piel
Photo by Matias Eduardo on Unsplash

La piel está formada por un buen porcentaje de agua. Y ella misma se encarga de mantener una correcta hidratación. Además de crear una barrera de protección frente a todas las agresiones externas que padece día a día. Y mucho más con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas. Ya que durante el resto del año permanecemos más ajenos a los efectos negativos de sol gracias a que llevamos más ropa, estamos trabajando y no tenemos tiempo para exponernos en exceso. Por ello, es justo en la época estival cuando la piel nos exige un extra cuidados, mantenimiento e hidratación.

Puede parecer una tontería, pero es importante recordar el trabajo de protección que realiza la piel gracias a su “manto hidrolipídico”. Se trata de una película protectora formada por agua y lípidos. La función de dicha película es la evaporación de la humedad, alejando cualquier tipo de agresión cercana y manteniendo el pH dentro de los límites recomendados. De esta forma, evita la aparición de las tan temidas infecciones.

Pero, ¿qué ocurre en verano? Que el exceso de temperaturas todo lo cambia y modifica. Sobre todo, en aquellos días donde el calor es mucho más intenso y en los lugares donde la sequedad es abrumadora. Porque tanto el calor como la sequedad dejarán bajo mínimos los niveles hídricos. Por ese motivo es fundamental que a partir de ahora mimemos nuestra piel con una mayor intensidad.

Así que, a continuación, te vamos a dar tres consejos fundamentales para que desde ya los apliques en tu día a día y llegues al verano de 2021 completamente preparada y lista para la acción.

Alimentación saludable

Es importante incrementar la ingesta de frutas y verduras ricas en antioxidantes. Aquellas que contengan betacarotenos y vitamina C. Llevar una dieta adecuada no solo ayuda a la calidad y mejora de nuestra piel, sino que también reforzamos la no proliferación de la celulitis. Uno de nuestros mayores complejos. No solo por la tan temida piel de naranja sino por los cuidados específicos que requiere tal y como podemos leer en el artículo de sideraworks.com.

Es fundamental que los alimentos base y diarios sean “desengrasantes” o “desintoxicantes”. En general, la clave está en mantener un exhaustivo equilibrio. Y, por lo tanto, consumir suficientes proteínas animales (carnes blancas, pescado, huevos) o vegetales (tofu, legumbres). Aquellas que aporten las calorías que necesita tu cuerpo según el tipo de vida activa o sedentaria que lleves. Y, por supuesto, dejar atrás un excesivo consumo de almidón y de sal. Evitar un consumo importante de verduras crudas porque podrían provocarnos retención de líquidos y eliminar cualquier azúcar refinado. Tachar definitivamente de nuestro vocabulario palabras como bebidas carbónicas, la bollería y el alcohol.

La hidratación como base fundamental

La falta de hidratación es muy sencilla de reconocer. La piel se muestra con falta de suavidad, elasticidad y luminosidad. Daños que se dan con frecuencia tras las vacaciones de verano donde hemos abusado del sol, de los baños, tanto en piscinas como el mar, y del aire libre y su sequedad. Sequedad que también suele provocar la aparición de arrugas. Para poder evitar todo esto es importante beber al menos dos litros de agua al día. Puedes elegir cualquier agua embotellada (te recomendamos las más bajas en sodio), o incluso la del grifo. Lo fundamental es que te olvides del agua con gas y de los refrescos. Además de anotar lo que te indicamos: 

  • Elimina al final del día el maquillaje.
  • Aplica, todos los días, una crema hidratante. De esta forma mantendrás un nivel adecuado de hidratación. Lo que ayudará a restablecer la función barrera de la capa córnea. Teniendo en cuenta que la radiación solar también deshidrata la piel, la hidratante de la mañana debe tener protector solar. O si también quieres reforzar tu tratamiento anticelulítico diario, puedes ponerte tu crema de confianza, como por ejemplo el anticelulítico de la empresa española Akento (que hidrata y suaviza la piel ayudando a mantener su equilibrio natural mientras reduce el tejido adiposo, la acumulación de grasas y mejora la firmeza de la piel), y, a continuación, un protector solar (durante todo el año).

El deporte, como eje para tu piel

Hacer ejercicio debe ser una parte fundamental en nuestro día a día. No solo porque implementa un buen puñado de optimismo a nuestro estado emocional sino porque cualquier tipo de deporte mantiene nuestro cuerpo a raya. Además de estimular nuestra presión sanguínea, el sudor favorece la eliminación de suciedad (puntos negros y acné) y el aumento de oxígeno mejora el brillo y el color de nuestra piel

Para hacer ejercicio, puedes elegir tierra o agua. O combinar ambas. Porque cuando estás sumergida en el agua se ejerce una presión natural sobre el cuerpo, en las piernas específicamente. De esta forma, drenamos el sistema linfático y aceleramos la circulación sanguínea. La natación, el aqua-bike y el aeróbic acuático son especialmente recomendables.

Si el agua no es lo tuyo, no te preocupes porque puedes caminar o correr. Si optas por la primera opción, debes realizarlo al menos 1 hora al día. Si prefieres la segunda opción, 30 minutos. Mientras que para los aficionados del trecking, este es el momento idóneo para realizar unas buenas e intensas excursiones.

‘Reyes de la noche’, la nueva serie protagonizada por Javier Gutiérrez y Miki Esparbé

Previous article

Escuelas Pías nos presentan nuevo EP, ‘Plantas venenosas’

Next article

You may also like

Comments

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

More in Actualidad