En estas semanas que llevamos poniéndonos en marcha de nuevo yo me he dedicado a ponerme al día con algo que tenía pendiente desde hace años. Que el cine español no es prioritario ni está en el primer plano de la industria para los espectadores no es un secreto, pero lo cierto es que escudándonos en esa forma de pensar nos perdemos verdaderas joyas de nuestro cine.

Y no me refiero a los Almodóvar, Amenábar y compañía, hablo de películas de las que se ha hablado pero que se olvidan. Todos recordamos ‘Mar Adentro’ o ‘Todo sobre mi madre’, pero en estos últimos años el cine español ha dado el salto al mainstream, al thriller, a más.

Porque por mucho que se nos llene la boca al hablar de las españoladas de nuestro cine, la cosa está cambiando y hay mucha gente que lo está sabiendo ver. Y a mi me ha costado, pero por fin me estoy poniendo al día.

Ya venía de ver ‘Adiós’ hace unos meses, pero ahora llevo una semana entre thrillers españoles de los últimos años. Entre ‘Cien años de perdón’, ‘El Desconocido’, ‘El Guardián Invisible’, ‘El Silencio de la Ciudad Blanca’ y ‘Contratiempo’. Y ahora me tocan ‘El silencio del pantano’ y ‘El Aviso’, y sinceramente no entiendo cómo no he podido ver todo esto antes. Más que nada porque entre medias he visto ‘Perdida’ de Fincher y es increíble el salto cualitativo que ha dado nuestro cine para ponerse a la altura de las grandes del género. Porque ‘Legado en los huesos’ y compañía saben a ese cine.

Analizar la situación con un simple “ahora en el cine español hay más dinero” es algo superficial. Esa explicación tan simplista no responde del todo al fenómeno y el momento que vive la industria ahora mismo. No es que haya más dinero, que también, ojo; sino que la industria mundial y las grandes dirtribuidoras se han dado cuenta de que en nuestro país hacemos buen cine. Porque hablo de thrillers, pero la situación es la misma sea cual sea el género.

Y lo mejor es que hacemos un cine glocal, thrillers sobre mitología navarra que sin embargo saben a Twin Peaks… Como hacen las películas estadounidenses que nos sueltan en mitad de un pueblo de Missouri que sentimos a las afueras de Madrid. Maquillaje, ambientación, giros de guion… sabemos hacerlo, pero no hemos y tenido la posibilidad ni la atención del público hasta ahora.

Y esa es precisamente la clave, que antes nadie prestaba atención. Que antes no había respuesta, no había interés, no había escaparates… Por mucho que en la industria algunos sean reticentes a reconocerlo, las cosas son así: de no ser por las plataformas el audiovisual español jamás habría llegado donde está ahora.

Porque la confianza de Netflix es un sello que valida un producto, asegura que se vea, garantiza un estándar mínimo que hay que cumplir. Porque HBO no se conforma con cualquier cosa, y el audiovisual español no es precisamente de los de salir del paso.

Y es que mientras nadie miraba, el cine en España ha ido evolucionando. Con ‘El Desconocido’, con ‘Cien años de perdón’, y con todos esos títulos que abrieron la puerta. Y si bien es cierto que no pasaron desapercibidos y que una parte del público fue al cine a verlas, son el tiempo y el nuevo panorama en la industria los que han hecho que ya no sean la excepción, sino la regla.

Poned ‘El Guardián Invisible‘ y pasad miedo en el bosque navarro. Activad el cronómetro de ‘Contratiempo’. Id a ver ‘Hasta el cielo’ en agosto al cine. Atreveos, como hicieron y siguen haciendo Atresmedia, Mediaset y RTVE, a apostar por un talento español que ya no se discute, y que está por primera vez en el punto de mira de la industria mundial. De esos Netflix, HBO y Amazon Prime que ahora llevan y elevan nuestro audiovisual hasta el lugar donde se merecía estar . Porque el cine español está de moda, sí, pero esa moda le ha permitido llegar por fin a ser lo que lleva años intentando ser. Con el thriller y con todos los demás géneros. Solo hacía falta saber mirar.