A descubierto
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5.5

'A descubierto'

Lo Mejor
  • El dúo protagonista
  • Efectos visuales
  • Amago de reflexión
Lo Peor
  • Arranque forzado y precipitado
  • Tópicos y clichés por doquier
  • Historia ya vista

Esta crítica no contiene spoilers de ‘A descubierto’.

Han pasado décadas desde que el cine exploró por primera vez los límites de la robótica, la inteligencia artificial y la rebelión de las máquinas. Y, sin embargo, es un tema recurrente que sigue generando interés en el público. La última prueba llega este viernes 15 de enero a Netflix bajo el título de ‘A descubierto’. La nueva película de Mikael Håfström, protagonizada por Damson Idris y Anthony Mackie, explora de nuevo el mundo de la robótica y sus límites, aplicado en esta ocasión a fines militares.

Thomas Harp es un joven piloto de drones que, en un momento de alta tensión, toma una polémica y comprometida decisión que acaba con la vida de dos marines. Por ello, es relegado a una posición aparentemente inferior, y se ve envuelto en una misión en la que la seguridad de millones de personas está en juego. Para ello, queda a las órdenes de un oficial androide, con el que debe localizar unas armas nucleares y evitar que caigan en las manos incorrectas. Una trama enormemente típica en la que, por momentos, creemos ver la luz, aunque finalmente acaba difuminándose entre giros quizá más previsibles de lo deseable.

El personaje protagonista, pese a que posee cierto encanto natural, correspondiente en parte a Idris, se queda a medio gas cuando puede dar un paso al frente. Y termina siendo un personaje masculino arquetípico, heroico y al que estamos acostumbrados a ver en películas bélicas. Lo mismo ocurre con Leo, el oficial androide, que termina ahogándose entre clichés. Arranca bien, dentro de lo típico. Pero giro tras giro la decepción se va instalando. Y ni siquiera el carisma natural de Mackie, por el que personalmente siento cierta debilidad, consigue salvarle.

Con esto y con todo, entre adrenalina, testosterona y robots, aparece una reflexión que supone un importante paso al frente. Si bien es cierto que queda la sensación de que, como siempre, Estados Unidos es bueno, maravilloso y tiene la razón, la cultura de la guerra del país es señalada de manera clara.

Aunque dure unos instantes, se coloca la culpa en el lado de quien, generalmente, está considerado como el gran salvador. Y en según que compases parece incluso que se va a ahondar en esa reflexión. Que la frontera entre el mal y el bien y, por tanto, entre los buenos y los malos, se va a mostrar como lo que es: una línea prácticamente invisible. Por eso, que la resolución sea clásica, típica y vuelva a optar por la figura del héroe estadounidense puede generar una gran decepción, de nuevo, en el espectador. En mí, desde luego, la ha generado.


A descubierto
Foto: Jonathan Prime​ / NETFLIX ​© ​2020

No es esto lo único que falla en ‘A descubierto’. Partiendo de la base de que, lógicamente, esta es una película de acción y, como tal, posee una serie de elementos que pueden no conectar con todo el público, su planteamiento no resulta el más satisfactorio. Los acontecimientos iniciales se desarrollan de manera atropellada y algo forzada. Cuesta comprender cómo Harp ha pasado, en pocos minutos, de una punta a otra del mundo. Y de un puesto a otro radicalmente diferente, casi sin ninguna transición. Una confusión que aumenta al comprobar que, en un instante, está metido de lleno en una misión de alto riesgo. Prácticamente sin haber tenido tiempo de dejar su mochila con sus efectos personales. Este arranque precipitado supone un primer bache difícil de salvar, a partir del cual la trama y la evolución de los personajes van a trompicones.

En el otro lado de la balanza, hay que reconocer que la tensión y la adrenalina están medianamente bien conseguidas. A base de muchas bombas, tiroteos y robots invencibles. A nivel de emoción, la nueva película de Netflix funciona y funcionará sobre todo para los amantes del género. Para quienes no tengan demasiado problema a la hora de encontrarse con historias que, con un rostro u otro, ya conocen. Y con tópicos que van saltando de una a otra, prácticamente sin renovación. También funcionará para quienes sigan disfrutando de las altas dosis de testosterona. Eso, junto con alguna que otra broma más o menos acertada y unos efectos visuales que, probablemente, sean de lo mejor de la película, está garantizado.

Queda la pena o más bien el hastío de volver a encontrar una cinta que podría haber sido mucho más de lo que es. ‘A descubierto’ es un producto de acción típico, ya visto y en el que no siempre se han tomado las mejores decisiones. Con secuencias en las que hay sangre y armas por doquier. Y en las que también hay mucho trabajo de efectos, de attrezzo y ambientación y de maquillaje. Pero podría haber sido, además de todo esto, una reflexión profunda acerca de nuestros propios límites y de lo que nos hace peores o mejores. Así como una crítica acertada al papel que le otorga Estados Unidos a la guerra y que se otorga siempre a sí mismo.

‘A descubierto’ se estrena este viernes 15 de enero en Netflix.

Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

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