‘Motherland: Fort Salem’ es el nuevo drama de Freeform nos mete de lleno en un mundo distópico en el que las brujas no son perseguidas y obligadas a mantener sus poderes en secreto, sino que se han convertido en la primera línea de defensa. Porque ‘Motherland’ no es solo una serie sobre brujas, es una serie sobre la militarización de la magia, una serie sobre brujas soldado.

Generación tras generación, las descendientes de las brujas de Salem son llamadas para servir en el ejército de los Estados Unidos. Estas mujeres ya no son quemadas en la hoguera, sino respetadas y admiradas por todos o casi todos los ciudadanos. Ser una bruja en esta serie es sinónimo de deber y responsabilidad en una sociedad en la que no se cuestiona que las mujeres son más poderosas y capaces que los hombres.

Nos introducimos en este mundo sobrenatural de la mano de Tally, Raelle y Abigail, tres jóvenes de orígenes muy distintos que son convocadas cumplir su deber como brujas. A la vez que vamos descubriendo la historia de nuestras protagonistas, también vamos conociendo a su enemigo. Las Spree son brujas terroristas que están atentando por todo el mundo. Cambian de apariencia a su antojo, pasando inadvertidas entre la multitud e infiltrándose en las instituciones más importantes, como la academia militar.

Tally, Realle y Abigail empiezan su entrenamiento en combate, desarrollando sus poderes al máximo y aprendiendo a funcionar como equipo a la vez que encuentran la amistad rodeadas de rituales místicos, cantos y hechizos ancestrales. Y quien dice amistad también dice amoríos, que al fin y al cabo esto es una serie adolescente y tiene que haber un poco de todo.

En esta academia y en este mundo hay sorpresas por todos lados que reinventan el género mágico presentando unas brujas muy diferentes. Es refrescante ver que incluso con personajes adolescente la serie es oscura, seria y dramática, planteando un tono muy diferente al que cabría esperar. Salvando las diferencias y los disgustos que nos dio, esta serie me recuerda en cierto modo a ‘The 100’. Es cruda por mucho que sus protagonistas sean jóvenes, y ofrece una nueva visión brutal de los elementos fantásticos a lo que se refiere, sin dejar que la edad de sus protagonistas la condicione.

‘Motherland: Fort Salem’ es una apuesta valiente y arriesgada, pero que funciona a la perfección. Una serie adolescente pero muy adulta, con unos elementos fantásticos que viran hacia lo bélico para encontrar una nueva forma de presentarse, y que, si todo sigue como hasta ahora, tiene muchas papeletas para convertirse en una de las revelaciones del año.