Llega el epílogo. Ese regalo maravilloso que las grandes series siempre deberían tener. Ese espejo al futuro, a lo que pasó después. Porque el camino que hemos vivido junto a Maca ha sido una auténtica montaña rusa. Desde esa primera bienvenida, donde creíamos que el mundo se la comería, hasta la actualidad, donde hemos descubierto que el equilibrio perfecto viene desde el amor y la fuerza.

Hemos podido hablar, durante varios minutos, con Maggie Civantos para ser testigos en primera persona de todo lo que Maca le ha entregado. De lo emocional del rodaje de ‘Vis a Vis: El Oasis’, sabiendo que era el final. Y del recuerdo que siempre volverá con una sonrisa.

¡Ya es toda tuya!

Somos dependiendo de nuestras circunstancias.

MEW Magazine (MW): ¿Cómo resumes la convivencia con Maca durante estos años?

Maggie Civantos (Maggie C.): ¡Qué preguntón! No sé cómo resumirlo porque ha sido muy intenso. Definirlo es como un viaje muy intenso. Fíjate, pues creo que al final, después de todas las vueltas, el personaje acaba, más o menos, internamente, en luz. Acaba en positivo. Acaba en esperanza. Nunca más podrá ser la persona que fue pero si es cierto que, al final, tiene algo muy bonito porque ella busca una segunda oportunidad. Y lo hemos visto a lo largo de las temporadas. Se equivoca una y otra vez. Pero, esta vez, lo intenta hacer bien de verdad. De este personaje he aprendido a no juzgar. Es un personaje que lo tiene todo. Y todo está dentro de nosotros. ¿Es buena? Sí, bueno. ¿Es mala? Sí, bueno. Porque dependemos mucho de las circunstancias. Somos dependiendo de nuestras circunstancias. El instinto de supervivencia en el ser humano va por encima de absolutamente todo. Nunca puedes decir “jamás haré esto”.

Teniendo que interpretar a un personaje que es una superviviente nata, al final te das cuenta que no puedes juzgar. Me ha hecho ser mucho más empática. No estoy diciendo que el personaje me haya dado más comprensión, sino que me ha dado más dimensión a la percepción del mundo. Es lo mejor que te puede pasar.

Por ejemplo, en esta temporada, el personaje me ha dado serenidad. Porque está colocado desde un lugar muy sereno. Empecé a meditar cuando empecé a meditar con Macarena. Me ha dado un poco de paz.

MW: ¿Qué hay dentro de este Oasis? Porque sigue manteniendo la esencia de Vis a Vis pero hay cambios sustanciales. ¿Cómo crees que lo puede recibir el público?

Maggie C.: Creo que lo van a recibir bien porque la serie en sí es muy buena. Tiene una factura espectacular. Las nuevas incorporaciones son maravillosas. Y, de alguna forma, nos pueden recordar a nuestras presas. Son personajes muy distintos pero sí es cierto que esa diversidad, el conjunto de esa diversidad, nos recuerda al conjunto de diversidad de las presas de las temporadas anteriores. Es una característica que siempre tuvo Vis a Vis y que a la gente le gustaba mucho.

Es cierto que estamos fuera de la cárcel. Que ha pasado mucho tiempo. Y que hay muchas diferencias. Entonces, no van a ver lo mismo. Pero, lo que van a ver, es muy bueno. Y, por supuesto, la esencia de Vis a Vis sigue estando. Es la combinación de la acción y el ritmo trepidante. La relación de Macarena y Zulema que está desarrollada y extendida. Era algo que faltaba por contar.

MW: Alguno de tus compañeros nos han comentado que el rodaje ha sido duro a nivel físico y emocional, ¿cómo lo has vivido tú?

Maggie C.: Lo he disfrutado mucho porque sabía que era el final. Entonces eso le da como un plus de carga emocional. Es el personaje que cambió mi carrera. Y me ha dado una oportunidad. Despedirme de un personaje al que le debo tanto…de alguna manera no es fácil pero, a la vez, fui muy consciente cada día, durante los tres meses de rodaje, de estar ante una despedida. Y cada día tenía que disfrutarlo.

Es cierto que en Almería, el frío nos perseguía. Nos llovió muchísimo. Y era como… “¿Qué pasa con el frío y esta serie?” (Risas). Tuvimos algún día bueno que eso fue maravillosos pero sí que tuvimos problemas con el tiempo. Se tuvieron que mover las fechas… Bueno, lo que pasa rodando en exteriores. Dependes mucho de las condiciones climatológicas.

Y, por supuesto, luego, la intensidad del rodaje. Al final, estamos trabajando sentimientos y situaciones muy extremas. El rodaje es intenso. Pero también eso es lo que hace que sea tan especial. Y, luego, yo tenía que rodar con mucho fuego y el fuego me pone muy nerviosa (Risas). Pero después de rodar varios días con el fuego, he aprendido.

MW: En un rodaje donde la implicación emocional del personaje es tan intensa, ¿cómo se equilibra la energía con una misma? ¿A veces es inevitable llevarse el personaje a casa durante esas semanas de rodaje?

Maggie C.: Sí, a veces, es inevitable. Ha habido momentos en los que me lo he traído a casa y es bastante infierno. De tener pesadillas incluso. Hay un capítulo muy duro para Macarena, en el capítulo siete, y en pleno rodaje me quería ir para casa, sabiendo que no podía porque, efectivamente, estábamos en pleno rodaje nocturno. Y luego tuve pesadillas. Es inevitable porque los personajes habitan en nosotros. No eres tú pero eres tú. Habita tu cuerpo, tu mente y tus órganos. Haces lo posible por separar pero no siempre te sale bien.

…desde el amor, uno puede tener muchísima fuerza.

MW: Cuando pase el fenómeno de Vis a Vis…pasen los años, lleguen otros proyectos y, de pronto, tu mente vuelva a Macarena, a todo lo que viviste con ella, ¿qué quedará en ti?

Maggie C.: Quedará como una guerrera. Lo que me llevo y lo que me ha hecho aprender de mí es que es compatible la vulnerabilidad y la fuerza. Ahí está la verdadera guerrera. Me ha hecho descubrir que tengo mucha más fuerza de la que pensaba.

Esta temporada he trabajado la feminidad pero a la vez en la masculinidad. El Yin y el Yang en sí mismo. Por eso digo que en esta temporada está más equilibrada porque eso está más compensado.

Me ha hecho ver que es posible y que ahí está la clave. Cuando mire atrás y vea a este personaje sonreiré y diré…“qué bien que pude interpretar a este personaje para enseñarme la importancia de valorar el equilibrio. Y saber que, desde el amor, uno puede tener muchísima fuerza. Y desde la luz. Desde lo positivo”.