Han tenido que pasar 14 meses para que el segundo disco de Miki Núñez sea una realidad. En este año y dos meses ha pasado de todo en su vida y todo positivo. Ahora, con ‘Iceberg’ lo ha vuelto a confirmar. El joven artista de Terrassa es la esperanza musical en una industria que estaba encasillada. Miki no se conforma con lo establecido y va más allá.
En su primer disco ya demostró que su rollo era otro y ahora con ‘Iceberg’ nos confirma que le gusta experimentar y que su música va a sonar durante años. Solo hay que ir a su segunda canción, ‘Beberte lento’, un tema que te indica que este disco solo tendrá que ver con ‘Amuza’ las ganas de diversión. Miki no pierde su esencia y en este álbum nos vuelve a mostrar que se pueden hacer cosas distintas pensadas para el directo. Se trata de una canción que te invita a disfrutar, a comerte el mundo y, sobre todo a bailar.
Miki Nuñez es el rayo de luz que se necesitaba en tus peores momentos y la festividad que buscabas en los buenos. El catalán ha sabido sorprender con un disco que no tiene nada que ver con el anterior y que demuestra que no va a lo fácil. Con este disco ya hace ver que su carrera musical no tiene límites. ‘Iceberg’ es ese disco fuerte, rompedor y que es infranqueable. Se trata de un álbum muy trabajado, en el que solo se ve una pequeña parte de todo el esfuerzo y sacrificio realizado. Es, en definitiva, la confirmación de una carrera musical de éxito que no va a parar.
Innovando sin parar
En el disco ‘Iceberg’ no han podido faltar las baladas, esas que te destrozan y te desgarran. No todo podían ser canciones movidas en un álbum que lo mires por donde lo mires es perfecto. Se trata de un trabajo discográfico en el que se puede ver que se ha hecho con ganas, mimo y mucho cuidado. En cada una de las canciones ves ese aspecto en el que te destroza todo lo que estabas escuchando y te acaricia para decirte: “prepárate para lo que está por venir”.
El claro ejemplo de este cambio se encuentra en ‘Todo lo que llevo dentro’, el tercer single de este disco. El estribillo de la canción es claro: “Todo lo que llevo dentro/Todo lo que queda por venir/Que no voy a perder mi oportunidad/me dejo abrir”. Con una letra conmovedora, Miki Núñez hace una clara declaración de intenciones. Este disco va a sacar todo y va a hacer lo que quiera, apostando por nuevos ritmos, en los que sin duda se encuentra muy cómodo.
En la primera canción en catalán, ‘Cada pas del camí’, Miki Núñez no se conforma con lo que mostró en el disco anterior y se anima a apostar por una instrumental distinta y cargada de ritmo. El catalán ha ido un paso más allá y lo hace con un trabajo muy enérgico y que ya en las giras de verano mostraba que iba a ser su punto fuerte.
La energía necesaria
‘Iceberg’ es ese álbum que te aporta la vitalidad que buscabas en cada momento. Miki Núñez ha sabido hacer una instrumental muy particular, de esas que se observa como el de Terrassa se encuentra en uno de sus mejores momentos. La actual pandemia de la COVID-19 no ha impedido que el catalán se metiera en el estudio de grabación y sacara lo mejor de él para grabar un disco que es perfecto.
En este disco se observa la madurez alcanzada en un artista que ha crecido encima del escenario y que no ha perdido la esperanza en ningún momento. Hace unos días nos lo dijo en una entrevista: “Lo que viene de Miki es sorpresa”. Cada canción es un regalo envuelto en miles de capas. Lo hace con un estilo muy particular y que ha evolucionado, pero que sigue sonando a casa. Esa casa que se convierte cada uno de sus conciertos y directos, en los que parece que te esté tocando únicamente a ti y en el que el brillo en los ojos y su cara de felicidad hace que cada segundo sea único.
Todos los temas se convierten en un musical y es que Miki Núñez “se siente libre y sin miedo”, como dice en ‘Mi lugar’. El de Terrassa ahora está sorprendiendo con un disco distinto, en el que su esencia permanece intacta. Lo hace con unas canciones que lo tienen todo para convertirse en la banda sonora de nuestra vida.
Lo nunca visto
Del Ska al pop rock, dos productores distintos especializados en cada área. Un disco con pocas colaboraciones, pero que hacen que crezca por sí solo. Miki Núñez no se ha conformado con ir a lo fácil. El claro ejemplo se encuentra en ‘Arbre’, un tema en el que canta en catalán y castellano, consiguiendo que junto a la peculiar voz de Lildami sea la colaboración perfecta.
‘Iceberg’ es la continuación perfecta de ‘Amuza’. Solo escuchando ‘Viento y vida’ y ‘Arbre’ te encuentras que es un disco distinto, en el que Miki ha encontrado la manera de perfeccionar un estilo único y distinto, pero lo hace manteniendo la festividad su esencia intactas. El de Terrassa ha logrado no quedarse estancado en lo que funciona, eso que tanto éxito le dio. Ahora con este disco ha sabido encontrar la manera idónea de entrelazar una historia que no decepciona.
Un disco hecho desde la verdad
En un momento en el que todo suena igual, Miki Núñez ha sabido componer y crear canciones distintas. La música es terapia y eso es lo que hace él en cada una de sus composiciones. El catalán ha sabido convertir los inputs negativos en positivos. Sus letras tienen una profundidad distinta, no se quedan en la superficie. El artista ha sabido sacar todo lo que llevaba dentro y hacer un disco perfecto. Con ‘Iceberg’ Miki ha conseguido quitarse el miedo y hacerlo todo desde la libertad. Y es precisamente en ese aspecto en el que se muestra la pureza del artista desde el primer momento.
Es probable que cuando escuches el disco te quede sorprendido. No te preocupes, es normal. Esperar lo mismo que nos encontramos en ‘Amuza’ es imposible y seria ir a lo fácil. Miki Núñez ha conseguido crear escuela en un momento en el que la industria musical necesitaba que llegase un artista de su talla para revolucionarla. ‘Iceberg’ es un disco que marca un punto de inflexión en la música nacional, en el que arriesgar no es perder, al contrario es ganar calidad. Miki es el claro ejemplo de que confiando en su entorno y en sí mismo puede hacer una obra maestra.
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