.

Los 4 tipos de mascarillas homologadas

A la hora de poder hacer la compra de aquella mascarilla que más se adapte a tus necesidades siempre es bueno hacer un repaso por las opciones homologadas que existen:

• Mascarillas higiénicas: Son las de menor protección, las más comunes y baratas. Este tipo están destinadas a personas sin síntomas. Además de que estas personas no sean susceptibles de usar mascarillas filtrantes (quirúrgicas). En las no reutilizables, destinada a adultos, debe figurar la referencia UNE 0064-1:2020. Mientras que para niños, la UNE 0064-2:2020. Y las reutilizables, para niños y adultos, tienen que especificar la UNE 0065:2020.
• Mascarillas quirúrgicas: Estas mascarillas ofrecen un nivel mayor de protección. Y, tal y como su propio nombre indica, son las que se usan en cirugías y procedimientos sanitarios. Existen tipo I, II y IIR. Confirma que figuran los datos del fabricante, marcado CE y referencia a la norma UNE EN 14683.
• EPI: Este tercer tipo son las de mayor nivel de protección. Es importante señalar que contienen un filtro de micropartículas. Un filtro cuya finalidad es proteger al usuario respecto a la inhalación de contaminantes ambientales. En función de su eficacia de filtración son FFP1, FFP2 y FFP3. Y, según el tipo de filtro que incluyen contra las partículas, P1, P2 o P3.
• Mascarillas KN95 y N95. Se trata de un tipo de EPI del grupo FFP2.

5 eficaces consejos para el uso de mascarillas este verano

Como hemos mencionado al inicio, el verano y las altas temperaturas junto al uso de la mascarilla es una combinación complicada. Por eso, te dejamos unos rápidos consejos que harán de la época estival un tiempo mucho más placentero:

• Si con la llegada del calor, la mascarilla te aprieta o te agobia, hay una solución eficaz que debes probar. Es conveniente que recurras a un salva orejas para ajustarla mejor. Lo que evitará que te irrite la parte de atrás de las orejas. Eso sí, no olvides de asegurarte que tanto la nariz como la barbilla estén bien cubiertas.
• Recuerda llevar siempre una mascarilla de repuesto. Es recomendable hacerlo ya que, si notas que la que llevas colocada está húmeda, hay que desecharla y hacer el cambio por una seca.
• Antes y después del uso de la mascarilla, cuida de tu piel. Así que límpiate la cara con agua templada y jabón suave sin perfumes. De esta forma tan sencilla, evitarás irritaciones en la piel.
• Tras lavarte la cara, y antes de ponerte la mascarilla, aplícate una crema hidratante. Es fundamental que lo realices en cada una de las zonas donde te roce o presione la mascarilla (orejas, nariz y mejillas).
• Al hacer uso de la mascarilla, el uso de maquillaje no está recomendado. El motivo principal es que genera un efecto oclusivo, además de contaminar la piel. Para los labios lo más efectivo es utilizar un bálsamo labial.

4 recomendaciones extra

• La protección solar sigue siendo más que necesaria. Por lo que te recomendamos que no olvides aplicarte el factor alto (más de 30 SPF). Sobre todo, porque las mascarillas, lamentablemente, no protegen de la luz solar.
• Es clave fundamental que te hidrates correctamente. Bebe agua cada poco tiempo.
• Dentro de tus posibilidades, evita salir o estar en la calle en las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 16:00 de la tarde). Camina por zonas de sombra a ser posible.
• De entre todas las opciones que existen, las mascarillas quirúrgicas son las más recomendables. Por dos motivos principales, no aprietan tanto y la transpiración es mucho mayor. Por lo tanto, no se concentra tanto el aire caliente. Por lo que la sudoración y humedad descienden si las comparamos con el resto de mascarillas.