La quinta edición de ‘Masterchef Celebrity’ llega a nuestras televisiones este mismo martes 15 de septiembre. Con un casting repleto de nombres conocidos a los que, tal y como se advirtió durante la presentación, veremos mostrar su verdadero rostro. Con todo el desgaste que ello implica. Sobre ello hemos hablado con Laura Sánchez, actriz y modelo para la que la cocina es una pasión más. Y así lo demostrará a lo largo de esta edición.

Con ella hemos conversado acerca de la preparación de cara al programa y de las ‘secuelas’ que ha dejado en ella el paso por el concurso. Así como de sus puntos fuertes en cocina, de cómo ha gestionado ella el verse tan expuesta y de la situación tan compleja en la que han tenido que grabar. Una charla amena y divertida en la que la ilusión de Laura Sánchez fue más que palpable, y en la que nos dejó alguna que otra pista sobre los platos que pueden llevarla a lo más alto. Parece que este año se llevan los guisos más tradicionales.

MEW MAGAZINE (MW): ¿Cómo llegó a ti la posibilidad de participar en ‘Masterchef Celebrity’ y por qué dijiste que sí?

LAURA SÁNCHEZ (LS): Me lo pensé, ¿eh? (Risas). Pasé un casting, como todos los que hemos estado allí. Lo hice el año pasado y no encajé en el equipo. Porque ese casting lo hacemos muchas personas, y lo hacemos sabiendo que puede pasar. Hacía tiempo que Macarena me perseguía para que hiciera, por lo menos, el casting. Pero no me veía dentro de las cocinas. Y este año dije, “bueno, ¿por qué no?”. Y Macarena volvió a presentar mi casting. Esta vez sí que sonó la campana y dije “¿por qué no? Si llevo todo el confinamiento cocinando, vamos a ello”.

MW: ¿Cómo es la preparación real que hay antes del programa? ¿Has pedido ayuda fuera, clases, etc.?

LS: He optado también por clases. He tenido las clases del curso de ‘Masterchef’. Nuestra edición es un poco… Diferente. Porque empezamos casi cuando terminaba el confinamiento. Entonces no teníamos la posibilidad de prepararnos con chefs, como ha ocurrido otros años. Aunque también he tenido un chef, David Ariza, que me daba clases por Zoom, online. Y era muy divertido, la verdad. Porque tenía que poner el ordenador en la cocina y él me iba guiando. Esa ha sido mi preparación.

MW: Bueno, no ha estado mal. Aunque haya sido online, por lo menos has tenido la ayuda de un chef como Ariza.

LS: Sí, sí… Ya después, cuando hemos podido empezar ha salir, también he estado preparándome con algunos chefs en Madrid, como Mario Sandoval. ¡No descansamos!

MW: Como dices, empezasteis a grabar casi cuando terminaba el confinamiento. Y habéis continuado con esta situación extraña en la que nos encontramos ahora. ¿Cómo ha sido grabar en un momento así? ¿Os habéis topado con muchos obstáculos?

LS: El obstáculo es el propio contacto con tus compañeros. Llevábamos mucha precaución. Teníamos mucho control sanitario, diario. Y, precisamente por eso, estábamos muy tranquilos. Sabíamos que ninguno teníamos el virus, porque teníamos miles de pinchazos en nuestro cuerpo. (Risas). Pero, aún así, manteníamos en todo momento la distancia y las medidas de seguridad. Y ahí, otro hándicap que nos hemos encontrado, han sido los guantes. A la hora de cocinar. Esta era la primera edición en la que se cocinaba con guantes. Y cortar un ajo con guantes… ¡Es muy difícil! Había veces que te saltaba la puntita del guante y tenías que empezar todo de nuevo, porque no sabías dónde había caído.

MW: ¿Cuáles crees que son tus puntos fuertes y tus puntos débiles como concursante?

LS: Mi punto más flojo ha sido, creo, el tomármelo tan, tan, tan personal. Y haber tenido momentos en los que no he disfrutado, por estar demasiado metida en mi cocinado, en hacerlo mejor que mejor, pasando incluso mis propios límites. Y lo mejor, mi punto fuerte… Que me gusta trabajar mucho en equipo, y lo he disfrutado mucho.

MW: ¿Y el mayor reto al que te enfrentarás en el programa?

LS: Sé que no te puedo contar nada, pero creo que las medidas de repostería me han dado más de un quebradero de cabeza.

MW: ¿Qué es lo que más miedo te da de la cocina? ¿Y aquello en lo que vas más segura? Eso en lo que decías, que me lo pongan el primer día que arraso.

LS: ¡Pero es que eso es mentira! Cuando tú vas segura es mentira. Te la van a jugar siempre. (Risas). El primer día que entré en cocinas lo recuerdo como uno de los días más nerviosos de mi vida. Me entró un ataque de tos, me miraban mal. Imagínate, en mitad del confinamiento y yo con un ataque de tos por los nervios. Y, después, para mí ha sido cada día como presentarte a Selectividad sin haberte estudiado el temario. Esa era la sensación. Porque sabías que, por mucho que hubieras estudiado y practicado, lo más seguro es que no te tocara nada de lo que has practicado.

MW: Un plato estrella, que nunca te falle.

LS: Las lentejas con verduras, siempre. Siempre presumo de ellas y las sigo haciendo como antes, aunque haya aprendido mil trucos. Esa receta no se varía. Y, si es verdad, que nunca me había gustado la repostería y, por empeño, la sigo practicando. He necesitado un descanso de unas tres semanas, de no coger una sartén, pero una vez pasado ese descanso necesario, sí que me sigo metiendo en cocina.

MW: ¿Por qué crees que el formato ‘Masterchef’ sigue funcionando tantas ediciones después?

LS: Creo que porque siguen sorprendiendo al espectador. Nos siguen sorprendiendo a nosotros como concursantes, que nos habíamos estudiado todas las posibles pruebas que nos podían tocar. Y siempre, cada día, nos sorprendían. Creo que al espectador le pasa lo mismo. El efecto sorpresa es muy importante. Después, en el celebrity sobre todo, descubres la calidad humana de los personajes. Cosa que no puedes ver en sus profesiones. Y creo que es muy atractivo, vernos tal y como somos. Es un formato que te lleva al límite, en lo bueno y en lo malo. Lo que menos es, es un programa de cocina. Es un programa de emociones.

MW: Justo de iba a preguntar por esto. Porque, además, en la presentación me llamó mucho la atención el hecho de que Melani Olivares comentara que le costó mucho acostumbrarse a estar tan expuesta. ¿Tú cómo has llevado esto?

LS: Yo lo he llevado bien. Creo que se va a ver la evolución, según vayan pasando las semanas. Lo hablaba con Raquel Meroño, y decíamos que no tenemos muy claro qué vamos a ver en el primer programa. Porque ni siquiera hablábamos. Yo me creía invisible. Tienes tanto miedo, que no hablas. Pero después te sueltas. El primer día que entras en esa cocina, parece que te llevan al matadero. De hecho, las llamábamos así, el matadero.

MW: O sea, son tan duras como parecen, ¿no?

LS: Sí, sí. Tal cual. Ahí no hay ninguna mentira, es todo verdad. Lo saben hacer muy bien. Casi todos estamos muy acostumbrados a hacer televisión, y esto no es hacer televisión. Esto es meterte los dedos en las tripas y removértelas. Yo he llorado mucho. Creo que pocas veces se me ha visto llorar, porque en mi trabajo no tengo por qué hacerlo. Pero, es verdad, que en mi vida lloro. Me pasan cosas y lo paso mal. Y me enfado, y me frustro. Y creo que todo eso es lo que se ve de cada uno de nosotros.

MW: Si pudieras escoger a un celebrity que ya haya pasado por el programa como pinche o, mejor dicho, como mentor… ¿A quién escogerías?

LS: ¿A quién escogería? Pues… Escogería a Ana Milán, porque creo que nos llevaríamos muy bien.

MW: ¿Y a uno que no haya pasado aún?

LS: ¡Me encantaría llevarme a Iván Sánchez!

MW: Muchísimas gracias, Laura. Y muchísima suerte durante el concurso.

LS: Gracias a vosotros. ¡Un beso!