Adoramos a Carlos Sadness. Es un hecho. El buen rollo que transmite, las buenas vibras que sientes cuando escuchas sus canciones, la energía que tiene encima del escenario, te hacen querer ir a conciertos suyos todas las semanas.

Después de un verano atípico y de muchas veces no saber que va a pasar con los conciertos que tenías planeados, al final, aunque sea con muchas medidas de seguridad debido al COVID, se ha podido disfrutar de ‘Tropical Jesus’ en todo su esplendor. Ahora nos toca pasar con calma la resaca emocional. Y ver las fotos de esta tarde mágica que el catalán nos regaló en el Wizink Center.

Carlos Sadness nos hizo disfrutar desde nuestra silla

Hubo tiempo para todo. Empezó muy fuerte con sus canciones ‘Isla Morenita’, ‘Ciclo lunar’ y ‘Chocolate y nata’. Gracias a estas canciones pudimos soñar que estábamos en un festival de los de siempre. Saltando, gritando y cantando a pleno pulmón rodeados de gente, aunque la realidad fuera un poco distinta.

También tuvo tiempo para algunas mas lentas, de esas que te hacen enamorarte un poquito más de su música y que te gustaría poder vivir con tu persona favorita al lado. Este es el caso de ‘Perseide’ o una versión en acústico de ‘Días Impares’.

Un concierto inolvidable

Como ya viene siendo habitual en el Madriz Summer Fest, el escenario 360 permite que cualquier persona del público pueda tener una experiencia óptima y disfrutar al 100% del concierto, a pesar de las circunstancias. También ayudó que Sadness es un experto en cuanto a interacción con el público se trata, por lo que no dejó de charlar entre canción y canción con todos sus seguidores.

Un concierto lleno de fuerza, color, buenas sensaciones y música que te hace levantar el ánimo. Ojalá fuera obligatorio ir a un concierto de Carlos Sadness al menos una vez al mes.