Reed Morano, a quien hemos disfrutado en la dirección de episodios de ‘El cuento de la criada’, se propone en ‘El ritmo de la venganza‘ llevar a Blake Lively al terreno de la acción plena. A favor de ambas diré que hay escenas resultonas para quien sea un amante del género, pero lo cierto es que el conjunto no tiene demasiado sentido. ‘El ritmo de la venganza’ es una película bastante olvidable.

Aunque puede llegar a ser entretenida si uno se deja llevar. Sigue la historia de Stephanie Patrick (Blake Lively), una joven que sufrió la pérdida de su familia en un accidente de avión. Años más tarde de la tragedia, un periodista contacta con ella para sembrar la duda en su cabeza: está convencido de que en realidad no fue un accidente, sino un atentado. Aunque la vida de Stephanie ha perdido el sentido, encuentra en la venganza, en la rabia y en el odio un nuevo motor para moverse. A partir de ahí entran en acción dos personajes importantes: el de Jude Law y el de Sterling K. Brown, que se mueven en segundos planos siempre a expensas de Blake Lively (esto bien). La trama de ambos, en cualquier caso, es un poco como todo en esta película: algo incoherente y mal desarrollada, así que esto mal.

‘El ritmo de la venganza’ no termina de encontrar su camino; creo que sabe a dónde quiere llegar pero el viaje no es satisfactorio. Partiendo de un tema bastante manido (atentado terrorista por parte de grupos islámicos, joven vengando a las víctimas), la trama busca enredos y sub-tramas (como un absurdo romance) sin demasiado sentido, como si tratara de complicarse para así volverse profunda. No sé si funcionará en los libros, en la película no funciona. Nos cargan con datos, detalles, nombres de personajes y hechos delictivos, pero ninguno de los elementos termina de desarrollarse con acierto. Está lejos de esa profundidad que parece buscar, a pesar de que Blake Lively protagoniza escenas muy intensas (algunas muy bien, otras quizá un pelín exageradas) fruto del duro pasado del que parte.

¿Es entretenida? Puede serlo. Se deja ver. Pero te olvidarás de ella en media hora. Se estrena este viernes 6 de marzo.