Hay verdades difíciles de aceptar y asimilar. La tecnología ha facilitado la vida de miles de usuarios, permitiendo que se pueda acceder a cualquier tipo de contenido. Sin embargo, en el momento en el que la digitalización y la virtualización de la sociedad fallan todo estalla. Eso es lo que sucede en ‘Liebesbrief’, donde las relaciones interpersonales se ponen en duda.

El corto de Marcus Hanish nos muestra esa realidad indeseada y que poco a poco nos estamos convirtiendo. Inicialmente nos plantea una situación futurista (pero que puede ser muy próxima), en la que dos jóvenes empiezan a conocerse mediante aplicaciones y se comunican por emoticonos que ellos mismos crean. En un momento dado se va la luz y Loond (Lisa Brand) tiene que ir al altillo para coger un folio que utiliza para dibujar esos símbolos. Finalmente, cuando la chica va a hablar con la otra persona, Larry (Bardo Böhlefeld), se encuentra que la comunicación es prácticamente imposible.

‘Liebesbrief’ es una crítica a una sociedad hiperconectada y que va a la mínima expresión. Por una parte nos encontramos a un futuro incierto que todo parece indicar que nos comunicaremos mediantes códigos y emoticonos. El lenguaje informático se ha apoderado de una sociedad que le cuesta comunicar y expresar sus emociones.

En ‘Liebesbrief’ nos plantean una sociedad en la que la comunicación como la conocemos dejará de existir. Los personajes no son capaces de comunicarse verbalmente y reproducen unos sonidos propios de la edad de piedra. De este modo, el director nos propone pararnos a reflexionar sobre un futuro inmediato y que en poco tiempo nos encontraremos si entre todos no hacemos lo posible para evitarlo.