Con la noticia del final anticipado de la décima temporada de ‘The Walking Dead‘, los dos episodios que nos quedan por delante son recibidos con los brazos abiertos. La ficción de AMC ha conseguido hacer algo que llevaba mucho tiempo sin lograr: tener continuidad. Es regular de nuevo, es constante. En todos los capítulos hay algo que contar, y ese algo es emocionante y/o interesante. Esta décima temporada ha servido para tranquilizar almas inquietas como la mía, que no dejaba de amar este universo pero se sentía insatisfecha con lo que estaba viendo. Es una buena noticia que se sigan sucediendo los buenos episodios. Este decimocuarto también ha sido bueno. Lo resumo, lo analizo y lo valoro. Cuidado con los spoilers.

La pareja inesperada

El anterior episodio concluía con una gran revelación: Negan (Jeffrey Dean Morgan) había acabado con la vida de Alpha (Samantha Morton) siguiendo las órdenes de Carol (Melissa McBride). Y todos los elementos que componen esta revelación han sido inesperados para el espectador, incluso el asunto de Negan poniendo fin al villano de la temporada. Esperábamos un camino de redención, pero a medida que íbamos viendo que Negan llegaba demasiado lejos en su viaje al lado de los Susurradores, nos fuimos preguntando si no estaría siendo él también un villano (de nuevo). Pues bien: todo formaba parte del plan de Carol.

En los primeros compases de este episodio, hemos retrocedido en el tiempo para ser testigos del momento en el que pide a Negan que sea su cómplice; realmente: la persona que tiene que hacer el trabajo sucio. Negan acepta porque, como vemos, quiere ayudar, conseguir el perdón de sus captores e integrarse. Y así tenemos un momento entre dos personas que no imaginábamos, y que he pasado de sentir como una especie de sueño inesperado hecho realidad a algo así como lo que tenía que pasar. Como lo natural. Carol necesitaba su venganza, y Negan necesitaba redimirse. “Tráeme la cabeza de Alpha, y la gente te recordará por eso”, le dice ella. Y él lo hace. El problema es que Carol también le exigió rapidez, y Negan ha necesitado tiempo para poder hacerlo sin que su vida corriera peligro. Por eso hemos visto a Carol nerviosa, ansiosa; me gustaría revisionar los episodios anteriores en busca de algún posible gesto que nos diera una pista de lo que estaba sucediendo.

Carol pone la cabeza de Alpha en una pica, y confirmamos que realmente ha sucedido: la líder de los Susurradores, con mucho los peores villanos que hemos tenido, está muerta. Negan ha cumplido, pero Carol no lo hace. Se marcha sin cumplir su parte del trato: no acompañará a Negan de vuelta a Alexandria, porque no tiene claro lo que quiere, porque de alguna manera siente esa venganza insuficiente y porque necesita estar sola. Jamás pensé que me posicionaría del lado de Negan en una disputa, pero supongo que si alguien podía lograrlo era Carol, personaje contradictorio y complejo donde los haya.

La soledad de Carol

Carol inicia un nuevo viaje, y así vuelven las alucinaciones. Vemos un personaje torturado, incapaz de encontrar la paz que tampoco obtuvo en los meses que se tomó en el océano, apartada del resto. A través de la figura de Alpha, repasamos la culpa del personaje (“hagas lo que hagas, provocas muertes”, le dice Alpha, o sea se dice a sí misma), las dudas con respecto a sus actos (“no aceptarán lo que has hecho”), la incapacidad de convivir en comunidad y la confusión que siente. No sabe lo que quiere, y a mí me sale solo pensar que quiere que todo acabe. Literalmente. Carol es incapaz de estar tranquila no solo porque ha perdido demasiado: es incapaz de estar tranquila porque ha hecho demasiado. Se ha visto dispuesta a cualquier cosa, y no puede convivir con ello. No se trata únicamente de lograr el perdón y la aceptación de los demás, Carol tiene que lidiar con todas las emociones negativas que tiene dentro con respecto a sí misma.

Pese a todo, termina regresando. Es Daryl (Norman Reedus) quien le abre las puertas, en una imagen de lo más significativa. Daryl recibe a Carol, pero ni uno ni otro se dirigen la palabra. Es una invitación a volver a estar en familia, pero hay demasiadas cosas que solucionar para que la convivencia pueda darse de nuevo.

La otra pareja inesperada

Con todo lo que ha pasado y con todo lo que han sido en esta serie, también el uno con el otro, sólo había una manera de seguir el viaje de libertad no-deseada de Negan: era Daryl quien tenía que encontrarlo.

Negan trata de explicarse bajo sus amenazas. Vemos entonces una nueva faceta en el personaje: está asustado, pero sobre todo quiere que Daryl le crea. Se esfuerza, casi tartamudea, le da rabia que no pueda confiar en él. Y es muy satisfactorio comprobar que dentro de las dudas evidentes, en realidad Daryl cree en sus palabras. Es satisfactorio porque habla de la evolución de ambos, y también porque habla de la desconfianza que ha nacido en Daryl hacia Carol. No cree en su mejor amiga, porque sabe que su mejor amiga es capaz de ocultarle cosas como un súper-plan ideado al lado de quien fuera su gran enemigo.

Así, emprenden juntos el camino hasta la pica que guarda la cabeza de Alpha, que por supuesto ha desaparecido. Quienes aparecen son un grupo de Susurradores que proclaman a Negan su nuevo líder: ha sido él quien ha acabado con Alpha, por eso es él quien debe tomar su lugar. Con una sonrisa y tan fanfarrón como siempre, Negan lo acepta y se hace con el control de la situación. Ordena que inmovilicen a Daryl y nos explica, le explica a él, que ha disfrutado de su paseo al lado de los Susurradores. Lo creemos, Daryl también, y por un momento pienso “a ver, no creo, pero, ay, que mata a Daryl”, porque ya me espero cualquier cosa (qué bonito esto). Pero no. Negan acaba con la vida de los Susurradores y desata a Daryl, demostrándole así de parte de quien está y completando un nivel más hacia su redención.

Poco después se da una de las imágenes más satisfactorias de la historia de la serie (o de los tiempos más recientes). Negan y Daryl sentados el uno junto al otro, aunque conservando cierta distancia, y dándose la espalda. Esperan a Carol, que no va a llegar, recuerda Negan. “Lo sé”, dice Daryl. “He disfrutado de verdad con los Susurradores”, dice Negan. “Lo sé”, repite Daryl. “Es agradable volver a sentir que eres relevante”, continúa Negan, para terminar de quitarse la máscara, para además criticar la ausencia de humanidad de quienes la llevan. Y todo eso significa que confían el uno en el otro lo suficiente para confesarse (porque los monosílabos en Daryl pueden ser una confesión); confían lo suficiente para darse la espalda mientras lo hacen, pero es que además no quieren ni mirarse porque, en fin, son Negan y Daryl. No se pueden caer bien.

Los nuevos Susurradores

Beta (Ryan Hurst) es quien descubre la cabeza de Alpha clavada en la pica. Sus acompañantes le dicen que debe ser el Alpha ahora, pero no quiere siquiera escuchar hablar de ello. Provoca la muerte de uno, y el otro sale huyendo. A quien sí escucha es a Alpha, o eso es lo que él siente. Se acerca a su cabeza, nos hace pensar a todos que realmente ha perdido la cordura y se decide a seguir las instrucciones que cree estar obteniendo. Beta idolatra a Alpha, y siempre se ha sentido un caminante, así que ahora tiene la cabeza de un caminante a quien idolatra para que sea su líder. De esto puede salir cualquier cosa, pienso.

Y lo que sale son los orígenes de Beta. O parte de ellos. Se dirige hasta lo que parece un hotel abandonado, donde descubrimos una guitarra y un póster de un concierto. El grupo se llama Half Moon (media luna), y parece que Beta es el cantante. En su otra vida, porque en esta nueva vida Beta es un caminante que quiere destruir todo rastro humano. Arrampla con estos objetos, todavía siguiendo las instrucciones de Alpha, y después se comunica con ella (con su cabeza, no con una alucinación como sucede con Carol). Ha cumplido con lo que le pedía (¿terminar con todo lo que le recordara a su época humana?), así que apuñala sus restos y se convierte en el nuevo líder de los nuevos Susurradores, con una parte del rostro de Alpha en el suyo.

Eugene se va de excursión

Eugene (Josh McDermitt) confiesa por fin a sus compañeros que lleva mucho tiempo manteniendo contacto con una persona llamada Stephanie que pertenece a otra comunidad. Hay dudas, críticas y reproches iniciales, pero Eugene se crece (con la ayuda del ex-rey) y toma el mensaje de la ficción para hacerse valer. Quiere hacer “futuros amigos y nuevos aliados”, y si para ello tiene que ser el tonto ingenuo propenso a confiar en los demás, entonces está dispuesto. La eterna pregunta en ‘The Walking Dead’: ¿podemos confiar en quien no conocemos? ¿Hasta qué punto?

Eugene se arriesga y se va de excursión, acompañado del ex-rey Ezekiel (Khary Payton) y Yumiko (Eleanor Matsuura), que tras su ruptura con Magna (Nadia Hilker) necesita un cambio de aires. “Un viaje por el futuro de la comunidad”, dice Eugene. Un viaje en el que los tres necesitan reconocerse el valor de cada uno en varios momentos. Así llegan a una Atlanta surrealista. Veremos qué nos espera en la ciudad en la que empezó todo.