'Adiós'
Lo Mejor
- Reparto en estado de gracia
- Banda sonora impecable
- Personajes femeninos
- Ambientación de 10
Lo Peor
- Final demasiado predecible
- Demasiados giros, algunos sin mucho sentido
Qué complicado es hablar de una película en la que hay cosas que te gustan y otras que te dejan fría. Si te centras en las primeras, parece que estás haciendo más una labor publicitaria y te estás traicionando a ti misma. Y si lo haces al revés, si apuestas por sacar a la luz los aspectos que no te han convencido, puede que quien te lea o escuche piense que estás tirando el largometraje por tierra. Lo justo y lo ideal sería poder exponer claramente qué te ha gustado y qué no, con la argumentación correspondiente, pero a veces eso es difícil de entender desde la perspectiva del espectador que no ha visto aún el film. Una encrucijada nada sencilla en la que me encuentro inmersa desde que vi ‘Adiós’ hace algo más de un mes.
Lo primero que tengo que decir de ella, la premisa de la que parto, es que es una buena película. De hecho, creo que es una cinta que puede gustar a todo tipo de públicos, porque puede conectar con los espectadores de muchas maneras y atraparlos de otras tantas. Con Paco Cabezas al mando, la buena dirección está asegurada, así como la creación de un producto de entretenimiento redondo que no se quede solo en eso. Y con las 3000 viviendas y la Sevilla más oscura de fondo, la ambientación suma un plus interesante que ya se percibe desde el tráiler.
El reparto también está más que acertado, con un Mario Casas que continúa reivindicándose en un papel complejo, una Natalia de Molina nuevamente brillante y humana y una Ruth Díaz magnética y sobrecogedora. Y la historia, aunque se enmarque en una ya tan utilizada trama de venganza, puede aportar cosas nuevas.
Hasta aquí parece todo perfecto, y estoy segura de que para muchos lo será. Es lo que tienen el cine y el arte, que cada uno los percibimos de una manera, cada uno los sentimos de una forma diferente. Y para mí ‘Adiós’ se queda a medio camino en ciertos aspectos, que para otros seguro serán un enorme acierto.
Lo que pudo ser y no fue
Mientras escribo esto sigo pensando en si lo que ha hecho que la película se me quede algo coja son las expectativas que me fue generando la propia cinta durante el visionado. Creo que teniendo personajes tan potentes como Triana y Ely, viendo el camino que tomaba la trama -sin desvelar nada- y uniendo esto a mis deseos, creé una imagen futura que no llegó y que acabó decepcionándome. Puede ser, por eso he querido empezar recalcando que ‘Adiós’ es una buena película, y lo voy a repetir hasta la saciedad.
Pero además de estas expectativas, que nunca son recomendables, y de lo que ocurre, también me falla en parte el cómo. En ciertos puntos, el film peca de predecible, algo que personalmente siempre me saca de las películas. Y también peca en el uso continuado y repetido del giro de guión, sobre todo en los últimos minutos, en los que no hacemos más que ir de un lado a otro, pero sin llegar a toparnos con una verdadera sorpresa.
Para mí, ahí falla la trama y falla el guión. Creo que tenían entre manos una historia que podría haber ido mucho más lejos en aspectos más humanos y menos hollywoodienses y que podría haber encontrado la verdadera sorpresa sin recurrir a los continuos giros y a algunos tópicos que me chirrían un poco.
Lo que sí es
Habiendo señalado lo anterior, y tal y como he repetido en varias ocasiones, ‘Adiós’ es una buena película. Una película que nos presenta personajes complejos y reales, con los que es fácil empatizar y que están construidos de manera casi sublime. El trabajo del director y los actores se respira en cada escena, en las que muchas veces no hacen falta los diálogos para saber lo que pasa por la mente y el corazón de los personajes, porque en poco tiempo llegamos a conocerles profundamente.
Aquí, como digo, hace mucho el trabajo de un reparto entregado, que sufre con sus personajes, que se rompe con ellos, que se desnuda con ellos y que encuentra la luz con ellos. Un reparto que aporta un valor incalculable a la historia, porque la hace humana y real y la conecta con el espectador desde el minuto uno.
En esto ayuda una brillante banda sonora, el gran punto fuerte de ‘Adiós’, en la que el flamenco es protagonista. Son varias las ocasiones en las que sentí que la música me contaba más que las palabras y las imágenes, en las que me emocioné con ella, con la voz de Rosalía y con ese ‘Si me das a elegir’ que tanto transmite y tanto significa. Una banda sonora escogida a la perfección y que acompaña a la película en todo momento, creando ese camino de la oscuridad a la luz que es el eje de todo.
Veredicto final
Así, como un camino de la oscuridad a la luz, es como han definido Ruth Díaz y Paco Cabezas a ‘Adiós’, y no se me ocurre una mejor manera de hacerlo. Como si en ella hubiera más de un largometraje, la del sevillano es una película para todos, porque en ella hay venganza, acción, corrupción y oscuridad, pero también familia, amor, empoderamiento y verdad. Una película de entretenimiento, pero también una de sentimientos, que deja un poso importante en quien la ve, incluso en los que nos quedamos algo fríos.
La version de si me das a elegir en esta pelicula no es de Rosalia, sino de Rocio Marquez, que la canta aun mejor si cabe.