Me gusta hablar con las personas sobre cine porque siempre hay algo de ellas mismas en las películas de las que hablan. Por eso el cine tiene un componente tan subjetivo: porque vemos, cada uno de forma individual, cosas que nadie más ve. Podemos tener la fortuna de trazar puntos de encuentro, pero nuestra visión es nuestra y de nadie más. Por eso nuestros gustos hablan de quienes somos, de una forma u otra; por eso están en constante cambio, en constante evolución, por eso esa película no nos gustó ayer pero mañana nos gustará. Porque depende de quienes somos; más concretamente, de quien somos en un momento determinado. La semana pasada hablaba de ello: no me gustó demasiado ‘Agosto‘ (2013) en un primer visionado, pero regresé a ella tiempo después y desde entonces no he dejado de hacerlo.

En ocasiones, además, surge la magia. A veces sabes que una película te va a acompañar toda la vida. Esas suelen ser nuestras favoritas, las especiales, nuestras primeras respuestas. Creo que esas favoritas nos ayudan en cierto modo a conocernos, porque vemos en ellas lo que tenemos dentro, y creo también que pueden ayudar a que los demás nos conozcan. El cine es comunicación, y a través del cine nos comunicamos.

Por eso las primeras citas están llenas de preguntas en esta línea. “¿Cuál es tu ciudad favorita?”, que es una que me gusta mucho; también dice mucho de quien tengo delante. O “¿qué música escuchas?”, que también es muy recurrente. Y la última, la mía: ¿cuál es tu película favorita? Quizá la curiosidad tengan un papel en estas preguntas, pero lo que sobre todo importa es lo que intuimos que nos dicen las respuestas de las personas que las lanzan, que se atreven con ellas, que nos dan el título y una explicación.

Esto es lo que he querido hacer con varias de mis amigas más cercanas. Casi con miedo, por si alguna respuesta me sorprendía demasiado, por si no me encajaba; casi temiendo no reconocerlas en esas palabras. Pero están ahí, así que respiro tranquila y estas líneas se las cedo un poco a ellas. Solo un poco. Yo también tengo cosas que decir.

No me sorprende que mi amiga Marta me plante delante una lista con 32 películas. No es de las que se conforman con elegir una película, porque hay tantas, tan buenas, y hay tantas emociones tan repartidas en tantos géneros diferentes, y tantas personas con las que compartir esas películas, que me lo tiene que contar todo. También es así con las personas: las elige a todas siempre, del mismo modo. Me encanta que en su lista incluya ‘Crepúsculo‘ por mí, dice. Supongo que porque desde hace más de diez años nos hemos prestado los libros, y porque hace apenas dos meses estábamos viendo (otra vez, y van muchas) la primera película juntas. Fue nuestra adolescencia. También incluye ‘Moulin Rouge‘, que es una película que siempre relacionaré con ella (por Ewan, por quien ella elige ‘Big Fish‘). Aquí todas sus recomendaciones:

‘Gladiator‘ y ‘Braveheart‘, por mi padre (un tipo estupendo)
‘El señor de los anillos‘, por mi hermano (otro tipo estupendo)
‘El club de la lucha‘, por mi yo de los 18
‘Pulp fiction‘, por mi yo de los 23
‘Yo soy Sam‘, por mi yo de los 12
‘Orgullo y prejuicio‘, por mi madre (una mujer maravillosa)
‘Crepúsculo‘, por ti (gracias, Mar)
‘Pequeña Miss sunshine‘, por mí
‘Coco‘: por mi abuela (la verdad es que toda su familia es maravillosa)
‘Forrest Gump‘: por el mundo
‘Slumdog Millionaire‘: por la pobreza en el mundo
‘El padrino‘: por Germán (no tengo palabras para este tipo fantástico)
‘Amelie‘: por la estética
‘Cars‘: por mi primo Oscar (que ha crecido muchísimo)
‘Gran Torino‘ y ‘Mystic River‘: por mi amor de Clint Eastwood (amén)
‘El secreto de sus ojos‘, por el cine latinoamericano (¡viva!)
‘El diablo viste de Prada‘: por mi amor por la moda

‘Seven‘ y ‘El caso Slevin‘: por la cara de tonto que se te queda al final
‘Shrek‘: por la banda sonora y dar la vuelta a todos los cuentos (amén)
‘Cisne negro‘, por cómo una buena actriz puede hacer de una película un peliculón
‘El club de los poetas muertos‘ y ‘Capitán Hook‘, por Robin Williams (siempre)
‘Taxi Driver‘ y ‘Una historia del Bronx‘, por De Niro (nada más que leyendas en esta lista)
‘Shutter Island‘, por el crack Scorsese (el mejor)
‘Cuenta conmigo‘, por la amistad (por todas nosotras las E)
‘Big Fish‘, por Tim Burton y Ewan
‘Moulin Rouge‘, por Freddie y la música
‘Cinema Paradiso‘, por mi amor al cine

Me cuenta mi amiga Ana que su película favorita es ‘El señor de los anillos: Las dos torres‘. Yo os cuento que de pequeñas jugábamos a ser Legolas y compañía, y era súper divertido, y no sé por qué lo dejamos de hacer. Pero, en realidad, me dice después, lo que le gusta es la tradición que tiene con la trilogía. Seguro que todos podéis entenderla.

Cuando llega la época navideña, esa en la que nos quedamos un poquito más en casa, nos tapamos con la manta hasta arriba y nos ponemos nuestro mejor pijama, en esa época, apetece esta trilogía. Apetece ponerse la versión extendida de las tres películas, que es lo que hace ella, por eso me fío tanto de esta persona, porque una persona que tiene como tradición anual algo así sabes que nunca te va a fallar. Porque una persona que sigue emocionándose con la coronación de Aragorn es de fiar. No hay más.

Ana ve mucho cine, y por eso a veces discutimos por Christopher Nolan, pero también por eso sé que puedo decirle que se vea la última película islandesa desconocida, que le va a gustar, y ella puede hablarme de un anime que quizá yo nunca vea, pero que hablando con ella me parece la mar de interesante. Tenemos un gusto parecido, pero creo que sobre todo entendemos la vida de la misma manera, por eso en otra reencarnación nos vamos a casar.

Cristina me recomienda ‘Gladiator‘, y esto me sirve como excusa para pedirle que de una vez me regale el cuadro gigante que tiene de ‘Anastasia’ en su cuarto. Quiero decir: ‘Anastasia’ es mi película, y yo llevo visitando el cuarto de esta persona desde que tenía, no sé, diez años. Y no me lo quiere regalar. Que se lo regaló no-sé-quién, me dice siempre. Todavía no he perdido esta guerra.

Me dice que ‘Gladiator’ es su película favorita por todo lo que aprendes de la historia, por ese luchar por un bien común, por olvidarse un poco de uno mismo para apostar por lo que consideras justo, independientemente de tus deseos personales. Creo que todos podemos recomendar ‘Gladiator’, pero me gusta cómo lo ha hecho ella. Me cuadra mucho con lo que es Cristina, a quien no has terminado de decir que necesitas algo y ya te lo está ofreciendo, sin pensar por un momento en la viabilidad del asunto, porque la viabilidad no le importa demasiado. Le importa más no fallarte. Le importa también mucho su familia, y sé que estaría dispuesta a cualquier cosa por ellos, como Máximo Décimo Meridio; en su familia, me atrevo a asegurar, también entramos nosotras, así que podéis imaginar la guerrera que tenemos en el grupo E.

Me dice Raquel que cómo me va a recomendar ‘La pantera rosa‘, que no queda muy bien, que no es serio. Esto es tan serio como queremos que sea y, además, la película favorita de Raquel es ‘La pantera rosa’. Sería la vuestra también si la vierais recitar escenas de memoria mientras llora de risa. Literalmente. De memoria. Llorando de risa. Puede parecer que Raquel no se toma la vida demasiado en serio, sobre todo porque siempre anda con una sonrisa y con ganas de disfrutar, pero es que a lo mejor precisamente se la toma más en serio que yo recomendando ‘Moulin Rouge’ para que la gente se ahogue en sus lágrimas. En lugar de reír con ellas, como hace esta buena amiga. ‘La pantera rosa’ es oficialmente la mejor recomendación de estas líneas.

Ana (Cuuu) me recomienda ‘Love Actually‘. Algo en mí me decía que esta iba a ser su película porque, de hecho, es su película. En las últimas semanas hemos hablado mucho sobre el amor que dura para siempre. Ella cree firmemente en ello, y yo creo firmemente en ella. Por encima de cualquier cosa, creo en esta persona que me llena el corazón de calidez siempre.

Como ‘Love Actually’. Esta película es precisamente esto: un abrazo al espectador, una canción de esperanza, un empujón hacia las segundas oportunidades, un “todo estará bien” que a veces nos cuesta decirnos. Ana suele contribuir en todo lo anterior cuando se trata de las personas. Entiendo por qué esta es su favorita, y por qué hace hincapié en que, en esta situación, es bonito ver tanto abrazo en los aeropuertos. Creo que Ana, como yo, busca un poco de esperanza en la pantalla.

Mi amiga más antigua me recomienda ‘Memorias de una Geisha‘. He visto junto a Marina un sinfín de películas; sobre todo, para ser sinceros, hemos visto ‘Piratas del Caribe’ una y otra vez. La única ocasión en la que he visto ‘Los puentes de Madison’ ha sido con ella; lloramos mucho y decidí que nunca más, y nunca más ha sido. También engañamos a dos amigas que no querían ver ‘Luna Nueva’ el día de su estreno; nos metimos a verla ese mismo día, sin poder aguantarnos, y al día siguiente volvimos a verla con ellas, como si nada hubiera pasado. En otra ocasión, viendo la tercera parte de ‘Divergente’, me tiró el cubo de palomitas encima y dejamos de ver la película para solo reírnos y nada más. Por no hablar de la doble-cita viendo ‘Deadpool’. Muchas historias. Todas acabaron bien (sobre todo la de ‘Deadpool’).

Cuando pienso en Marina pienso en muchas cosas, y una de esas cosas que nos ha unido siempre ha sido el cine. Por eso tengo que aguantarme las lágrimas cuando me dice que su película favorita ha sido siempre ‘Memorias de una Geisha‘, porque recuerdo que acudimos a ella en una época complicada y, creo, le serví un poco de apoyo. Como ella ha sido el mío siempre. ‘Memorias de una Geisha’ es una película muy dura, me dice, porque lo es. Es una historia de amor imposible, pero también es algo más: una historia donde se encuentran muchas historias, y una excelente película para disfrutar del arte objetivo que es el cine. La belleza de las imágenes o la precisión de la banda sonora. Entiendo por qué sigue eligiéndola tantos años después.

Paloma me recomienda ‘Primos‘. Es la película que vería con ella una y cien veces, junto a ‘La gran familia española’ (las dos de Daniel Sánchez Arévalo, gracias por hacernos felices). Me cuenta muchas cosas. Que es una película muy especial, que podría verla cientos de veces, que es muy divertida, que es muy tierna, que el reparto es fantástico. Todo es un gran sí. Paloma es una de las personas que más valora nuestro cine, el cine nacional. Es muy difícil encontrar una película nuestra que no haya visto, por eso con ella puedo interpretar a dúo la escena del balcón de ‘El reino’, machacarla durante meses con detalles de ‘Sin fin’ y reírnos de la misma tontería las mismas veces que veríamos ‘Primos’. Y como sucede con esta película, Paloma podría ser mi elección para cada día. Y que viva Bachi el Borrachi.

Resulta que dos personas me han recomendado la misma película. ‘Quédate a mi lado‘, de Chris Columbus, con Julia Roberts y Susan Sarandon. Justo la semana pasada pensé en volver a verla. Me dice Fuen, una de las recomendadoras, que es preciosa y muy humana. Básicamente lo que es ella, a quien veo de ciento y viento y a quien parece que he tenido al lado en todo momento. También me la recomienda Patricia, y solo de escuchar su voz hablándome de ella ya me transporto. Porque ‘Quédate a mi lado’ es de verdad una película muy especial, como lo es Patricia, siempre la más especial para mí.

‘Quédate a mi lado’ no enfrenta mujeres, las une. Y no tiene miedo de hablar de una enfermedad como el cáncer como lo que es: algo que puede quitarte la vida. Pero en este escenario el ser humano saca lo mejor de sí mismo, como también dice Fuen. Y los últimos días se convierten en los mejores días, y las despedidas pueden ser un “nos vemos en los sueños”. Fuen me señala que ‘Ain’t No Mountain High Enough’, que está en la película, y automáticamente la veo a ella. Y Patricia me habla con la sensibilidad de quien siempre me ofrece conversaciones que salen de las entrañas de uno mismo. Cómo le he agradecido siempre esto.

Creo que desde que la conozco, Rosa me ha dicho que ‘The Fighter‘ es su película favorita. Nos conocemos desde hace una década, y con ella es con quien he vivido más el cine, porque literalmente lo hemos vivido. Hemos vivido especiales de los grandes premios, los hemos visto juntas, hemos estado en festivales que nos han derrotado (y conquistado), el final de Marvel (o su nuevo principio), cuatro ediciones de los Premios BAFTA, muchos repasos pormenorizados de las películas que más valoramos en cada género cinematográfico, siempre añadiendo alguna nueva, nos hemos recomendado películas que generalmente acabamos viendo de rebote más que otra cosa… Hemos crecido juntas en esto (en todo, creo), y hemos tenido conversaciones interminables. Estas conversaciones siempre podrían haber acabado así:

Yo: ¿cuál es, entonces, tu película favorita?
Rosa: ‘The Fighter’

Punto y final. Con su Christian Bale y su Amy Adams, a quien una vez llamó reina, guapa, lista, feminista y más cosas. ‘The Fighter’ es su película favorita porque “es la representación del camino de redención definitivo, a través de uno mismo y a través de quienes queremos”, me dice. Podría decirme muchas más cosas, porque Rosa sabe muchísimo del cine, sus códigos, sus mensajes ocultos y las historias que lo alimentan, pero lo resume así y me parece perfecto. Me parece que ejemplifica muy bien la manera que tiene de ver siempre más allá, y también de dejar que cada uno descubra por sí mismo. Rosa es mi compañera favorita, siempre, porque podríamos hablar de ‘The Fighter’, o de cualquier cosa, durante tres horas enteras sin que ninguna sienta que estamos hablando demasiado. Encontrad a alguien así y no lo perdáis nunca.